En el primer día hábil tras la feria judicial volverá la actividad en el caso Penadés. Está previsto que el martes y miércoles de la semana próxima se discutan las preguntas que se le harán a Javier Viana y que él declare desde España, país en el que reside hace dos décadas. Viana contó su historia en el libro Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder (Editorial Sudamericana), escrito por los periodistas Carolina Delisa y Martín Tocar.
Luego de la publicación del material, en el que Viana relataba cómo había conocido a Penadés siendo menor de edad y había sufrido diversos abusos, la fiscal Alicia Ghione tomó contacto con él y le preguntó si quería incorporarse a la causa. Viana lo hizo y amplió lo que había contado en el libro pero en sede de Fiscalía —para la que declaró por videollamada—, ahondó en detalles y relató nuevas situaciones.
Tanto fue así que Ghione, cuando amplió la imputación de Penadés en mayo, le sumó los cargos presuntamente perpetrados contra esta nueva víctima.
Ante la Fiscalía, Viana contó que cuando tenía 16 años caminaba una noche por la avenida 18 de julio cuando lo interceptó el exsenador, que iba en su auto. Para ese entonces él vivía solo en una pensión, estudiaba peluquería y trabajaba en un supermercado. El político lo invitó a tomar algo y le ofreció un pancho y una gaseosa, pero eso se convirtió en el inicio de años de abusos, según le contó a Ghione.
Aseguró que fue abusado sexualmente varias veces, maltratado, denigrado y que era retribuido con distintos objetos materiales que, por su situación precaria, le venían bien. Luego, cuando comenzó a querer salir de ese vínculo, le ofreció dinero.
También ratificó lo que contó en el libro respecto de "los chicos Penadés". Así nombraban a un grupo de chicos jóvenes —de algunos él sospechaba que eran menores de edad— que iban a fiestas sexuales que organizaba el exlegislador y en la que había sustancias estupefacientes prohibidas, según relató Viana.
La declaración que es válida en un juicio es la que se hace frente a un juez, por eso Ghione había solicitado semanas atrás que se le tomara declaración a esta víctima. Por tener esa calidad no tiene que esperar al momento del juicio oral para declarar sino que puede hacerlo antes. De todas formas, esto demoró más de lo normal porque al Viana estar en España se tuvieron que activar mecanismos de cooperación internacional para que la videollamada se realice desde una sede judicial de ese país. Si no se hiciera de esta manera, no tendría validez.
El miércoles 16 a las 14:30 horas está citada la audiencia en la que la Fiscalía, la defensa de Gustavo Penadés (Laura Robatto y Homero Guerrero), la del profesor Sebastián Mauvezín (Rosana Gavazzo) y la de las víctimas (Consultorio Jurídico de la Udelar y Sandra Colman por Jonathan Mastropierro) debatirán qué preguntas se le van a realizar. Una vez que esa lista se depura, se le envía a un técnico que es el encargado de hacerle las preguntas a la víctima.
La toma de declaración se dará al otro día, el jueves 17, a las 7:30 horas. Se realiza en ese horario —normalmente inhábil para el Poder Judicial— por la diferencia horaria que existe entre Uruguay y España. En el país de residencia de la víctima hay cinco horas más que aquí.