Condenaron a un hombre que llevó un carro de supermercado con un cadáver y lo descartó en un basural

La jueza Viviana Galletto condenó, a través de un acuerdo abreviado, a un joven de 29 años por el encubrimiento del homicidio de un hombre apodado "Cuba", que apareció asesinado y quemado en un basural de Malvín Norte en abril. El hombre llevó el cuerpo en un carro de supermercado, tapado con residuos y lo dejó en el basural.

El hecho ocurrió en la madrugada del 17 de abril. La Policía y la Fiscalía aún investigan quiénes fueron los autores del homicidio de este hombre, cuyo cuerpo apareció quemado en el basurero ubicado en la intersección de las calles Dobrich y Mataojo en Malvín Norte.

Tres testigos reservados declararon que la víctima llegó durante la noche a un depósito donde se reciclan envases de plástico y que está cerca de la zona del basural. Dos de estos testigos, que merodeaban por ahí, escucharon varios disparos de arma de fuego y a los pocos minutos vieron salir al ahora condenado con un carro de supermercado, junto a otras dos personas. En el carro cargaba una bolsa grande, tapada con basura y escombros.

Los testigos lo siguieron para ver qué recorrido hacía y vieron que llegó al basural de Dobrich y Mataojo. Allí, el condenado se deshizo de la bolsa. Luego de eso, uno de los presentes —no hay prueba de que haya sido el que resultó condenado— prendió fuego los restos. La autopsia no pudo determinar la forma en la que fue asesinado, debido al estado de los restos de la víctima.

Todo el recorrido fue confirmado por videos de cámaras de seguridad del Ministerio del Interior. Tanto el condenado como otro de los que acompañó a llevar el carro no participaron del homicidio. De hecho, este segundo joven mencionado declaró ante la Fiscalía que como la bolsa estaba tapada con basura, nunca supo que hubo un cuerpo humano allí. "Él pensó que estaban deshaciéndose de basura", dijo la fiscal adscripta de Homicidios de 3^er Turno, Alexandra González. Junto a él y al condenado iba un tercer hombre, arriba de una moto de color rojo, que estiman fue uno de los autores del homicidio.

"El propio imputado se reconoció en el video y manifestó su versión de los hechos que coincide con lo manifestado por los testigos, que él no participó de darle muerte a la víctima pero sí vio cómo otras tres personas efectuaron varios disparos de arma de fuego y luego solicitaron que él se deshiciera del cuerpo", relató González. No recibió dinero por esta tarea, pero sí por "unos envases que había cambiado" y aunque no sufrió "una amenaza directa", "el contexto en el que se dieron los hechos no le dejó la posibilidad de actuar de otra forma", justificó el condenado, según dijo la fiscal.

Para la Fiscalía, que encabeza Adriana Edelman, no resulta creíble que el condenado estuviera realmente amenazado porque luego de cumplir con su tarea, volvió al depósito ese mismo día y en días posteriores. "No es muy creíble la situación de amenaza en la cual se encontraría. Pero bueno, igualmente no se desconoce el contexto de vulnerabilidad en el que evidentemente todo se desarrollaba", indicó González.

Él cargó el cuerpo de "Cuba" una vez que estaba muerto, lo puso en la bolsa y lo trasladó al basural, resumió.

El acuerdo entre la Fiscalía y la defensa pública del imputado, que fue validado por la jueza Galleto, fue que sea condenado por un delito de encubrimiento a la pena de dos años y cuatro meses de prisión.