El mar Caspio puede quedarse sin caviar

Irán - Los amantes del caviar tendrán que pagar aún más estas Navidades para catar las huevas de esturión, una especie que según los pescadores iraníes del mar Caspio corre peligro de pronta extinción.

Del Caspio, el mayor mar interior del mundo, proviene el 90% del caviar disponible en el mercado internacional.

Pero las reservas de esturiones se agotan dramáticamente y ciertas especies, como los delicados Beluga y Osetra, están flirteando con la extinción.

"Hace quince años, el barco se hubiera llenado hasta arriba en una tarde de faena; hoy puedes pasar una semana sin pescar nada", lamenta Hedayat Mohammadi, un pescador que lleva 26 años faenando en las aguas de Bandar Anzali (noroeste de Irán).

A este lado del Caspio, señalan con un dedo acusador a los otros ribereños, Azerbayán, Kazajstán, Rusia y Turkmenistán.

"Después del desmoronamiento de la URSS, los traficantes y los menesterosos de las nuevas repúblicas se pusieron a saquear los fondos.

Ya no existe ningún control del Estado para contrarrestar la pesca ilegal, ningún esfuerzo de conservación", se queja Mohammad Purkazemi, científico que dirige el Centro Iraní de Investigación del Esturión.

"En Azerbayán pescan masivamente el esturión buscando sólo su carne. El pez no tiene tiempo de llegar a la pubertad", añade un veterano de las pesquerías locales, Farroj Sharifi. La edad de la reproducción y por lo tanto la producción del caviar varía entre 9 y 18 años según las variedades.

Lo peor está por llegar, vaticina Farroj Sharifi: "La verdadera catástrofe se producirá cuando los países cierren sus contratos petroleros y se pongan a explotar los yacimientos".

Los viveros de la República Islámica, que posee la mitad del mercado del caviar del mar Caspio y ha exportado 65 toneladas, por un valor de 35 millones de euros, entre marzo de 2003 y 2004 según las cifras oficiales, sueltan hasta 18 millones de jovenes esturiones al año. La proporción de los que llegan a la edad adulta es ínfima.

Irán vendría a gastar unos 10 millones de dólares al año para reconstituir las reservas del "fósil viviente", contemporáneo de los dinosaurios.

El mercado es monopolio estatal estricto. La mayor parte de la producción se destina a la exportación. El consumo doméstico está limitado a 100 gramos por persona y año, al prohibitivo precio de tres millones de riales (340 dólares) el kilo.

En el mercado internacional, el kilo de caviar iraní se paga a una media de 830 dólares.

Una incursión a Bandar Anzali, centro neurálgico de la industria del caviar, revela que el caviar de contrabando se puede negociar fácilmente entre 1,5 y 2 millones de riales (de 170 a 230 dólares).

Un antiguo traficante muy conocido allí, Hamid Gharavi, estima que por lo menos 30 toneladas anuales de caviar parten ilegalmente a los Emiratos Arabes Unidos o Turquía.

"La pesca ilegal es tan lucrativa que están implicados no sólo numerosos pescadores, sino también policías y gente oficial", dice Hamid Gharavi. Un empleado de las pesquerías públicas gana unos 24 millones de riales anuales (2.750 dólares), un clandestino gana siete veces más, dice.

El propio Gharavi fue condenado en 1996 por el tráfico de 1,5 toneladas de caviar a tres años de cárcel, multa y amputación de una pierna.

Los responsables reconocen que la mayor parte de los traficantes salen mucho mejor parados. También subrayan la necesidad de que los extranjeros comprendan la gravedad de la situación.

"La clave reside en una toma de conciencia general", dice Mohammad Purkazemi, porque de lo contrario "todos los esfuerzos resultarán baldíos".

AFP

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