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ANEP: Dos años de gestión trancada

Codicen. La educación pública estuvo dirigida por un hombre con afán conciliador al que le costó concretar. Los sindicatos y los consejos de UTU y Secundaria fueron sus mayores escollos

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En dos años y tres meses de gestión, el presidente saliente del Codicen, José Seoane, no pudo concretar proyectos clave de su estrategia, en parte por su estilo conciliador y en parte por la resistencia de sindicatos y los consejos de Secundaria y UTU.

Separar al Consejo de Secundaria en dos y crear los nuevos institutos de educación media con aportes de Secundaria y UTU, crear el Instituto Universitario de Educación para la formación de docentes, extender la evaluación en línea a Secundaria, cambiar el currículum de los liceos para reducir la cantidad de materias y hacerlas semestrales, establecer la figura del profesor-cargo en los liceos para que permanezcan en un solo centro educativo, evitar la rotación docente haciendo una elección bianual o trianual de horas y cambiar el plan de estudios en Formación Docente; todas estas iniciativas fueron planteadas por Seoane en el Codicen pero, por diferentes motivos, quedaron truncas o muy limitadas.

Seoane, que provenía de la Universidad de la República -fue decano de la Facultad de Humanidades entre 2006 y 2010-, se manejaba en el Codicen buscando el entendimiento y evitando la confrontación. Procuraba votar todas las resoluciones por consenso y si había desencuentros, detenía el proceso y negociaba con las partes hasta llegar a un acuerdo. Esto trajo dos dificultades; por un lado, lo que el propio Seoane reconocía como un problema de "velocidad de navegación", postergando la toma de decisiones casi indefinidamente, y por otro lado, en el afán por acordar terminaba sacrificando gran parte de su idea original y diluyendo las iniciativas.

Esto sucedió, por ejemplo, con la creación de institutos de educación media. En la ley de Educación de 2008 está previsto que el actual Consejo de Secundaria se separe en los consejos de Educación Media Básica y de Educación Media Superior. En Media Básica se deberían fusionar las propuestas de Secundaria y de UTU en los llamados institutos de educación media.

Seoane planteó en diciembre de 2010 la necesidad de crear estas nuevas instituciones, pero al momento de su renuncia solo había logrado poner en marcha para 2013 una experiencia piloto en 14 centros educativos, donde coexistirán las propuestas de Secundaria y UTU pero sin un programa de estudios común.

Según una fuente del Codicen, el principal escollo que encontró Seoane en este caso fue la resistencia del Consejo de UTU.

En Secundaria, una de las iniciativas de mejora implicaba modificar el plan de estudios 2006, para reducir la cantidad de materias y hacerlas semestrales. Se formó una comisión de trabajo, que realizó un informe al respecto, pero que fue rechazado por el sindicato de profesores (Fenapes). Así, la iniciativa quedó congelada, porque el Consejo de Secundaria no quiso avanzar sin el apoyo de Fenapes.

La misma suerte corrió la propuesta del profesor-cargo, un docente que se radicaría en un solo centro educativo para evitar la rotación. El Codicen aprobó la creación de esta figura en febrero de 2011, pero aún no pudo llevarla a la práctica. En este caso tampoco hubo acuerdo con los consejos de Secundaria y UTU.

Si bien el anterior Consejo de Secundaria, presidido por Pilar Ubilla, había llegado a un acuerdo con Fenapes, cuando la directiva llevó la iniciativa a la asamblea sindical ésta fue rechazada, y el tema volvió para atrás. Por otra parte, el Parlamento tampoco votó fondos para este proyecto en la última Rendición de Cuentas.

Otra de las iniciativas del Codicen para evitar la rotación docente, señalada como una de las principales causas de los problemas en los liceos, fue la de que los profesores realicen la elección de horas cada tres años, o en su defecto cada dos, y no cada año como hoy en día. Pero otra vez no hubo acuerdo con el sindicato.

Seoane también pugnó por extender las evaluaciones en línea a Secundaria, que actualmente se realizan en Primaria a través de las computadoras del Plan Ceibal y que permiten evaluar la formación e identificar a los alumnos con problemas de aprendizaje. Pero no tuvo eco hasta ahora de parte de Secundaria, donde ya se distribuyeron 94.500 equipos a estudiantes de Ciclo Básico.

