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accidente fatal en la interbalnearia

Ómnibus de Copsa se "bamboleaba" y las curvas había que hacerlas a baja velocidad

Chofer zafral del ómnibus accidentado aseguró que era "imposible de manejarlo" y explicó que las curvas debían realizarse “entre 40 y 60 kilómetros por hora” por el bamboleo que presentaba.

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Ómnibus de Copsa del Este volcó en la ruta Interbalnearia
Ómnibus de Copsa del Este volcó en la ruta Interbalnearia.
Foto: Maite Beer

Por Pablo Méndez
En el marco de la investigación que se realiza a raíz del accidente protagonizado por un ómnibus de la empresa Copsa que volcó sobre la ruta Interbalnearia y provocó la muerte de una joven de 15 años, ayer declararon quienes fueron citados por la defensa de los damnificados.

Uno de los principales testimonios fue el de un conductor zafral de la empresa, quien había manejado la misma línea 10 días antes del trágico accidente.

En su opinión, el estado del vehículo no era el óptimo para circular. Ante la fiscal del caso, Jesica Pereira, el hombre aseguró que era “imposible” manejar ese ómnibus. E incluso expresó que el coche se “bamboleaba” y que las curvas debían ser realizadas a baja velocidad porque se hacía “imposible controlarlo”.

Ómnibus de Copsa volcó en Ruta Interbalnearia
Ómnibus de Copsa volcó en Ruta Interbalnearia
Foto Maite Beer

Declaración

El conductor detalló su vinculo con la empresa durante la audiencia y, según dijeron fuentes del caso a El País, explicó que trabajó desde diciembre de 2022 hasta finales de enero de este año, apenas unos días antes de que se diera el accidente.

Cuando inició en diciembre manejó más de una unidad, hasta que el 2 de enero le adjudicaron la misma línea que volcaría sobre el kilómetro 93, la 540 Este. Las fallas mecánicas, según su testimonio, eran evidentes.

“Fue la primera y la única vez que lo conduje. Fui hasta Punta del Este y pude ver como si lo pasabas de 60 kilómetros se empezaba a sacudir de un lado a otro y perdía estabilidad”, afirmó el chofer en diálogo con El País.

Además, remarcó que en las curvas “era muy peligroso manejar” y por esto lo hacía a una muy baja velocidad.

El hombre, que prefirió no brindar su nombre por cuestiones laborales, relató a la fiscal del caso que cuando llegó a la terminal de Tres Cruces “pidió el cambio de unidad”, pero su solicitud fue rechazada.

Ante esto, el conductor se opuso y planteó que si no le asignaban otro ómnibus, él no salía de la terminal. Al cabo de unos minutos le permitieron el cambio y acercó el coche hasta el taller más cercano de la empresa.

Allí, valiéndose del relato del mecánico, constató las fallas del ómnibus y enfatizó que el coche debía haberse sacado de circulación al menos hacía una semana. “Tenía problemas de alineación graves y en los frenos, las que yo había notado en el pedal que estaba muy largo”, sostuvo.

El 12 de enero el chofer zafral se encontraba terminando un viaje hacia Punta del Este. Cuando llegó a la agencia sus compañeros le relataron lo ocurrido.

“Nos pudo pasar a cualquiera de nosotros. Solo contamos con otra suerte. El chofer que se accidentó tenía experiencia; cualquiera pudo haber sufrido el accidente”, dijo.

A los tres días del siniestro, la empresa le comunicó al conductor que “por no cumplir las expectativas esperadas” finalizarían su contrato. El hombre asevera que el despido fue “sin explicaciones”.

Ómnibus de Copsa volcó en Ruta Interbalnearia kilómetro 93.
Ómnibus de Copsa volcó en Ruta Interbalnearia kilómetro 93.
Foto: Ricardo Figueredo

Mecánicos

De la audiencia también participó la secretaria general del sindicato de trabajadores de Copsa, Romina Mangino, quien ratificó lo declarado por el chofer.

Según fuentes del caso, Mangino expresó que no era un problema esporádico el que sufría la unidad y que la empresa estaba al tanto.

Además de ella, participaron de la audiencia implicados en el área mecánica de Copsa: un mecánico de la empresa, el jefe del taller de Copsa y un funcionario de un taller particular al que envía su flota la empresa Copsa.

Sobre las declaraciones de estos, una fuente del caso mostró sorpresa por la nula preparación de los mecánicos que manipulaban los ómnibus. Según las declaraciones, los funcionarios solo contaban con la experiencia de trabajar en el taller.

Incluso, otra fuente explicó que para los controles que se hacen no utilizan manuales de los vehículos, que no se recibieron capacitaciones por parte de la empresa fabricante y que esto genera que “no se tenga un verdadero control de las unidades”.

En tanto, el representante del taller de reparaciones particular al que también se derivaban los ómnibus, aseguró que no testeaban el funcionamiento de los vehículos antes de que comenzaran a circular.

La defensa del conductor, a cargo del abogado Sebastián Serrón, pedirá que se detalle si la empresa probaba los coches que sacaba a la calle.

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