Fiorella no piensa dejar de luchar

| Fiorella dice que no se va a quedar cruzada de brazos, mientras crece la solidaridad para financiar su tratamiento

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CESAR BIANCHI

La de Fiorella en Maroñas es una casa modesta, que refleja la sencillez de la familia que la habita. El piso tiene baldosas rojas y amarillas, la pared es celeste y hay un sinfín de cuadritos con fotos del padre Miguel Buzeta, la madre Mariela Carminatti, y los hermanos Federico de 19 años, Eliana de 14 y Fiorella de 12.

Miguel Buzeta (41) es marino pesquero. Trabaja en cubierta y hasta fue contramaestre. En la mañana del 12 de abril estaba en el Sindicato de Pescadores cuando lo llamaron para avisarle que le había sucedido algo a su hija menor en el liceo. Le mintieron, le dijeron que se había torcido un pie. Cuando llegó al hospital Pereira Rossell le contaron la verdad.

"Me dijeron que le habían pegado un balazo. Y me dijeron que ya había sonado el timbre de la salida. Yo no lo podía creer, no entendía nada", reflexiona el padre de Fiorella. "Me comí un garrón...", dice sin consuelo.

El living de la casa es un living singular. Está lleno de latas, pero no son latas cualquiera, tienen ranuras para donaciones. Las decenas de latas tienen la foto de Fiorella y piden "una ayuda".

Los padres ni siquiera piensan en una operación, sino en un proceso de rehabilitación. A nadie de la familia se le pasa por la cabeza que Fiorella puede no volver a caminar.

Miguel Buzeta está "asombrado" por el apoyo de la gente. A Fiorella le llegan regalos y donaciones todo el tiempo. Viene gente a ponerse a las órdenes, que nunca en su vida conoció a Fiorella, antes del triste episodio que la catapultó a la popularidad. Dice que les han llegado e-mails de uruguayos en Suecia y Estados Unidos con órdenes de compra. Otros, simplemente con aliento.

Tiene bronca por los oportunistas, ya que dos veces estaban en el Pereira Rossell, en plena rehabilitación, e intentaron robarle la casa. "Vinieron todos, menos las autoridades de Secundaria. Ayer (el jueves) fue el día contra la violencia y tampoco nos invitaron. De todas formas, no hubiera ido".

Vio por televisión cuando en el programa Zona Urbana de canal 10 los padres de Marcos, el chico que involuntariamente disparó el arma en el aula, le pidieron perdón a la familia Buzeta. "Soy impermeable. Prefiero ser impermeable porque sino soy capaz de una locura", acota.

El padre tenía trabajo en un barco pesquero, pero pidió que lo envíen a seguro de paro para poder atender a su hija. La mamá, Mariela, es ama de casa y ahora está dedicada plenamente a la rehabilitación de su hija menor. Anhelan poder recaudar suficiente dinero (ver nota adjunta) para poder llevarla a un hospital privado en San Pablo o uno público en La Habana. En ambos lugares tienen la historia de Fiorella y están redactando un plan de trabajo.

Fiorella tiene la bala alojada entre la tercera y la cuarta vértebra lumbar. La médula está inflamada. Tiene lesionados los esfínteres, por lo cual intentan cuidarla lo más posible para que no vuelva a infectarse. Por ahora asiste al psicólogo y al fisioterapeuta, donde reaprende a vestirse, a subirse a la cama, a desarrollar los músculos.

Escribe y lee poemas. Le fascina la cumbia y los grupos tropicales. Fiorella es hincha de Peñarol: "la única inteligente de la casa", se jacta frente a toda su familia.

Mariela dice que "pasaba corriendo de acá para allá, y le encantaba ir a bailar al club Las Acacias de la calle Bagé. Es la bailarina de la casa", dice. Fija su mirada en las baldosas del piso y reitera: "es la bailarina de la casa". De buen grado, Fiorella acepta dialogar con el cronista.

LUCHA. —Si volvés a caminar, ¿cuál es el primer lugar al que irías?

—No sé... Primero voy a abrazar muy fuerte a mis padres y a mi familia. Después, a donde me lleven.

—¿De qué forma este episodio cambió tu vida?

—Cambió mucho. Ahora todo es diferente. Siento que hay muchas cosas que hacer en mi casa. Antes nadie me conocía y ahora todo el mundo que me ve me saluda.

—El jueves las autoridades de Secundaria llamaron a una jornada de reflexión contra la violencia. Todos sabemos que se celebró gracias a lo que te pasó a ti. ¿Cómo lo tomaste?

—Creo que una sola jornada no va alcanzar, una sóla no va a servir para nada porque es mucha la violencia que hay en los liceos de todo el país.

—¿Cómo sentís el apoyo de la gente que te llama, te saluda, te da aliento?

—Lo tomo con mucho cariño. Me siento que estoy apoyada, porque es mucha la gente que me quiere. Me siento apoyada por la gente.

¿Te ha sorprendido la cantidad de gente que no conocés que te ha demostrado su apoyo?

—Sí, la verdad que sí. He recibido e-mails de adolescentes y gente mayor. También en la calle.

—¿Qué es lo que más te dicen?

—Que salga adelante, que luche por mí. Es todo aliento.

—¿Por alguien te sentís desilusionada?

—No (Piensa) Sí, bueno, sí...

—¿Me querés decir el nombre de esa persona que te desilusionó?

—Prefiero no nombrarlo. Pero no me importa porque tengo a mi familia.

—¿Marcos era amigo tuyo?

—Compañero de clase. Nunca hubo una amistad.

—En el programa Zona Urbana (de canal 10) los padres de Marcos te pidieron disculpas en nombre de su hijo. ¿Cómo lo tomaste?