El cortocircuito entre el Codicen y Secundaria y los sindicatos se hizo evidente el año pasado con el conflicto por el proyecto Pro-Mejora, que el Consejo se resistía a aplicar a pesar del mandato del Codicen. Esa fue una de las pocas ocasiones en que Seoane se puso firme, a instancias del consejero de la oposición, Daniel Corbo, que impulsó el plan, y su postura culminó con la remoción de las hasta entonces autoridades de Secundaria.

Por otra parte, en Formación Docente tampoco hubo avances. Una de las prioridades en ese ámbito es modificar el plan de estudios 2008, que por la sobrecarga horaria y de materias ha provocado que el 70% de los estudiantes abandonen la carrera en los últimos años, según un relevamiento del propio Consejo. Esta realidad compromete seriamente la futura oferta de docentes, pero el proceso para revertirla viene lento.

En agosto se terminó el autodiagnóstico del plan y este mes culmina un diagnóstico externo.

Además, en ese consejo se debe crear el Instituto Universitario de Educación (IUDE), también previsto en la ley 2008 y que pretende darle carácter universitario a la formación docente. Ahora que culminó la evaluación del plan de estudios actual se comenzarán a elaborar los nuevos planes que incluyan los aspectos de investigación para la formación universitaria.

Para la creación del IUDE también hay un escollo parlamentario, dado que para su establecimiento se requiere la aprobación de una ley con el voto de dos tercios de los legisladores. Pero el proyecto de ley que envió el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) al Parlamento fue rechazado por la oposición, porque considera que reproduce el sistema de cogobierno gremial de la Universidad de la República y no da ningún poder al sector político.

EL NUEVO. El próximo presidente del Codicen, designado por el presidente José Mujica, será Wilson Netto, director general de UTU desde 2005.

Este profesor de Física llega precedido de una fama de hombre resolutivo. El propio Mujica le reconoce una gestión importante en UTU al extremo de haber propuesto darle autonomía al organismo, una idea que naufragó en la interna del Frente Amplio.

Ahora Mujica le da todo el poder para esos cambios.

Salida para facilitar los cambios en educación

PABLO MELGAR

José Seoane estuvo al frente del Codicen hasta el preciso momento en que el gobierno lo necesitó. El miércoles 12 defendió las aspiraciones presupuestales de ANEP ante la comisión de Hacienda del Senado. Fue su última tarea en el cargo. Al otro día se oficializó que sería sustituido por el presidente del Consejo de UTU, Wilson Netto, un amigo del presidente José Mujica y de la senadora Lucía Topolansky.

Junto a Seoane, el presidente Mujica también sacó a la consejera Nora Castro, una vieja compañera política del primer mandatario y su esposa. El miércoles 12 Castro estaba en Buenos Aires por un tratamiento oftalmológico. Volvió a Montevideo, firmó la renuncia solicitada por el presidente y ensayó una respuesta sobre su salida que no convenció a nadie. Tanto fue así que sus compañeros de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L) salieron a quejarse por la forma en que Castro fue cesada.

La salida de Seoane fue más concreta: "usted ha señalado recientemente la necesidad de impulsar cambios en la orientación política de las políticas educativas; entiendo decisivo pueda escoger el mejor intérprete de perspectiva en esta nueva etapa"; "expreso mi voluntad indeclinable de renunciar", escribió en su renuncia al ministro de Educación.

Seoane y Castro sabían que sus cargos pendían de un hilo. Meses antes de las abruptas salidas se sabía que habría sustituciones. El 19 de julio pasado El País consignó que fuentes políticas, sindicales y de ANEP manejaban que Seoane sería destituido y su lugar quedaría en manos de Netto. Pero el gobierno necesitaba que Seoane defendiera su presupuesto ante el Senado. El acuerdo por las aspiraciones presupuestales le costó un duro conflicto con los sindicatos de la enseñanza que estuvieron muy cerca de llegar a la huelga.

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