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Ventus, la empresa experta en energía renovable que sumó construcción y ya conquista otros países

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Juan Pablo Saltre cofundador y CEO de Ventus

Entrevista

Creada hace 10 años para asesorar en energía eólica, sumó generación solar, construcción y abrió oficinas en Argentina. Colombia y Chile

Cofundó Ventus cuando en Uruguay recién se hablaba de energía renovable, ¿qué lo llevó a hacerlo?
El tema de la energía en general me interesó cuando cursaba la carrera, y en particular las energías renovables. Con algunos amigos habíamos llegado al tema de los pellets de madera (aserrín prensado) cuando en Uruguay el aserrín era un problema. En Europa había explotado el uso para calefaccionar porque es más limpio, ocupa menos espacio, es más eficiente y fuimos a una feria en Austria de pellets. Ahí había algo de eólica, pero lo vimos lejano. Luego el tema de los pellets se enfrío. Al recibirme entré a trabajar en una empresa familiar de aire acondicionado, luego pasé a Ingener, donde estuve durante un año y medio. En un momento, en el campo de la familia de mi amigo investigamos hacer biogás con metano cuando una empresa alemana les ofreció arrendarlo para desarrollar un proyecto de generación de energía eólica. Dijeron que no y, como sabían que nosotros estábamos con el tema de la energía renovable, nos plantearon estudiarlo. Lo hicimos, nos presentamos en una licitación que lanzó UTE y ganamos. Eso fue en 2010 y se trató del parque Magdalena en el departamento de San José. Hasta ahí en Uruguay no se había hecho nada y decidimos venderle todo lo que aprendimos a otros. En 2010 desarrollamos un proyecto en Sierras del Carapé de 100 MW y se lo vendimos a un grupo argentino. Ese negocio generó la creación de Ventus en agosto de ese año junto a Miguel Causa, profesor de mi carrera (que dejó la empresa hace tres años). Dejé mis otros trabajos y me dediqué 100% a Ventus. En 2013 se sumó como socio y director de desarrollo de negocios Francis Raquet, y en 2017 se incorporó como socio y CFO Marcelo Bretón.

De 2013 a 2019, la facturación de la empresa se multiplicó por 20.

¿Cómo fueron los inicios?
El gobierno había anunciado dentro de su política energética que iba a incorporar 500 MW para 2015 en proyectos renovables. En ese momento, dentro de renovables la eólica era la única opción, la solar era más cara. UTE había hecho el parque Sierra de los Caracoles y Oscar Ferreño, gerente de generación de UTE e impulsor de esos proyectos renovables, vino a trabajar a la empresa. Nuestro primer cliente fue la empresa textil Engraw, en Fray Marcos (Florida). Francis Raquet, que trabajaba en esa empresa, me comentó que querían mejorar el costo de la energía y estaban decididos a invertir en un aerogenerador para generar su propia energía. Lo comenzamos a estudiar en 2011 y se terminó de concretar en 2012. Nos encargamos de gestionar el proyecto. Fue el primer parque eólico para autoabastecimiento industrial. El primer gran proyecto fue el Parque Eólico Libertad en 2014: consistió en cuatro molinos y una generación de 7,7 MW, uno de ellos nuestro. Decidimos invertir al darnos cuenta que hacíamos buenos negocios para nuestros clientes. De ahí en más, cada ocho meses firmamos un proyecto nuevo de a cinco aerogeneradores. Hasta el 2014 no construíamos si no le venderíamos el negocio de inversión para empresas. Al finalizar 2015 habíamos llegado a los 100 MW diseñados y 16 parques construidos que representan una inversión de US$ 200 millones. De éstos, para la autogeneración fueron unos siete parques (10 MW).

Juan Pablo Saltre cofundador y CEO de Ventus
Saltre. Indicó que tienen entre los planes, generar energía para venderle a privados. (Foto: Leonardo Mainé)

En 2016 incursionaron en energía solar y dejaron de lado la eólica, ¿por qué?
En 2015 empezamos a ver que en Uruguay se habían instalado demasiados parques eólicos, iba a sobrar la energía y los precios se desplomarían. Seguimos buscando oportunidades, pero al mismo tiempo vimos que la energía solar venía disminuyendo en costos y por el 2016 era competitiva con la eólica. Entonces, un cliente que ya había comprado un aerogenerador nos contrató para poner paneles solares y ahí comenzamos. Desde que comenzó hemos instalado unos 15 proyectos solares por 3,5 MW, por ejemplo, en Laboratorios Spefar, Clausen, en Parque de las Ciencias, bodegas Bouza, sucursales de Ta-Ta, y el más grande de Uruguay, en Cristalpet de 1 MW. Por ahora no hay mercado para hacer granjas solares y venderle a UTE. Tenemos algunas ideas para hacer algo y vender a industrias, o sea, en vez de comprar a UTE que nos compren a nosotros. Tenemos un proyecto en Salto de 10 MW que esperamos se termine sobre fines de este año o inicios del próximo.