—No me importa. Yo no lo quiero ver. Por mí, que se rompa la cabeza contra la pared pidiendo verme. Yo igual no lo quiero ver.

—¿Pensás que en algún momento podrás perdonarlo?

—Nunca... nunca.

—Ahora sos todo un referente de muchos jovencitos. ¿Qué le dirías a otros adolescentes que estén pasando por una situación similar a la tuya?

—Que si les pasa algo como a mí, luchen.

—¿Y cuál es la manera de luchar?

—Los doctores muchas veces te dicen que no vas a salir adelante, pero vos tenés que ponerle fuerza. Si vos querés, vas a poder.

—¿Algún doctor te dijo que no ibas a poder?

—No, a mí no, pero hay casos en los que sí pasa. Yo voy a seguir adelante hasta el final. Si más adelante me llegan a decir eso, que no creo que pase, no me voy a dar por vencida. Yo voy a seguir.

—¿Qué hacés en todo el tiempo libre que tenés?

—Charlo con mis amigos o juego en la computadora. También escucho música.

—¿Te deprimís a veces?

—No (Piensa) Bueno, sí. Pero enseguida salgo adelante.

—Me dijo tu papá que sos vos la que los levantás a ellos cuando se deprimen.

—No, son ellos los que me levantan a mí. Ellos y el pueblo. Mientras el pueblo también me apoye, yo no me voy a quedar de brazos cruzados. Me tengo que ayudar a mí misma porque el pueblo quiere que salga adelante.

—No te vino a ver ninguna autoridad de Secundaria. ¿Qué pensás al respecto?

—Tienen que ser conscientes de lo que están haciendo, o lo que no. No me importa que no vengan a verme. Quisiera tener la ayuda de ellos, pero (si no vienen) igual voy a salir adelante. No me afecta. No me voy a rendir por eso.

—¿Cómo te ves de acá a un año?

—Caminando. Pero espero que sea dentro de menos tiempo. Lo antes posible.

—¿Y a dónde te ves yendo?

—No sé. Hacia adelante.

—¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?

—No sé, no lo tengo pensado. Cuando era más chica quería ser veterinaria, pero ahora no sé.

—¿Tenés sueños Fiorella?

—No y sí. Tengo un sueño que es verme bien, caminando y seguir mi vida normal. Pero más que un sueño lo veo como una realidad, como una certeza.

Juicio contra la ANEP

El próximo 14 de junio se celebrará la audiencia de conciliación en el Juzgado de Conciliaciones de segundo turno entre la familia Buzeta y la Administración Nacional de Enseñanza Primaria (ANEP), previa a un juicio por daños y perjuicios que el abogado de los Buzeta, Daniel Toledo, le entablará a la ANEP.

Toledo estimó la indemnización a pedir en U$S 730.000 como tasación primaria de los daños y perjuicios causados. "Esto incluye daño emergente, lucro cesante y daño moral a Fiorella, a sus padres y sus hermanos, en menor medida", argumentó el abogado.

Para ayudar en la rehabilitacion de fiorella

Hay tres números telefónicos 0900 que recaudan dinero para la rehabilitación de Fiorella Buzeta. Ellos son: 0900 9368 por $ 20, 0900 9369 por $ 50, y 0900 9370 por $ 100.

Los números de cuenta en el Banco República para recibir donaciones son el 179094979-2 para donaciones en dólares y 179094978-4 para donaciones en pesos.

El Centro de Farmacias del Uruguay es el encargado de distribuir latas por farmacias y otros comercios de Montevideo para recibir ayudas de los uruguayos.

Por otra parte, el domingo en los tres cines Moviecenter de la capital (Portones Shopping, Montevideo Shopping y Punta Carretas Shopping) en la función de las 17:30 horas se emitirá la película "Scooby Doo 2". Toda la recaudación de esa función, en los tres cines, será para la recuperación de Fiorella. La entrada cuesta $ 85.

El e-mail de Fiorella es fbuzeta@movinet.com.uy

Iname niega versiones de padres del joven Chiappa

Autoridades del Iname, en diálogo con El País, negaron enfáticamente las versiones que dio a este medio la madre del chico Marcos Chiappa de 12 años, internado por el incidente en que Fiorella Buzeta fue baleada en el Liceo 13, cuando el joven introdujo un revolver Browning 357 al instituto de enseñanza. Marcos Chiappa está internado en el hogar "El Desafío" donde convive con otros 30 muchachos menores de quince años. En dicho hogar hay una división de tres niveles según las razones de internación de cada uno de ellos.

Dichas versiones indicaban que el joven estaba siendo presionado por otros menores internados y que también había sido víctima de robos así como horas de estudio insuficientes y condiciones de internación muy malas.

" Marcos está bien. Se le habilitó una pieza especial donde está solo y convive con otros muchachos cuando sale al patio. Se relaciona con los otros niños sin problemas. Son chicos en situación muy similar a la suya", dijo a El País la actual directora de Interj, Victoria Bega.

La especialista indicó que el joven no ha sido víctima de hurtos. "Se trató de una toalla que apareció en una bolsa y un walkman que el mismo prestó y ya fue devuelto", aseguró Bega.

En cuanto a los estudios insuficientes denunciados por la madre del chico, Bega expresó: " Marcos está estudiando desde el 4 de mayo. Concurre todos los días a la División Educación del Iname con otros muchachos y recibe allí el mismo nivel y programa que si estuviera concurriendo al liceo. De hecho está allí entre cuatro y cinco horas por día", explicó Bega.

Asimismo aseguró que no hay maltrato de ningún tipo, está asistido por un grupo de psicólogos, educadores, médicos y psiquiatras.

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