El príncipe recibió una gélida bienvenida por parte de algunos miembros de la familia real en el último adiós a su abuelo, el duque de Edimburgo
Hasta el reencuentro con la familia real en el funeral de Felipe, el príncipe Harry proyectaba otro viaje en julio al Reino Unido, con motivo de la inauguración de una estatua de su madre para homenajearla por el que hubiera sido su cumpleaños número sesenta.
Sin embargo, el frío recibimiento por parte de algunos miembros de la casa real podría ser la razón por la que Harry termine cancelando esa travesía, al no sentirse bienvenido en el que fuera su hogar.
Así lo indica Russell Myers, un experto en realeza del Daily Mail: “Algunos sectores de la familia le dieron una recepción helada y quizás eso lo sorprendió un poco”. Además, para deshacerse del compromiso y evitar otro mal trago, Harry tiene la excusa perfecta: el nacimiento de su hija.
Entre los miembros de la familia que están profundamente ofendidos por las declaraciones de Harry y Meghan en la entrevista con Oprah, se encuentran la princesa Ana, el príncipe Eduardo y su esposa Sophie, condesa de Wessex. Al parecer, según el Daily Mail, lo que más enojó a los Windsor es la acusación de racistas debido a la supuesta preocupación por el color de piel que tendría el primer hijo de Meghan y Harry.
En este reencuentro, al contrario de lo que se suponía, William y Kate le dieron una afectuosa bienvenida que, según el diario británico, terminó sellada en una conversación de dos horas con su padre, en la que trataron de aclarar la situación y de la que no han trascendido detalles.
Sin embargo, no sucedió lo mismo con otros sectores de la familia real que ni siquiera hablaron con él. Myers asegura que Harry está conmocionado por el destrato y asegura que la decisión de viajar nuevamente al Reino Unido la tomará basándose en lo que ocurra con su familia hasta que llegue la fecha.