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El insólito momento que vivió Kate Middleton con Isabel II durante una Navidad

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Autoridades del G7 y miembros de la familia real

Realeza

Los miembros de la familia real tienen una tradición de hacerse regalos muy originales y, al parecer, la duquesa de Cambridge no lo logró

La realeza británica es fiel a las tradiciones y durante las navidades suelen intercambiar regalos como cualquier familia. Esta festividad generó la preocupación de un integrante de la familia en su primer año junto a los Windsor.

En su relato en Our Queen at Ninety, el documental de ITV que conmemoró los 90 años de la reina y que se estrenó en el año 2016, Kate Middleton se refirió al momento en el que se preparó para pasar por primera vez la navidad con la familia real británica. “Puedo recordar estar en Sandringham y estaba preocupada por qué regalarle a la reina como regalo. Estaba pensando, ' Dios, ¿Qué debería darle?‘”.

Siguiendo su relato, la duquesa de Cambridge contó que intentó tomárselo con más calma y siguió su intuición. “Pensé ‘le haré algo’, lo que podría haber salido terriblemente mal, pero decidí hacer la receta de chutney de mi abuela”.

Si bien cocinarle a la reina marcaba una presión para ella, su reacción fue positiva. “Estaba un poco preocupada por eso, pero al día siguiente me di cuenta de que estaba sobre la mesa. Creo que un gesto tan simple me ayudó mucho y lo noté desde que hizo en muchas ocasiones y creo que simplemente muestra su consideración, en realidad, y su cuidado al cuidar de todos”.

Los regalos más originales de la realeza Británica

El sitio del Reino Unido Hello Magazine publicó una lista de los obsequios más extraños y graciosos que se hicieron en la corona.

En relación a los nietos de Isabel, se dice que Harry le regaló un gorro de baño adornado con la frase “No es la vida una perra (Ain’t life a bitch)”, un dicho común en Inglaterra, que a Isabel le encantó. En otra ocasión le obsequió un juguete Big Mouth Billy Bass (un pescado que canta y baila) que, según se decía, la monarca colgó con orgullo en Balmoral, su refugio escocés, el cual la hacía morir de risa”.

William, al igual que su hermano Harry, también tiene predilección por hacer regalos para conseguir una sonrisa de la reina. En una festividad le dio un par de pantuflas que tenían como adorno su propio rostro, algo que provocó las risas de los miembros que se encontraban.

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