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¿Es capaz de hacer las pruebas Aristas a las que se enfrentaron los alumnos de tercero de liceo?

Pese a que el informe del Ineed advierte sobre brecha entre contextos sociales y que no se alcanzaron logros, Silva valora los resultados por la pandemia.

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Estudiantes de secundaria
Estudiantes de secundaria.
AFP

Redacción El País
Las pruebas Aristas 2022, que se hicieron a los jóvenes de tercero de liceo, arrojaron resultados menos alentadores de lo esperado. Creció un 2,2%, con respecto a 2018, el porcentaje de estudiantes que alcanzaron niveles por debajo de tres -en una escala que fue hasta el cinco- en lectura, siendo estos el 24,9%. En matemáticas, en tanto, estos fueron el 66%.

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tenía como objetivo, para 2023, que estos porcentajes fueran de 21% y 62%, respectivamente. No obstante, para el gobierno de la educación los resultados de las evaluaciones que se le hicieron a alumnos de liceo -en públicos y privados- y UTU no implican un retroceso, sino que incluso deben ser vistos con buenos ojos, teniendo en cuenta la pandemia por el covid-19.

“El Ineed (Instituto Nacional de Evaluación Educativa) deja en evidencia la fortaleza de decisiones/acciones adoptadas en pandemia que permitieron mitigar en parte sus efectos y la necesidad de potenciar la transformación curricular en marcha. Seguimos adelante plenamente convencidos sobre la necesidad del cambio educativo”, sostuvo ayer a través de la red social Twitter el presidente de la ANEP, Robert Silva. Además, las pruebas se realizaron antes de que se pusiera en práctica la reforma educativa, en marzo de este año.

Aquí recogemos algunas de las pruebas de lectura y matemáticas, que están expuestas en el informe del Ineed, a las que debieron enfrentarse los estudiantes.

Texto para prueba de lectura

El dedo

 

Un hombre pobre se encontró en su camino a un antiguo amigo. Este tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el hombre pobre se había quejado de las dificultades de su vida, su amigo tocó con el dedo un ladrillo que de inmediato se convirtió en oro. Se lo ofreció al pobre, pero este se lamentó de que eso era muy poco. El amigo tocó un león de piedra que se convirtió en un león de oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El amigo insistió en que ambos regalos eran poca cosa.

—¿Qué más deseas, pues? —le preguntó sorprendido el hacedor de prodigios.

—¡Quisiera tu dedo! —contestó el otro.

Autor: Feng Meng-Lung

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