Redacción El País.
El Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 4° Turno confirmó la imputación para Ana Iewdiukow, esposa de Pablo Carrasco, por el delito de lavado de activos en la modalidad de conversión y transferencia relacionado a Conexión Ganadera. También mantuvo la decisión de enviarla a prisión preventiva, según surge de la sentencia a la que accedió El País. Esto significa que, al menos hasta el año que viene, Iewdiukow permanecerá tras las rejas.
Los ministros, por unanimidad, dejaron firmes las dos decisiones que había tomado la jueza del caso, Diovanet Olivera, en la última audiencia. En esa oportunidad, el fiscal Enrique Rodríguez explicó el motivo por el que pretendía imputarle este delito a la mujer. Ello fue que Iewdiukow y Carrasco durante varios años (en diferentes transferencias) giraron 2.357.376 euros desde una cuenta Itaú (de Pablo Carrasco) a una BBVA en España a nombre de ambos. Del total, aproximadamente la mitad fueron a la compra del apartamento y la otra mitad, unos 1.174.662,94 euros tuvieron un destino distinto. “Las cuentas no nos dan”, dijo su adscripto, Federico Rodríguez.
Según Iewdiukow, se pagaron distintos gastos familiares con él. Sin embargo, “buena parte” de los giros ocurrieron en el momento en que la empresa afrontaba “el fuerte impacto” de la sequía de los años 2022 y 2023”, dijo el fiscal y agregó: “Tal es así, que la indagada y su esposo debieron acudir a Gustavo Basso para que este los apoyara económicamente”.
Para Enrique Rodríguez, la imputada transfirió “importantes sumas” para “introducirla en el mercado legal, con el fin de darle una apariencia lícita".
Esto fue puesto en duda por Barrera, quien hizo énfasis en que al momento de las transferencias Iewdiukow tenia 5% de la empresa, que el dinero salió de una cuenta de Carrasco y que de las 13 transferencias denunciadas, cinco tienen como destinos cuentas de terceros, por lo que no son achacables a su clienta.
A su vez, dijo, siete de los giros —que nuclean más de un millón de euros— fueron entre junio y julio de 2022, fecha en la que la emergencia hídrica aún no había llegado.