"Hay que generar una adicción; un vínculo entre el sexo y la habitación"

| El miércoles dictó una charla sobre "el diseño y el sexo". Es el decorador de las suites de los hoteles de alta rotatividad más conocidos en Uruguay. Habló sobre la funcionalidad que deben tener y cómo combinar eso con la fantasía y el buen gusto. Así fue como creó la suite "Espacial", un cuarto con forma de nave que se convirtió en la principal atracción del Hotel Goes. Allí también hay otras suites: "Las mil y una noches", entre alfombras voladoras y genios salidos de lámparas mágicas; el estilo francés de la suite "Luis XV" o el cuarto que bien pudieron haber usado Pedro y Vilma Picapiedra. "El cliente tiene que lamentarse por tener que irse", dice.

Horacio Varoli

-Usted ha dictado charlas sobre "el diseño y el sexo". ¿De qué tratan?

-Se refieren al diseño de una habitación de un hotel de alta rotatividad. Hay una historia detrás de todo esto: no es el resultado de la imaginación solamente, es el resultado de toda una experiencia a lo largo de treinta y pico de años. Y hay una cantidad de pormenores técnicos que van acompañando ese proceso.

-¿Cuándo empezó esto de ambientar las habitaciones?

-En 1975. Hubo una habitación que ya no existe, que fue el "apartamento 5". Le pusimos unos espejos inclinados, una cama redonda, con luces muy modernas. Impactó mucho en un principio, pero el público acá es muy reducido. Entonces tuvimos que cambiar un poco la filosofía en la segunda habitación y hacer algo más moderado, más tradicional, más conservador, hasta que empezaron las temáticas y después los servicios: el primer frigobar, la primera pornografía…

-¿A qué se refiere con la primera pornografía?

-Este fue no solamente el primer hotel (el Goes) que dio pornografía, sino el primer lugar donde se dio pornografía en el país.

-¿El video pornográfico forma parte del diseño de una habitación?

-Claro. Es muy importante porque incentiva.

-Para el diseño de estas habitaciones, ¿cuánto hay de fantasía y cuánto de talento?

-Lo que hay mucho, y que no me preguntó, es de funcionalidad. Esto no puede dejarlo de lado. Hay que tratar que esa habitación, después de que se va el que la usó, quede como si nada hubiese pasado para la pareja que viene después. Y eso no es solamente trabajo de las personas que hacen la habitación; eso es preparar la habitación para que se pueda lograr: no hacemos alfombras, no hacemos desniveles, ponemos una buena luz para que todo se pueda ver y no quede nada. En las horas pico, en cinco o seis minutos tiene que quedar pronta la habitación. Dentro de esa funcionalidad y esa practicidad, está la creación y el talento.

-¿Qué tiene que tener una habitación?

-Tiene que ser un mundo interior. La persona que entra allí tiene que salirse de la realidad. Todo el que viene a un hotel lo planificó antes. Esa planificación genera una adrenalina, y a medida que va llegando esa adrenalina aumenta, cuando entra a la pista de estacionamiento crece más, cuando le dan la llave de la habitación crece más, y cuando abre la puerta crece más, y lo menos que podemos hacer es defraudar esa adrenalina que se trae. Entonces tiene que estar totalmente ajeno a la realidad. No puede haber ventanas, por ejemplo. La persona que llega tiene que olvidarse si es de día o de noche, si llueve o no, si es sábado o domingo… La cuestión, en definitiva, es lograr que se cree una adicción.

-¿Con las habitaciones temáticas se pretende crear una adicción?

-Sí. Que le quede ese vacío como toda cosa que se consume; cuando se vaya tiene que lamentar irse y generar esa cosa de "cuándo vuelvo". Lo ideal es generar un vínculo entre el sexo y la habitación.

-¿Ese es un objetivo profesional o es un objetivo para el negocio?

-Es exactamente lo mismo. Mi profesión es el negocio de ellos (de los dueños). Nadie me contrata para hacer algo lindo o feo, sino que tenga un resultado económico.

-Cuando le pregunté por la fantasía y el talento, me habló de la funcionalidad. Le cambio la pregunta: ¿están sus propias fantasías en las habitaciones?

-No, no (risas). Trato en todo lo posible de que no. Las tengo, pero hay que desprenderse un poco. Uno no puede hacer las cosas a su propio gusto. La gama de gustos en el sexo es tan variable, que uno pecaría de exclusivo y mellaría los resultados económicos porque dejaría de considerar las fantasías ajenas.

-¿Prueba las habitaciones?

-Las he probado con mis parejas hace muchos años (risas).

Perfil

Nombre: Joaquín Winkler.

Nació: En Buenos Aires, Argentina.

Edad: 63 años.

Otros datos: Llegó a Uruguay hace más de 30 años. Es divorciado y tiene dos hijas; las dos son mayores.

Una pizza, una cerveza y a la cama

Joaquín Winkler no sólo diseñó habitaciones en hoteles de alta rotatividad. En su currículum se incluyen trabajos en muchos locales gastronómicos. Es, por ejemplo, el responsable del diseño de ocho locales de la cervecería La Pasiva en Uruguay. También diseñó el interior de las sucursales de esa firma en Vigo (España), Capao da Canoa y Porto Alegre (Brasil). En Montevideo también se ocupó de distintas pizzerías y bares, como Il Mondo della Pizza (18 de Julio y Paraguay), la parrilla y restó Nuevo García (Carrasco), el restaurante Don Trigo (Parque Rodó), la pizzería El Subte (Ejido y 18 de Julio), La Papoñita (18 de Julio y Minas) y la confitería Conaprole (Pocitos). Participó de la remodelación general del Teatro Nuevo Stella, del hall de entrada del Hotel Klee y la decoración general del Hotel Remanso (Punta del Este). Además del Hotel Goes, hizo habitaciones en Marivent, El Edén, Séptimo Cielo, Bella Vista y El Portal (Las Piedras). Integra la Asociación de Diseñadores Interioristas Profesionales del Uruguay.

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