En medio de eso dieron el salto al exterior, ¿cómo se comporta ese negocio?
Este año será el 50% de la facturación de la empresa. Tenemos negocios en Argentina, Chile y Colombia. De todos, Colombia y Chile tienen un 45% cada uno, el otro 10% es Argentina, que fue el primer país donde desembarcamos, en 2015. Fuimos al ver que no se había hecho nada y tenía mucho potencial. Ahí la competencia era básicamente españoles y nos fue muy bien. Comenzamos con servicio de asesoramiento de parques eólicos y llegamos a hacer 850 MW. También incursionamos en construcción de parques solares, hicimos uno muy grande de 93 MW en la provincia de San Juan. Llegamos a ser 100 personas; hoy somos 58 pero ese mercado colapsó en 2018. En 2017 decidimos desembarcar en Colombia, un mercado grande que no tenía nada en renovables hasta el momento. El que era presidente de Siemens Uruguay en esos años y es colombiano se iba a retirar y volver a su país; nos comentó que lo de renovables estaba por explotar allá y nos ayudó a instalar Ventus en Colombia. Durante 2017 y 2018 estuvimos haciendo cosas muy pequeñas, esperando y el año pasado nos ganamos la ejecución de cuatro proyectos solares de 50 MW y este año sumamos otro. Es para empresas que venden energías a otras, porque allá hay varias compañías generadoras que compiten por vender a clientes. En Colombia tenemos unas 113 personas.
Chile fue el último mercado, entramos en 2019 y trabajan 20 personas. Tuvimos un año una persona que impulsaba el negocio a mitad de la pandemia ganamos tres contratos solares que suman 16 MW con muy buenas perspectivas de cerrar dos más en los próximos 60 días. En Chile y en Colombia llegamos con gerenciamiento y construcción de proyectos porque ya teníamos una infraestructura sólida para hacerlo.

Juan Pablo Saltre, cofundador y CEo de Ventus
Juan Pablo Saltre cofundador y CEO de Ventus

"Nos habíamos acostumbrado a empezar de cero cada cierto tiempo. Por ejemplo, cuando habíamos crecido fuerte en Uruguay el mercado se cayó, luego desembarcamos en Argentina y crecimos mucho hasta que también se desplomó. Ahora, como estamos diversificados tanto en mercados como en tipos de negocios, si algo se cae no nos impacta tanto".

¿Van a desembarcar en otros países?
Estamos viendo otras oportunidades, pero no hay otros países que tengan las condiciones de mercado interesantes, ya sea porque no hay inversión o porque tienen otras fuentes de energía.

En 2019 lanzaron una nueva área de negocios, la construcción, ¿por qué?
Lo hicimos porque nos dimos cuenta que al construir un parque eólico o solar ya estábamos haciendo caminería, fundaciones, edificios, tendido de cable y con esto logramos antecedentes de hacer trabajo de constructora. Además, también vimos que se venía un boom de la construcción con UPM 2, el tren, las participaciones público-privadas (PPP). Y nos fue bien, en el primer año cerramos nueve contratos (dos ya los terminamos). Hoy esta unidad de negocios representa el 90% de la facturación en Uruguay. Entre otros proyectos, estamos haciendo cuatro centros educativos, ensanchando un puente, construyendo un galpón de 3.000 m2, alcantarillados para el ferrocarril central. Igual, lo que hacemos mayormente es ejecutar proyectos para empresas privadas. Ellos ganan la licitación, hacen la ingeniería y nos contratan para tercerizar la ejecución. Lo que sí hicimos desde la ingeniería hasta la construcción fue el galpón. Ahora el plan es llevar este servicio al exterior; ya comenzamos en Argentina donde el año pasado empezamos a construir una sub estación en Tandil y estamos cotizando para otra obra civil.

Juan Pablo Saltre cofundador y CEO de Ventus
Saltre. Asegura que hoy tiene una "empresa más sólida" gracias a la diversificación de negocios y mercados. (Foto. Leonardo Mainé)

Su negocio depende la inversión de otras empresas, tanto en Uruguay como en otros países, ¿el COVID-19 frenó en algún modo su negocio?
No, por el contrario hemos cerrado varios acuerdos este año, algunos en medio de la pandemia. A modo de resumen, en los primeros seis meses cerramos la misma cantidad de proyectos que ejecutamos en todo 2019. Con estos números, seguramente la facturación ese año cierre un 30% por encima del año pasado. Pero desde hace varios años que la empresa viene facturando más. Del 2013 al 2020 el crecimiento se multiplicó por 20. Y, según las proyecciones, el próximo año el crecimiento también será de 30%. Lo que diferencia a la empresa ahora de años anteriores es que estamos más sólidos. Antes nos habíamos acostumbrado a empezar de cero cada cierto tiempo. Por ejemplo, cuando habíamos crecido fuerte en Uruguay el mercado se cayó, luego desembarcamos en Argentina y crecimos mucho hasta que también se desplomó. Ahora, como estamos diversificados tanto en mercados como en tipos de negocios, si algo se cae no nos impacta tanto.

Juan Pablo Saltre cofundador y CEO de Ventus
"Existe excedente de energía, el mercado no es atractivo"

¿En Uruguay hay mercado para seguir ampliando la energía renovable?
Uruguay no es un mercado grande y ya alcanzó rápidamente un alto nivel de penetración de renovables. Hoy existe un excedente de energía y el mercado no es atractivo, porque si UTE licita compra de energía sería a un precio muy bajo. Ahora lo que quedan son industrias que buscan colocar paneles solares para su propia generación. Hoy nuestros grandes clientes en el área de generación de energía son las industrias que quieren instalar paneles solares para bajar costos, porque ven que la inversión se repaga en un período de tres a seis años. Además, pueden obtener beneficios fiscales, como por ejemplo descontar un 52% del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) que tributan este tipo de proyectos. Y hablamos de productos que tienen una vida útil de 30 años. Nos llegan entre cuatro o cinco propuestas por semana. También estamos explorando la movilidad eléctrica, que es lo que se viene, y asesoramos junto a Sadar en el recambio de flotas de vehículos eléctricos.

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