Publicidad

Aumentó 30% la cantidad de mujeres que trabaja

Empleo. Fue en los últimos 20 años. Ellas dedican 65% del tiempo a tareas no pagas

 20100428 660x600

DÉBORAH FRIEDMANN

En las últimas dos décadas la cantidad de mujeres que tiene o busca empleo aumentó 30%. Por semana trabajan 5 horas más que los hombres, pero destinan sólo la tercera parte de su tiempo a tareas remuneradas.

Esos son algunos datos que contiene el Mapa de género: El mercado de trabajo uruguayo, elaborado por el Centro Disciplinario de Estudios sobre el Desarrollo-Uruguay (Ciedur), que se presenta esta tarde en la sede del PIT-CNT.

En las últimas dos décadas la tasa de actividad (porcentaje de la población de más de 14 años que trabaja o busca trabajo) masculina se mantuvo estable entre 73% y 74%. Mientras, la de las mujeres se elevó de 41% a 54%.

Otro cambio sustantivo en los últimos 20 años es la expansión de la tasa de actividad de las mujeres que viven en pareja: pasó de 44% a 60%. "La otra característica relevante es que la tasa de actividad de las mujeres divorciadas o separadas tiene un nivel y un comportamiento similar al de los hombres en pareja, divorciados o separados", señala el informe.

PAGO Y NO PAGO. En promedio, los hombres trabajan en forma remunerada 10 horas más que las mujeres. El 7,5% de las personas con ocupación paga se lleva trabajo a su casa. De ellos, 60% son mujeres. La mayoría se desempeña en áreas como enseñanza, actividades inmobiliarias y empresariales y en el sector financiero.

La brecha de remuneraciones por hora, según sexo, es mayor en Montevideo que en el interior. En 2008 ellas ganaban 16% menos en la capital, mientras que en el interior percibían entre 12% y 13% menos.

Por otra parte, mientras que los hombres destinan 72% de su tiempo al trabajo remunerado y 28% al no pago, en las mujeres la proporción es inversa: 35% a labores remuneradas y 65% a las que no lo son.

Al analizar ese tema solamente entre las personas ocupadas, se encuentra que los trabajadores de ambos sexos dedican más tiempo al trabajo pago. De todas formas, hay desigual distribución de tiempo entre hombres y mujeres. Ellos dedican casi 80% a tareas pagas y ellas 54,4%.

Por lo tanto, si se considera la carga global del trabajo (suma del remunerado y del no), las mujeres desempeñan 5 horas más de labores en la semana que sus pares del sexo masculino.

GEOGRAFÍA Y EDUCACIÓN. Los niveles de actividad, empleo y desempleo desagregados por sexo difieren en las localidades menores y zonas rurales respecto a Montevideo y pueblos y ciudades con más de 5.000 habitantes. En los tres casos, en las zonas con menos población, las tasas son significativamente menores para las mujeres, comparándolas con el promedio del total del país.

Además, el estudio de las tres tasas muestra que la diferencia entre las personas de distinto sexo es más relevante entre quienes viven en pareja en localidades menores y zonas rurales del interior, y son menores en Montevideo. Lo mismo sucede con los solteros. En ambos casos, las tasas de actividad masculina son superiores al promedio nacional y las femeninas son inferiores.

Por otra parte, dentro de la población económicamente activa -personas de 14 o más años que tienen al menos una ocupación o que la buscan intensamente- las mujeres tienen un nivel educativo superior al de los hombres. De ellas, 20,1% llegaron a la enseñanza terciaria, mientras que 14,4% de los hombres alcanzaron ese nivel educativo.

DESEMPLEO Y OCUPACIÓN. La tasa de desempleo es siempre superior para las mujeres en todos los tramos de edad y es "muy elevada" en las que tienen entre 14 y 24 años (30,5%) y entre 25 a 34 años (13,2%).

Entre los desocupados, menos de la mitad cursó algún año de Secundaria: el 47,8% de las mujeres y el 44% de los hombres llegó a ese nivel.

Las mujeres son generalmente una proporción mayor de asalariados (públicos y privados) y una porción menor de patrones, de trabajadores y de trabajadores por cuenta propia.

Entre 2001 y 2007 aumentó la proporción de mujeres en el total de ocupados: pasó de 43,2% a 45,2%. Eso se explica, según el informe, por el incremento de su participación en los rubros comercio, restaurantes y hoteles, transporte y comunicaciones e intermediación financiera, y su reducción en el servicio doméstico.

