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Vuelve a caer la repetición en Primaria: pasó de 4,7% en 2020 a 4,4% en 2021

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Salón de clase. Foto: Francisco Flores.
Escolares acudiendo a primer dia de clases en la Escuela 38 Hotacio Dura en Curva de Maroñas, en plena pandemia de coronavirus Covid19 en Montevideo, centros de enseñanza publica, ND 20210301, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

EL PANORAMA DE LA EDUCACIÓN

También descendió en primer año, pero sigue en cifras muy por encima de lo observado en el resto de grados.

Cuando la mayoría de los niños uruguayos recién toman contacto con la lectura y la escritura, se enfrentan a un enorme desafío que uno de cada diez no alcanza a sortear “en tiempo y forma” y tienen que “volver a intentarlo”. La repetición en primer año de escuela es un colador tan potente que ni los cambios en los criterios de pasaje de grado logran desterrar.

Los resultados preliminares de la promoción en Primaria a los que accedió en exclusiva El País y que pueden variar en algunas décimas -dado que los estadísticos están revisando la información-, muestran que, tras un salto en el primer año de la pandemia, la repetición escolar en general, y sin importar el grado, volvió a bajar: pasó de 4,7% en 2020 a 4,4% en 2021. También descendió la repetición en primer año, pero sigue en cifras muy por encima de lo observado en el resto de grados: de 11,3% a 10,9%.

Incluso los guarismos están muy por encima del deseo de las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y de las propuestas de gobierno que habían hecho casi todos los partidos políticos (del oficialismo y de la oposición). Tanto es así que, en el programa colorado, que fue redactado por el hoy presidente del Codicen, Robert Silva, y por la directora de Planificación Educativa, Adriana Aristimuño, se dejaba en claro: “Entendemos que se debe revisar el régimen de evaluación de los estudiantes, en particular la repetición. Proponemos pasar de un régimen de evaluación y repetición anual y por grado, a un régimen que acompañe a los alumnos atendiendo sus dificultades específicas y que contemple ciclos educativos (terceros y sextos años)”.

Pero lo cierto es que, a casi dos años de la nueva administración, el régimen de repetición sigue intacto. Tampoco logró modificar esto la anterior administración, pese a las expresiones públicas realizadas por algunos jerarcas. Antonio Romano, quien ocupaba en el último tramo frenteamplista un rol similar al que hoy ostenta Aristimuño, había dicho: “Llegó la hora de que hagamos un pacto social, un acuerdo de que la educación es obligatoria para todos, es un derecho de todos y, por tanto, no puede ser pura meritocracia. Llegó el momento de que la clase media acepte que esos bancos que históricamente se reservó para sí misma, ahora los deberá compartir con los recién llegados... la repetición es la piedra en el zapato de la inclusión educativa”.

Uruguay se encuentra dentro del 24% de los países en que existe la repetición escolar en todos los grados. Hay un tercio de naciones que ni siquiera tienen esta herramienta. Todo el resto cuenta con ella, pero con un uso limitado (un máximo de un evento de repetición en toda la trayectoria educativa del alumno o una repetición por ciclos, y no cada año).

Sucede que “la no promoción (y el desfase que eso genera) es uno de los mejores predictores de riesgo en las trayectorias educativas”, había advertido el sociólogo Santiago Cardozo, quien estudió en profundidad este tema para distintos reportes de la ANEP. Uno de sus cálculos, en base a los resultados de las pruebas PISA, demostraba que de cada diez estudiantes que repiten en primer año de liceo o UTU, nueve abandonan. Y aunque en Primaria la desvinculación todavía no es tan latente como en la educación media, la repetición sí es un predictor de cómo le irá luego al alumno.

¿Y si se quita la repetición? “En las condiciones actuales (y pasadas), el sistema no brinda oportunidades reales a un número muy importante de estudiantes de cursar y progresar en los tiempos esperados: el estudiante que no aprende, no progresa... pero el que no progresa, no aprende”, había dicho Cardozo en un seminario que abordó esta discusión. En ese sentido, existe un consenso entre los técnicos de que es necesario eliminar o reducir a una mínima expresión la repetición, pero a cambio son necesarios acompañamientos que hagan foco en cada escolar.

Al respecto, la actual directora de Primaria, Graciela Fabeyro, adelantó a El País que es partidaria de apostar “al trabajo por ciclos: que no haya una repetición como hasta ahora en primer año, sino que se dé la chance de seguir, de madurar, de acompañar y evaluar recién en tercero”.

Un consenso dentro de la coalición

Entre los programas de gobierno de los partidos que integran la coalición había un común denominador: cambiar el sistema de promoción escolar. El Partido Nacional apostaba a la “eliminación del ‘pase social’ en Primaria y de cualquier otro procedimiento formal que tienda a disminuir artificialmente la repetición”. En su lugar, proponía el documento, “se instalará un régimen de promoción condicional no acumulable y un sistema de clases remediales en contra-turno para quienes sean promovidos en esas condiciones”. Los colorados estaban decididos a que la repetición fuera excepcional y por ciclos. Cabildo Abierto apuntaba al “trabajo de un docente de apoyo, en coordinación con el docente principal, los padres de los alumnos y la dirección de la escuela. Este docente de apoyo se integrará al tercer nivel de primaria (5º y 6º año), dado que están en estos grados los alumnos que vienen arrastrando carencias”. El Partido de la Gente propuso “un plan de urgencia” para “eliminar las elevadas tasas de abandono escolar y de repetición”. Y el Partido Independiente dijo: “Uruguay se caracteriza en la región y en el mundo por presentar

trayectorias con fuertes desvíos de lo que sería deseable y esperable”. Y propuso cambiar la herramienta.

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