PARO DE EDUCACIÓN
El ministro de Educación lamentó que se organizara un paro a pesar del "esfuerzo muy grande" por comenzar el año lectivo "lo más temprano posible".
En el contexto del paro general de este 8 de marzo, al que adhirieron sindicatos de la enseñanza, el ministro de Educación Pablo da Silveira catalogó como "una pena" la movilización y afectación en el calendario lectivo.
"Hicimos un esfuerzo muy grande por empezar el año lectivo lo más temprano posible, hicimos un esfuerzo muy grande por flexibilizar protocolos para mejorar las condiciones de funcionamiento", dijo el ministro de Educación en diálogo con Radio Montecarlo.
"Es una pena, que una vez más, la primera decisión que se le ocurre a los sindicatos de la enseñanza sea dejar a los alumnos sin clase, que hace que los alumnos se perjudiquen y además afecta todo este esfuerzo público que se ha venido haciendo", detalló.
Da Silveira recalcó que todos los paros en la enseñanza afectan "sobre el funcionamiento de las familias", poniendo por ejemplo las madres solas que tienen que trabajar y cuentan con poder dejar a los niños en la escuela.
"Vivimos en un país libre, un país democrático. Quien quiera parar, para. Sueño con el día en que los sindicatos de la enseñanza se vuelvan más sensibles a los costos sociales de esta clase de medidas. Que protesten cuando tengan que protestar, pero sueño con el día en que la interrupción de clases sea la última medida sindical, no la primera", cerró.