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Un mes para pensar también en la necesidad de un espacio psicoterapéutico para las maternidades

La psicóloga perinatal Irene Arias invita a reflexionar sobre cómo cada mujer construye su maternidad y su necesidad de apoyo

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Madre triste
Mujer con depresión pos-parto.
Foto: Archivo

Por Irene Arias
¡Qué mes mayo! Un mes cargado de fotos de maternidades, un mes lleno de festejos por el día de la madre, un mes cargado de eventos, de encuentros, de almuerzos que conmemoran la maternidad. También es en mayo el día de la salud mental materna y la semana del parto respetado. Un mes intenso y muy movilizante para las mujeres.

Muchas veces me encuentro en el consultorio con mujeres madres que no disfrutan tanto de su maternidad. Habitan una maternidad que nos las hace felices, que las preocupa. Una maternidad que las agobia, las aísla y las deja en un lugar incómodo. Que no les resulta tan sencilla o que aún no les sienta del todo bien. Quizá una maternidad muy diferente a la que habían soñado, proyectado o fantaseado. Pero se avergüenzan de esto.

Con cualquier otro rol nuevo o en cualquier otro ámbito, esto sería algo que resolverían de alguna forma. Lo hablarían, lo pondrían en palabras, harían algún cambio, modificarían una forma de vincularse o de moverse. Pidieron ayuda, aceptarían una ayuda espontánea. Se permitirían no saber como moverse porque el rol es nuevo para ellas o porque desconocen el ámbito.

Pero con la maternidad no. No resulta así de sencillo ¿no?

Hay algo que hace creer que al ser mujer, lo de la maternidad se tiene que poder resolver sola y bien y que además se tiene que disfrutar. como si al no poder, se estuviera demostrando la falla para ese rol y al no disfrutar, se fuera desagradecida.

Estas mujeres llegan a mi consultorio muy tristes, desnorteadas, sintiendo que consultan por una nimiedad, que no deberia consultar por esto o no deberían usar en esto su sesión de psicoterapia

¿Por qué será que algo tan importante - como su sentir mientras maternan - no es suficiente para un motivo de consulta o para traerlo a un espacio psicoterapéutico? Seguramente esta pregunta tenga muchas respuestas.

En todo este tiempo he tenido el honor y el desafío de acompañar a más de 100 mujeres madres y creo que hay un gran factor determinante en este sentir. Un factor que va en detrimento de la salud mental materna y que opera desde adentro y desde afuera.

La romantización de la maternidad - aspecto que se agudiza durante mayo a la luz de los festejos del día de la madre - narrativas que afianzan creencias de que ser madre es todo felicidad y alegría. Que siempre es bueno y agradable.

Cuando en realidad sabemos que la maternidad, como cualquier proceso, tiene de todo un poco. Habrá buenos momentos y también habrá momentos malos. Algunas cosas se nos darán muy bien y otras muy mal. El habitar el rol de madre nos despertará emociones placenteras y otras displacenteras.

La maternidad es una construcción subjetiva ¿a qué me refiero? a que cada mujer irá habitando este rol e irá construyendo el sentir y el saber de la maternidad a su medida. La misma situación, el mismo escenario será decodificado diferente por cada mujer y se le asignará un significado y un valor subjetivo a cada vivencia de forma particular. Esto será crucial para poder entender qué nos va pasando de forma individual con la maternidad que vamos habitando y desarrollando.

Poder contactar con que habrá de todo, nos va a permitir habitar los momentos complejos con un poco más de naturalidad y con expectativas un poco más realistas y al mismo tiempo tiempo permitirá reconocer la belleza en lo más cotidiano de nuestros días, conectando con aquellos que nos resulte gratificante a nosotras y en ese momento.

Poder pensar cada historia como única, también le hace espacio a las adversidades que puedan surgir en el camino, a esos nudos narrativos que se presentan de repente y cambian todo el panorama, impactando en todo lo que teníamos planeado y soñado en nuestro mundo interno. Le da lugar a las posibilidades imposibles y le hace un lugar a aquello que está fuera de nuestro control.

La romantización de la maternidad es uno de lo factores de riesgo para la salud mental materna, ya que la idealización de la maternidad hace que las expectativas se eleven al lugar de lo inalcanzable y que la diferencia entre eso y lo posible sea tan grande, que esa discrepancia cala hondo en la salud mental materna.

Es tarea de todas y todos hacer de la maternidad un lugar un poquito más mullidito, un lugar que permita la diversidad de emociones y sentimientos y las múltiples narrativas que pueden ser narradas.

Irene Arias

Irene Arias
Irene Arias
Foto: Cortesía Irene Arias

Licenciada en psicología. Diplomada en Psicología Perinatal y Salud Mental Materna.

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