La arquitectura, los elencos, plateas repletas y un entorno urbano muy cambiante son parte de la muestra.

Mañana sábado, a las 12:00 horas, el Centro de Fotografía inaugurará en su galería al aire libre de la Ciudad Vieja la muestra "El Teatro de toda la vida-160 años del Solís". Podrá visitarse hasta el 2 de agosto. Se trata de una selección gráfica acerca de la historia de la sala, trabajo realizado en el Centro de investigación, documentación y difusión de las Artes Escénicas.

Las imágenes iluminan el pasaje de artistas, compañías y elencos por el colosal escenario. También hay fotos de detalles de la construcción, de sus espacios interiores y el entorno cambiante a través de décadas.

El puntapié inicial para la obra del teatro se dio en 1840, cuando un grupo de empresarios conformó una sociedad de la que participaron 156 accionistas. La elección del terreno y el proyecto original correspondió al arquitecto italiano Carlo Zucchi, pero terminó siendo adaptado a las necesidades económicas por el arquitecto Francisco Javier De Garmendia.

En 1842 comenzaron las obras y al año siguiente ya hubo que interrumpirlas debido al inicio del Sitio de Montevideo. Estaban listos los cimientos y algunos muros de menos de 2 metros. Hubo que mantener a resguardo materiales llegados de Europa, como la madera siberiana para la estructura, columnas, capiteles de mármol italiano y pizarras para el techo.

Como se afirma en la página web del coliseo, antes de bautizarlo definitivamente varios nombres anduvieron en danza.

En el libro "Teatro Solís. Historias y documentos.", de Daniela Bouret, también se recogen datos de tiras y aflojes. El 1º de setiembre de 1854 la Comisión decidió que se llamaría Teatro de la Empresa. Pero un año después varios accionistas pidieron reconsiderar el tema. Quedaron en juego muchos nombres: Teatro del Progreso, Teatro de Montevideo, Teatro de la Armonía, Teatro de la Libertad, Teatro Oriental, Teatro de la Ópera, Teatro de la Constancia, Teatro de la Paz, Teatro del Sol y Teatro de Solís. Aunque el grabado del sol estampado en la fachada dio lugar a polémicas, para Bouret la elección del nombre fue un homenaje a Juan Díaz de Solís. Durante la inauguración, uno de los accionistas afirmó que fue "consagrado a la memoria del intrépido descubridor de la Banda Oriental del Río de la Plata".

El 25 de agosto de 1856 quedó inaugurado, en presencia del presidente Gabriel Antonio Pereira, con la representación de la ópera "Ernani" de Verdi, que había sido estrenada en La Fenice de Venecia el 9 de marzo de 1844.

Los cuerpos laterales del teatro fueron erigidos entre 1869 y 1874, de acuerdo al proyecto del arquitecto francés Víctor Rabu. En primera instancia se había pensado que tales espacios, desvinculados de las programaciones teatrales, permitirían recibir ingresos por arrendamientos a un hotel o comercios. Entre varias reformas, en 1881 se cambió el techo de madera del teatro por uno de estructura metálica de origen francés y en 1882 se ensanchó el escenario, bajo la dirección del ingeniero Juan Alberto Capurro. Entre 1905 y 1910 se sofisticó la decoración, incorporando por ejemplo las pinturas del plafond de la sala y el arco escénico.

En 1937 el Solís fue comprado por la Intendencia Municipal de Montevideo, y prácticamente no hubo actividades hasta 1946 en razón de algunas mejoras.

Al siguiente año pasó a convertirse en la principal sede del elenco oficial y estable recién creado: la Comedia Nacional, que debutó con "El león ciego", de Ernesto Herrera.

Pero el Solís no solo albergó puestas escénicas teatrales sino también espectáculos sinfónicos, líricos y dramáticos de elencos nacionales y extranjeros. En 1965 se renovó el alhajamiento del teatro y cambiaron las butacas de la platea.

Después del último cierre que permitió una gran adecuación, el Solís reabrió en 2004.

UN COLISEO CON NOMBRE POLÉMICO.