SAN JOSE | JOSE L. ALVAREZ
Rubén tiene un pequeño almacén en el barrio "Exposición" de la ciudad de San José. Desde hace bastante tiempo, junto al pan, la leche, los fideos, el azúcar o la yerba, también ofrece a sus clientes analgésicos de diversos laboratorios. En algunas oportunidades ha tenido que levantarse a las dos de la mañana ante el requerimiento de un vecino. Como si fuera una farmacia de turno.
"Yo compro los medicamentos en la farmacia", dijo Rubén, sin individualizar a su proveedor: "Los vendo porque todos mis clientes son gente modesta que no pueden ir a comprar una caja entera del remedio por un dolor de cabeza. Yo se los ofrezco por unidad y creo que no le hago mal a nadie, al contrario, estoy ayudando a la gente".
Detrás de la venta hay una ganancia para el comerciante. Cada pastilla se vende a $ 8 en el almacén, cuando la caja, con 12 unidades, en la farmacia se cotiza a $ 60. Rubén factura $ 96 cuando termina de vender 12 pastillas.
En el barrio Garibaldi, de esta ciudad, Noelia vende jarabes expectorantes en su almacén. Están a la vista, igual que en la farmacia. También los antibióticos. Lo que no se exhibe son los psicofármacos, que también se pueden conseguir, sin receta, en ese comercio. Cuando se le preguntó sobre la procedencia de los medicamentos eludió la respuesta y prefirió insistir con que vende medicamentos en su almacén "porque la gente le pide, ya que en la farmacia no lo puede comprar de a uno, ni de a dos". El precio es también sensiblemente superior al fijado oficialmente.
La opinión recogida por El País entre varios consumidores de medicamentos en comercios de barrio es coincidente. Lo hacen por la posibilidad de obtener los remedios fraccionados y porque no les exigen recetas, que a veces suponen esperar varias horas en una policlínica de Salud Pública. Saben, sin embargo, que comprando por unidad pagan más.
MEDIDAS. El Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Dirección Departamental de Salud, exhortó a todos los comercios del departamento que estén vendiendo medicamentos sin autorización, a que cesen esta actividad irregular.
El comunicado firmado por la directora departamental, Araceli Rodríguez, anuncia la realización de visitas de fiscalización en las próximas horas. Si detectan infracciones a las disposiciones vigentes, aplicarán las multas que correspondan. En los casos que se compruebe infracción, por parte del cuerpo de inspectores que llegará desde Montevideo, será decomisado el artículo.
La reincidencia podrá acarrear sanciones de otro tipo, según aseguró Alba Lanz, asesora jurídica de la Unidad Ejecutora maragata. Agregó que "la denuncia penal, en una materia tan sensible como la salud pública, sería el próximo paso".
"Una tarea similar se hizo recientemente en Colonia", dijo Rodríguez, "Esta inspección se fundamenta en una ley que establece que ningún comercio que no esté habilitado como farmacia por el MSP, habiendo cumplido con todos los requisitos exigidos, puede expender medicamentos".
Pese a que oficialmente no se tiene el número de comercios que están en infracción, la directora departamental dijo que "si la inspección se realiza exhaustivamente, la cifra será importante". Las jerarcas afirmaron desconocer el destino posterior de la mercadería incautada, estimando que ello "será resuelto por el MSP".
FARMACEUTICOS. Carlos Rodríguez, propietario de la "Farmacia 18" (una de las principales de San José), mencionó dos temas. Uno de ellos, el riesgo que implica comprar un medicamento sin saber su procedencia, estado de conservación y fecha de vencimiento. El otro es el perjuicio económico que representa para los farmacéuticos la venta paralela en comercios que no cumplen con los requisitos técnicos exigidos. Rodríguez es muy escéptico en cuanto a la efectividad de las medidas del ministerio, "que vendrá a inspeccionar una semana o dos y después seguirá todo igual, porque es imposible un control permanente sobre las bocas de venta".
LA CIFRA
$ 36
Es lo que algunos almaceneros ganan por la reventa de una caja de antibióticos por unidad