Eduardo Casanova | Médico de UCM
Quinientos años antes de Cristo, Hipócrates ya se refería a los "pesarios intrauterinos" que provocaban abortos. En la actualidad se planteó evitar la concepción, en lugar de abortar al niño concebido. Para ello se propusieron medios para evitar la fecundación del óvulo por el espermatozoide.
Los medios anticonceptivos naturales consisten en evitar las relaciones sexuales durante el período fértil femenino, dos a tres días antes y después de la ovulación, que ocurre el día 14 desde el inicio de la menstruación. Los medios anticonceptivos artificiales pueden ser químicos o mecánicos. Los segundos, o "de barrera", como los preservativos, impiden que el semen penetre en el tracto genital femenino.
Los anticonceptivos orales (ACO), comenzaron a utilizarse en la segunda mitad del siglo pasado. Originaron discusiones bioéticas y motivaron, por ejemplo, la creación del "Joseph and Rose Kennedy Institute", (Georgetown, EE.UU.), reconocido también como Instituto de "Bioética y Reproducción Humana".
Hasta el presente, el objetivo exclusivamente "anovulatorio", para impedir la ovulación, no se ha conseguido como se esperaba, dado que las dosis altas de hormonas resultaban nocivas, y las dosis bajas podían ser abortígenas, o no impedían el embarazo. Por ello se recurrió a procedimientos no anticonceptivos, sino contraceptivos, abortígenos como el RU486 y la "píldora del día después", y el misoprostol. Junto a los ACO se usó el (DIU), dispositivo intrauterino, que a veces causa efectos indeseables, y siempre evita la anidación embrionaria.
Administrar hormonas femeninas modifica la regulación hipofisaria y ovárica sobre la mucosa uterina (endometrio). Los estrógenos, previa la ovulación, preparan el endometrio para acoger al embrión, y la progesterona completa ese desarrollo. En caso de no inhibirse la ovulación (por dosis bajas, no cancerígenas), puede ocurrir la concepción por fecundación del óvulo, pero entonces, el endometrio no desarrollado para anidar al embrión, provoca su expulsión.
Las dosis bajas de ACO (solos o combinados) se preconizaron para evitar graves efectos colaterales. Pero si las dosis bajas de estrógenos podían ser inefectivas como anticonceptivas, combinándolas con progestágenos aumentaban los efectos indeseables, sobre todo a nivel cardiovascular. Además, las dosis bajas continuas (en "minipíldora", o desde el DIU), atrofiaban el endometrio al punto de reducir la menstruación.
El efecto contraceptivo o abortígeno se acrecentó usando la "pastilla del día después" (altas dosis de levonorgestrel), o con RU486 (o mefipristona, antiprogestágeno), provocando ambos la descamación del endometrio con expulsión embrionaria.
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Medio anticonceptivo natural.
Precisar el momento de la ovulación (por test de viscosidad del moco cervical y/o dosificando hormonas en orina) permitió conocer el momento de mayor probabilidad de que las relaciones sexuales sean fecundantes.
Inconvenientes de anticonceptivos orales.
Pueden no impedir la ovulación ni la concepción. Según la OMS se consideran carcinógenos tipo I, sobre todo para las mamas. Aumentan riesgo de infartos cerebrales, de miocardio, y la mortalidad por embolias pulmonares. Promueven el síndrome metabólico por resistencia periférica a la insulina.