París - Alimentación, estilo de vida y medicamentos son algunas de las pistas exploradas para comprender y prevenir la enfermedad de Alzheimer y lograr un día curar a los pacientes que sufren esta enfermedad, una forma de demencia que afecta a cerca del 2% de los países desarrollados.

"Incluso si los medicamentos pueden temporalmente mejorar la memoria, no hay actualmente ningún tratamiento que permita frenar o revertir el proceso inexorable de la degeneración de las neuronas", explicó Mark Mattson, en un artículo publicado en la revista científica Nature con fecha del jueves.

Pero los "progresos rápidos" en la comprensión de las alteraciones celulares y moleculares responsables de la muerte de las neuronas "podrán pronto permitir la puesta en marcha de estrategias preventivas y terapeúticas eficaces", agregó el médico Mattson (National Institute on Aging, Baltimore, Estados Unidos).

Casi 100 años después de su primera descripción en 1906 por el médico alemán Alois Alzheimer, esta enfermedad neurodegenerativa afecta a unas 600.000 personas en Francia, con 135.000 nuevos casos cada año, y alrededor de 4 millones de personas en Estados Unidos donde el número de enfermos podría aumentar a 14 millones en 2050.

La incidencia de la enfermedad que produce la pérdida de la memoria, un declive de las funciones cerebrales, modificación de la personalidad y que padecen sobre todo las personas mayores, podría triplicarse durante los próximos 50 años, subrayó Mark Mattson.

Las regiones del cerebro implicadas en el proceso de aprendizaje y de memoria sufren una reducción de su tamaño en los enfermos de Alzheimer luego de la muerte de las neuronas. Esto sucede porque se acumulan en estas zonas del cerebro depósitos anormales o placas de proteínas beta-amiloides.

Se identificaron algunas mutaciones genéticas que predisponen a la enfermedad, especialmente en el cromosoma 14 cuya falla sería la responsable de una forma precoz de este mal mucho antes de los 60 años.

También se mencionaron algunos factores medioambientales: alimentación rica en calorías y en materia grasa y un estilo de vida sedentario podría aumentar el riesgo de sufrir esta forma de demencia, sin que se haya probado una relación de causa y efecto.

El ejercicio físico, la estimulación de la actividad cerebral, las restricciones calóricas, los aportes de vítaminas B, C y E están presentes como eventuales medios para reducir los riesgos. Entre las sustancias capaces de prevenir y neutralizar la enfermedad se cita al cobre y el hierro en exceso, medicamentos anticolesterol, anti inflamatorios como la aspirina y antioxidantes.

Los investigadores también plantean la posibilidad de producir una reacción inmunitaria con medicamentos que imiten la acción de una vacuna.

Todos estos estudios podrían permitir encontrar medicamentos a base de "pequeñas moléculas" que inhiban la acción del BACE1 con el fin de reducir la producción del amiloide y si es posible "el progreso de la demencia asociada a la enfermedad de Alzheimer", concluyeron los investigadores.

AFP