Dos parques tendrán juegos para niños en silla de ruedas

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Hamacas y calesitas de accesibilidad universal serán los primeros juegos que permitirán a niños en silla de ruedas experimentar las mismas sensaciones que cualquier otro chico. Estarán en el parque Roosevelt y en el parque Rivera.

Fue necesario que varias instituciones estatales, organismos internacionales y programas específicos se reunieran para que la zona metropolitana incorporara los primeros juegos en espacios públicos abiertos que pueden ser utilizados por niños con discapacidades motrices. Dentro de unas tres semanas, según se anunció ayer, los parques Roosevelt y Rivera habilitarán espacios con hamacas y calesitas diseñadas especialmente para que puedan ser empleadas por chicos en sillas de ruedas.

De esta forma se abre una nueva posibilidad lúdica y de esparcimiento al aire libre para chicos que hasta ahora no podían experimentar el juego libre en espacios públicos abiertos.

Los juegos fueron importados de Argentina indicó Federico Lezama, de la Intendencia de Montevideo, y afirmó que si fueran fabricados en el país su costo sería menor.

El funcionario municipal informó que está planteado extender este concepto de accesibilidad a otros parques y plazas.

El proyecto fue presentado públicamente ayer en la sede de Presidencia. Además de la Intendencia de Montevideo está vinculada a esta iniciativa la municipal de Canelones (ambas reunidas en el programa Agenda Metropolitana) y el Proyecto Cuenca del Arroyo Carrasco del Programa Uruguay Integra, que está apoyado por la OPP y la Unión Europea.

Las autoridades mencionaron en la presentación que entre los objetivos de esta iniciativa se cuenta la "inclusión social", dando herramientas para que niños y jóvenes con discapacidades se integren y hagan propios espacios y actividades que, hasta ahora, les estaban vedados.

Además, los responsables de este proyecto consideran que se trata de una forma de "democratizar el uso de los espacios públicos".

El Proyecto Cuenca del Arroyo Carrasco es el encargado de llevar a cabo la instalación de los juegos, considerando todos los aspectos que permitan el acceso a los espacios públicos en donde los aparatos serán colocados. De acuerdo a los encargados de este programa, este paso representa un estímulo a la integración.

En Montevideo, el programa de accesibilidad a las playas, que se desarrolla en verano es un antecedente que está en la misma línea: permitir el uso de espacios públicos, con las adaptaciones necesarias para personas que tienen necesidades especiales y se desplazan en sillas de ruedas.

Hace tres meses, una de las principales conclusiones que dejó el Seminario Iberoamericano de Accesibilidad Universal, realizado en Montevideo, fue el concepto de que la accesibilidad no implica "lugares para discapacitados" sino "lugares para todos". "Tiene que haber una cultura urbanística en la que entren este tipo de cosas; para ello, tiene que haber una continuidad", dijo a El País el experto español Ignacio Robles García en esa oportunidad.