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Guardia pediátrica: Pantallas y niños

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niño usando tablet

CON LOS HIJOS

En el marco de la pandemia la actividad educativa y social virtual aumentó las horas de uso de las pantallas. Seguí los consejos de Alicia Fernández, nuestra pediatra de cabecera.

En esta nueva columna, decidí abordar el uso de las pantallas en niños y adolescentes.

¿Cómo definimos pantalla electrónica? En forma genérica es aquella superficie sobre la cual se proyectan imágenes (televisores, computadoras, tablets, teléfonos celulares y consolas de videojuegos).

Aunque todos lo sabemos, los dispositivos móviles los utilizan personas de todas las edades y todos los niveles socioeconómicos.

La emergencia sanitaria por la Covid 19 que vivimos por dos años cambió la vida de todos. Los padres, cuidadores y pediatras nos vimos obligados a reconsiderar las recomendaciones que sosteníamos: no utilizarlas por debajo de los 2 años y limitándola por encima de esa edad. La evidencia de lo acontecido desde el inicio de la pandemia mostró la necesidad del uso de la tecnología para dar continuidad a muchas actividades como trabajo, educación, comunicación con otros, entretenimiento e incluso consultas médicas.

Antes de la era Covid había dos posiciones claramente extremas. Algunos padres y cuidadores sobrevaloraban las oportunidades de la tecnología y permitían el acceso libre de sus hijos al uso de internet y las redes, utilizando los niños éstas cómo y cuando querían hacerlo, siendo una herramientas efectivas para tenerlos tranquilos y controlados.

Otros padres, aunque los menos, luchaban contra las pantallas en forma radical pensando que de esa forma protegían a sus hijos lo que por supuesto se complicó en este momento porque los necesitan.

Ninguno de los extremos son buenos porque impiden a los niños y adolescentes adquirir habilidades que les permitan manejar la tecnología de forma segura y responsable.

Los niños y adolescentes del siglo XXI crecieron con la tecnología, saben usar los diferentes dispositivos y en ese aspecto todos hemos visto niños pequeñitos usar el control remoto, buscar en un dispositivo su dibujo favorito o bajar una aplicación. Sin duda saben hacerlo pero necesitan de un adulto responsable a su lado que debe entender que el uso sistemático no puede ser la forma para que mantengan la calma; no puede ser la regla, sino la excepción .

El crear hábitos es buena cosa: establecer horarios para usar las pantallas cualquiera sea esta y enseñar con el ejemplo, el uso de los dispositivos no se puede superponer al momento de la comida, el juego o permitirles estar conectados hasta altas hora de la noche .

Los niños pequeños no pueden navegar solos, sin supervisión, de la misma forma que no los dejamos solos en la calle. Sin que un adulto los controle pueden pasar todo el día frente a una pantalla y mientras que está frente a ella no realiza otras actividades necesarias para su desarrollo normal como jugar, socializar, explorar.

El COVID-19 dejó en evidencia que la tecnología en sí misma no es buena ni mala. Lo correcto sería preguntarse si sirve o no sirve y para qué. Cuando un niño de 4 años está en una plaza jugando con otros niños no necesita de un teléfono ni una videollamada para vincularse con otros, porque la realidad se lo está ofreciendo. Pero cuando el contexto cambia y el niño se queda en su casa, la plaza no existe más. Es ahí donde una videollamada se vuelve fundamental para que él se vincule.

Muchas veces pasa que son los adultos los que necesitan de la tecnología para entretener o estimular al niño pequeño. Pero no es la tecnología lo que el niño necesita a esta edad. Si le brindamos otros contextos y oportunidades, aprenden a entretenerse de otra forma.

Es fundamental enseñarles a nuestros hijos que las personas virtuales, para ser confiables, tienen que existir en la realidad. Los adultos debemos trasmitirle a los niños y adolescentes confianza y seguridad.

La tecnología es una realidad que se impuso y, en el contexto actual, nos muestra las oportunidades que brinda para seguir con ciertas funciones necesarias de la vida. Implica riesgos, pero también permite a niños, niñas y adolescentes un sinfín de oportunidades que, sin internet, no existirían.

Lejos de atemorizar, hay que prepararse y prepararlos fomentando en ellos las habilidades necesarias para su uso responsable. Sin embargo debemos recordar que cuando los niños pequeños se exponen a una pantalla, pierden la oportunidad de adquirir habilidades de comunicación, socialización y motoras con otros. Por eso, es importante que la tecnología no sustituya las actividades sociales ni el juego al aire libre.

El compromiso de las familias con el uso responsable de las herramientas tecnológicas es fundamental para garantizar el óptimo desarrollo de las niñas y niños nacidos y criados en la era digital.
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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha desarrollado ciertas pautas de implementación en la relación de los niños con las pantallas:
• Establecer un ambiente de confianza en el hogar, para que puedan acceder a contenidos seguros y aptos para su edad , pudiendo expresar sus inquietudes o preocupaciones
• Trasmitirles que no hace bien para la salud estar conectado todo el día y a toda hora, en lugar de tener una actitud negativa con el uso de las pantallas
• Mantener las rutinas diarias, respetando horarios para dormir , comer, clases virtuales , tiempo de juego y recreación .
• Recordar que cuando se está utilizando internet para tareas escolares, se dediquen exclusivamente a ellas
• Tener como adultos un comportamiento coherente a lo que les pedimos que hagan , ellos tienden a imitar los comportamientos que ven en sus padres o cuidadores .
• Gestionar adecuadamente el tiempo del uso de dispositivos electrónicos, con pautas claras

La Asociación Americana de Pediatría (APP) en 2018, estableció recomendaciones de uso recreativos de pantallas en el día, evitando la exposición en menores de 18 meses, con excepción del videochat; limitando el uso de medios de media a una hora entre 2 a 5 años siempre que los contenidos sean de alta calidad; ampliar de una hora a hora y media entre los 5 y 12 años recomendando el acompañamiento y en los adolescentes insistir en el uso responsable y saludable de las tecnologías.

De esas recomendaciones pasaron 4 años. En el marco de la pandemia la actividad educativa y social virtual aumentó las horas de uso de las pantallas. En la post pandemia debemos lograr ese equilibrio de actividad física y virtual para tener una vida saludable.

conocé a nuestra columnista
Alicia Fernández. Foto: El País
Alicia Fernández

Médica pediátra
Coordinadora Área Programática de la Niñez
Dirección General de Salud

Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY

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