Además, se mantienen concentradas en ciertos sectores de actividad: 18,7% trabaja en servicio doméstico, 19,1% en el comercio, 12,3% en la industria, 12,1% en servicios sociales y de salud y 10,3% en la enseñanza.

Por su parte, los hombres tienen como principal ocupación el comercio (21,1%), la industria (17,9%) y la construcción (12,1%).

Además, al analizar la información por área geográfica encontraron que en las localidades menores y zonas rurales es muy alta la proporción de hombres y mujeres en el sector primario (agro, pesca y explotación de minas y canteras). En tanto, en sitios del interior con más de 5.000 habitantes se registra la mayor proporción de mujeres en servicio doméstico (22,9%) y comercio (20,3%).

A nivel general, en el sector privado, las mujeres están más concentradas en empresas unipersonales y microempresas. Cerca del 60% se ubica en firmas con menos de cinco personas. En los últimos años, se redujo la proporción de mujeres en empresas unipersonales y aumentó la de las que están integradas a microempresas de dos a cuatro personas. (Producción: Viviana Ruggiero).

Las cifras

60% Es, dentro de los trabajadores que se llevan tareas para desarrollar en su hogar, la proporción de mujeres que lo hace.

18,7% Es la proporción de mujeres con trabajo que desarrolla tareas en el servicio doméstico, según el informe de Ciedur.

16% Menos que un hombre ganaba una mujer en 2008 en Montevideo. En el interior percibían entre 12% y 13% menos.

Menos de 40 horas semanales

El promedio de horas de trabajo remunerado semanal de las mujeres es muy inferior al de los hombres porque algo más del 60% realiza jornadas de menos de 40 horas semanales, mientras que el 67% de los hombres realizan jornadas superiores a las 40 horas semanales.

El trabajo no remunerado comprende las tareas doméstico-familiares, los cuidados infantiles, de dependientes y de enfermos, el trabajo voluntario y los servicios que se brindan a otros hogares sin recibir pago alguno.

El 87% de los hombres que trabaja de forma paga declara desarrollar tareas no remuneradas, mientras que 98% de las mujeres ocupadas lo hace. En el rubro agro, silvicultura y pesca, por ejemplo, 77,8% de los trabajadores del sexo masculino hacen tareas no pagas y 99,1% de las mujeres las desarrollan.

Las tasas más altas de participación en trabajo no pago se registran en mujeres que trabajan en servicio doméstico (99,7%).

El 41% de las mujeres no hace aportes

El 41% de las mujeres y el 38% de los hombres ocupados no poseen registro en la seguridad social. El servicio doméstico femenino es el sector que presenta niveles más altos (64,4%) de informalidad. El sector de eliminación de desperdicios y saneamiento tiene un 50%, la industria un 44,9%, el comercio un 44,1% y los restaurantes y hoteles 41,4%.

En tanto, el 54,4% de los hombres que trabajan en el sector de la construcción no realizan aportes jubilatorios. Hay sectores que tienen mayor representación femenina como por ejemplo el servicio doméstico (97,5%), la enseñanza (70,7%), los servicios sociales y de salud (70,3%) y la administración pública (57%).

En lo que refiere a los subsidios por enfermedad según el sexo y rama de actividad, fueron entregados, en 2008, 13.602 subsidios.

El 58,4% los solicitaron mujeres y el 41,6% hombres; de lo que se puede inferir que las mujeres se enferman más o son las que solicitan más subsidios, ya que también la proporción de mujeres que solicita es más alta cuando se calcula la proporción de hombres y mujeres que obtienen subsidios por enfermedad en el total de trabajadores registrados en la seguridad social.

El 1,59% de las mujeres y el 0,94% de los hombres registrados solicitaron el subsidio por enfermedad en 2008.

Producción agropecuaria, forestación, pesca e industrias manufactureras son los sectores donde hay un mayor número de trabajadores que se acogieron a este beneficio.

Por otra parte, el Banco de Previsión Social pagó, en el año 2008, 456 complementos por accidentes de trabajo.

En este caso la distribución por sexo es inversa a los subsidios: el 72% de los complementos fueron pagados a hombres y el 28% a mujeres. También un mayor número de hombres (68,5%) hizo uso del subsidio por desempleo en 2008.

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad