Un prestamista que no cobra tasas ni exige garantías

Expertos aconsejan cómo asegurarse el pago de deudas entre familiares o conocidos

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Cuando se trata de consejos financieros, la sabiduría popular nunca es más certera al advertir que "en la confianza está el peligro". Al pedir dinero siempre será más conveniente solicitarlo a un cercano que a un organismo privado: no se generan intereses, ni plazos definitivos, ni se informa al sistema. Porque el gran problema lo tiene quien presta cuando no le pagan.

Condicionar el préstamo a un monto mínimo, pactar cuotas razonables e incluso contar con la presencia de un tercero imparcial que actúe como testigo de buena fe, son algunas de las técnicas para manejar el difícil dilema de encontrarse con un pedido de este tipo, según varios expertos consultados.

las pistas

La neutralidad de un tercer amigo u otro familiar, seguro ayudará a canalizar el debate y refuerza el compromiso del pago. En EE.UU., esta figura recibe el nombre de "middleman" (el hombre del medio). Tan común es allí que hay empresas especializadas en resolver conflictos de préstamos entre conocidos. En segundo lugar, documentar el préstamo ante un notario podría ser válido.

Si va a prestar una cantidad significativa, intente especificar los alcances del trato y, de ser posible, dejarlo por escrito. "Es importante establecer las condiciones del préstamo, como el monto, la forma de pago y, si es necesario, las fechas y las cuotas", afirma la economista Andrea Sucre.

El registro en papel carece de validez formal, pero es una manera segura de transparentar y condicionar el trato. Por eso, es útil definir un tiempo para el pago, el monto de las cuotas y los intereses -o reajustes-. "Y siempre que ambos estén de acuerdo, hasta pueden firmarlo", sostuvo desde EE.UU. Maggie Baker, sicóloga y autora de "Crazy about money", libro sobre la enseñanza del buen manejo del dinero.

Evite prestar sumas que puedan comprometer su patrimonio. Muchas peticiones están basadas en especulaciones sobre lo que usted tiene y es capaz de entregar, más que en la realidad misma de sus finanzas.

Finalmente, los expertos consultados aconsejan que si siente que la amistad o la relación pueden quedar en peligro al momento de generar el préstamo, aconseje a quien le pide otras alternativas; es esencial dejar claro si el dinero que se entrega es un regalo o un préstamo. La manera de proteger el vínculo fraternal o familiar es prestando, idealmente, desde el completo desapego. Por eso -aconseja el psicólogo Ignacio Fernández-, lo mejor es ubicarse en el peor escenario (que no le van a pagar), "y desde ese lugar decidir si se presta o no el dinero". EL MERCURIO, GDA

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