Publicidad

Convivencia emocional: El niño oposicionista y sus padres

Compartir esta noticia
berrinche, rabieta, niña gritando

Por Fanny Berger

La psicóloga Fanny Berger señala que el niño desobediente o oposicionista se caracteriza por una conducta hostil dirigido a figuras de autoridad, la cual genera problemas severos a nivel familiar.

Es necesario primero que nada distinguir entre un niño desobediente y uno desafiante. 

El primero como lo dice su nombre no obedece a la autoridad, no respeta los límites; en cambio el segundo desafía el pedido de los adultos, le pedís algo, como por ejemplo que baje el volumen de la música y la sube,  pues aumenta la conducta que molesta cuando se lo indican. 

El niño negativista, desobediente o llamado también oposicionista, se caracteriza por una conducta hostil dirigido a figuras de autoridad, la cual genera problemas severos a nivel familiar.

El ser desobediente o desafiante son características del niño, pero en el extremo tenemos el trastorno oposicionista desafiante que es un patrón de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigida hacia las figuras de autoridad.

Sin llegar a formar un trastorno existen niños con dichas características. Para ambos grupos daremos herramientas a los padres para saber cómo responder ante dichas conductas.

1º Existen niños desobedientes, con fuertes explosiones de ira frente a sus padres en el hogar y con las maestras en los centros educativos. Se enojan muy fácilmente e intensamente llegando a discutir en forma violenta y hasta romper objetos. Desafían las normas de los adultos y a veces provocan a la autoridad con conductas que ellos saben les molestan. Es normal que los niños sean oposicionales y desafiantes en la etapa preescolar. Algunos mantienen dichas conductas en la etapa escolar, lo cual amerita que los padres consulten a un psicólogo.

2º El niño que tiene un trastorno oposicionista desafiantes presenta rabietas, peleas frecuentes con adultos, baja tolerancia a las órdenes, a veces se niegan a cumplir las y desafían a los adultos El trastorno oposicionista desafiante generalmente se diagnostica en la etapa escolar.

Los niños que tienen dicho trastorno tienen un patrón bien establecido de problemas de conducta.

• Con frecuencia pierden la calma
• Se molestan fácilmente
• Discuten con figuras de autoridad
• Negarse a seguir las reglas
• Molestar deliberadamente a los demás
• Culpar a otros por los errores
• Ser vengativos

Todos los niños pueden tener estos síntomas de vez en cuando. Lo que distingue el TOD ( trastorno oposicionista desafiante) del comportamiento de oposición típico es la gravedad y que los problemas de conducta se presentan por lo menos durante por seis meses.

Es muy desesperante para los padres educar a un niño con estas características.

No existe una causa determinada que explique dicho trastorno, puede ser una crianza muy permisiva o muy estricta.

Herramientas para relacionarse con un niño oposicionista desafiante

1º límites tienen que ser claros y concisos

2º debe de haber acuerdo entre ambos padres

3º elogiar conductas positivas, de colaboración

4º se necesita calma y acuerdos entre los padres para responder de igual manera.

5 º Fijar metas por adelantado, y recompensar al niño cuando sean cumplidas. Es más efectivo como instrumento de motivación que el castigo

6º Presentar le al niño dos opciones y que él elija entre las opciones presentadas por los adultos para que desarrolle su responsablidad.

Es importante entender la dinámica familiar, pues muchas veces la conducta del niño se debe a que se siente rechazado, o no entiende las reglas. Hemos observado dichos comportamientos en pequeños que pasan largas horas con abuelos o cuidadoras que no les fijan límites. Otras veces no pueden gerenciar la intensa rabia que sienten y adquieren dichas conductas que distorsionan las relaciones familiares por desobediencia, instrucciones ignoradas, discusiones, arrebatos explosivos que se acumulan con el tiempo y dañan la relación entre padres e hijo.

¿Qué evitar?

1º repetir órdenes y límites.
2º demostrar enojo, aunque lo sientas
3º amenazar ni prometer regalos si los obedece

Peligros

El niño ve que sus vínculos, sobre todo con la autoridad, están teñidos de rabietas y enojos por lo tanto desarrolla baja autoestima, siente que no lo quieren, que lo rechazan.

Por lo tanto, sugerimos una terapia de alcance breve que consta de máximo 5 sesiones donde el niño aprende a expresar su enojo y frustración en forma verbal. Los padres tienen que ayudarlos en la vida diaria y para eso tienen que recibir asesoramiento del psicólogo.

La terapia de alcance breve de pocas sesiones es muy recomendable para detener el círculo vicioso de violencia entre padres e hijos y construir un nuevo círculo virtuoso donde los padres ayudan a disminuir las conductas oposicionistas de su hijo en el día a día y así pueda formar una buena autoestima.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Fanny Berger
Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebooko a través del teléfono celular 099 289 282.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad