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Cottolengo Femenino Don Orione realizará su clásico Pesebre Viviente y abre sus puertas a la comunidad

La cita será el próximo domingo 17 de diciembre a las 19 horas, en bulevar Artigas y Joaquín Suárez.

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Cotolengo Femenino Don Orione.
Foto: Cotolengo Femenino Don Orione

La idea de que un cottolengo asiste solo a personas ancianas, quedará en el olvido para quienes el próximo domingo visiten el Cottolengo Femenino Don Orione. A las 19 horas, la institución abre sus puertas y pone en escena su tradicional Pesebre viviente.

La cita —con entrada gratuita— es una invitación a visitar el local que está en bulevar Artigas 4208, esquina Joaquín Suárez; compartir la fiesta de fin de año y conocer la obra que atiende a 88 mujeres, cuyas edades oscilan entre los 5 y los 85 años.

“Las personas que viven acá tienen alguna situación de discapacidad o viven una situación de vulnerabilidad y por diferentes razones no pueden estar con sus familias”, enfatizó Adriana Delfino, religiosa responsable de la institución, al tiempo que subrayó que la celebración del domingo va más allá de lo religioso.

“El Pesebre vivivente, trasciende el credo —que para los cristianos significa prepararse para la venida de Dios que se hace hombre—e invita a compartir y a tener espacios fraternos con las residentes, la comunidad, los voluntarios y las familias”, puntualizó.

Además de cierre de fin de año, la celebración es un agradecimiento a todos los que de alguna manera fueron parte del año de la insitución.

Como es tradicional, el pesebre viviente será protagonizado por la actuación de las niñas y mujeres que viven del hogar y desde hace más de dos meses ensayan la puesta en escena. A las residentes, se les sumarán integrantes de la comunidad y voluntarios instituciones.

La historia.

El Pequeño Cottolengo Femenino Don Orione es parte de la asociación civil “Pequeñas hermanas misioneras de la caridad”, pertenece a la congregación religiosa del mismo nombre, fundada por el sacerdote San Luis Orione en Italia el 29 de junio de 1915.

En Uruguay comenzó a funcionar el 24 de diciembre de 1946, por iniciativa de la congregación en la actual casa donada por la Sra. Bernardina Quadros de Braga, y con una población de 23 ancianas. La obra creció con la asistencia a personas abandonadas o con carencias socioeconómicas y que presentaban diversas patologías.

La atención de las residentes es responsabilidad de la comunidad religiosa y cuenta con el apoyo de personal técnico multidisciplinario y personal de atención directa y de servicio.

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