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Ley de reproducción humana asistida: cuando la búsqueda de la maternidad está lejos de lo imaginado

Una de cada seis parejas que desean concebir, no lograrán el embarazo de forma espontánea. Y necesitarán la ayuda de la ciencia para lograr un hijo/a en casa.

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fertilización in vitro
fertilización in vitro
Foto: Freepik

Por Belén Piñeyrua
En el año 2013 surge la ley de reproducción humana asistida. Una leyque es pionera, un antes y un después en derechos sexuales y reproductivos.

Esta ley surge ante la necesidad de dar respuesta al 15-20 % de parejas que presentan infertilidad.

1 de cada 6 parejas que desean concebir, no lograrán el embarazo de forma espontánea. Y necesitarán la ayuda de la ciencia para lograr un hijo/a en casa.

De esas parejas, un 30 % será por causas femeninas, un 30 % por factor masculino, un 30 % de causas mixtas y un 10 % sin causa aparente.

La OMS define la esterilidad como una enfermedad, como la incapacidad de lograr un embarazo luego de 12 meses de relaciones sexuales sin protección. La infertilidad, es la incapacidad de llevar un embarazo a término.

Si una pareja menor a 35 años, mantiene relaciones sexuales sin protección durante un año y no consigue el embarazo, se sugiere consultar con especialista en medicina reproductiva. Cuando hablamos de más de 35 años, ese período se acorta a 6 meses. Y a los 40, la consulta debe ser de forma inmediata.

La infertilidad es un duelo, una gran crisis vital. Nos enseñan que los hijos llegan haciendo el amor, que debemos cuidarnos. Y hasta nos han educado con cierto miedo a que el embarazo sucediera en la primera relación sexual adolescente o de descuido.

Nunca nos enseñaron que 1 de cada 4 mujeres embarazadas tiene una pérdida gestacional, que el embarazo no es un hijo/a en casa. Que no siempre llega haciendo el amor...y mucho menos… que a veces no llega.

Las técnicas de reproducción humana asistida (contempladas en la ley 19.167: ley de reproducción humana) se dividen en baja y alta complejidad.

Las técnicas de baja complejidad son la inducción a la ovulación y la inseminación artificial. Ambas subvencionadas a través del Sistema Nacional Integrado de Salud: Asse o mutualistas.

En el caso de alta complejidad donde hablamos de Fertilización in vitro (FIV) la subvención es a través del fondo nacional de recursos (sin importar dónde te atiendas, Montevideo o interior).

Y un dato que no es menor, es que la solicitud debe presentarse antes de los 40 años de la mujer (aunque el tratamiento puedo realizarlo después).

Esta ley, comenzó siendo una ley para parejas infértiles. Hoy, no tengo dudas, que es una ley que habla del derecho a fundar una familia. Un derecho humano, que se contempla en el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Esta ley habla de diferentes modelos de familia, donde mujeres sin pareja o pareja de mujeres pueden solicitar la prestación al fondo.

Esta ley ayuda a cientos de mujeres y parejas que de otra manera no podrían acceder a la reproducción asistida. Una ley de la que debemos estar orgullosos. No es perfecta, sí perfectible.

Esta ley lleva 10 años transformando vidas. Más de 2500 nacimientos y seguimos sumando. Hoy Uruguay, avanza en educación reproductiva. Avanza en el derecho a fundar una familia y tener un hijo/a en casa.

Y en un país con tasas de natalidad que se desploman, con una maternidad cada día más tardía, esta ley no sólo es necesaria, es imprescindible.

María Belén Piñeyrua

Belén Piñeyrua
Belén Piñeyrua
Belén Piñeyrua

Psicologa especializada en duelo Gestacional y Perinatal. Diplomada en reproducción humana asistida. Directora de Impronta. Presidenta de En tu nombre.

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