Redacción El País
El fiscal de Flagrancia, Fernando Romano, formalizó la investigación contra el expolicía de 78 años que estaba detenido por enviar una bolsa con huesos de pollo descompuestos, junto a dos notas amenazantes, a una activista de derechos humanos.
Según informó el director de Comunicación de Fiscalía, Javier Benech, al expolicía, que trabajó en la década de 1960, se le imputaron dos delitos de violencia privada agravada en reiteración real y como medidas cautelares se dispuso arresto nocturno por cuatro meses, prohibición de acercamiento a la víctima, fijación de domicilio y control aleatorio del arresto nocturno.
La víctima estuvo presente en la audiencia y de acuerdo con las medidas cautelares dispuestas. Estuvo acompañada y asesorada por el Consultorio Jurídico de la Universidad de la República.
La denuncia se dio a conocer a principio de noviembre. Una vecina de la localidad de Jacinto Vera halló la bolsa en la puerta de su casa. Se trataba de la segunda amenaza en dos semanas.
Uno de los mensajes, según informó Telemundo (Canal 12), decía “Topolansky asesina sucia”, en alusión a la exsenadora del Frente Amplio, Lucía Topolansky.
La víctima forma parte del colectivo La Casa de Óscar, que publicó un comunicado con fotos de la bolsa con huesos y las notas que la acompañaban: "Acá hay huesos. No hay en los cuarteles, sigan buscando, giles". Las notas tenían la firma "JUP", como posible alusión a la Juventud Uruguaya de Pie, organización de derecha activa en los años 70.