El Hotel Paysandú cerró a los 64 años

PAYSANDU | SANDRA KANOVICH

Tras 64 años de actividad, cerró ayer el Gran Hotel Paysandú, que desde 1975 formaba parte de la cadena Méndez Requena, arrendando las instalaciones al Banco de Seguros del Estado (BSE).

Con sus 180 camas, el hotel constituía el 40% de las plazas disponibles en la capital departamental y su cierre involucra además, su tradicional confitería, uno de los íconos del centro sanducero. La decisión de suspender su actividad respondió a dos factores: la política del banco estatal de vender sus propiedades y la necesidad de inversión edilicia en el hotel, que ninguna de las dos empresas estaban dispuestas a realizar. Las últimas mejoras fueron efectuadas en 1996, con motivo de la Copa América, estuvieron a cargo de la empresa arrendataria y comprendió la reforma de toda la planta baja, además de las habitaciones y sus baños.

Aunque faltan cerca de dos años para el vencimiento del contrato, el BSE aceptó la entrega del inmueble. René de Méndez Requena, explicó a El País que la situación actual significó una oportunidad para ambas partes. "Se trataba de una inversión que, en este momento difícil para la hotelería del interior, no tendría retorno y como la política del BSE es vender sus inmuebles, optó por aceptar que dejáramos libre para poder vender", resumió la empresaria. Además, aseguró que la relación con la entidad bancaria siempre fue buena, que la situación generada ahora "sólo responde a problemas coyunturales" y que los acuerdos se realizaron en los mejores términos. Agregó que se están buscando soluciones para los 25 funcionarios que se desempeñaban en el hotel. Algunos se trasladarán a Piriápolis y continuarán dentro de la empresa. Según lo previsto, el fin de semana próximo se concretará la entrega de la llave al banco, que deberá, a partir de entonces, definir la modalidad de venta.

INTERIOR. Méndez Requena dijo que al igual que en Salto, la decisión de suspender su actividad en Paysandú se corresponde a las previsiones que toda empresa debe considerar. Aseguró que el hotel estaba funcionando en su totalidad y contaba con afluencia de viajeros, pero en un contexto que en su opinión, compromete seriamente a la hotelería del interior.

En tal sentido, expresó que desde hace al menos cinco años los hoteles del interior han disminuido sustancialmente su actividad, que ha quedado reducida casi exclusivamente al sector turístico y por lo tanto a algunas semanas o días en el año.