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Se ubicaría en una zona de libre comercio en Shangai para no tener que revelar sus secretos.

Tesla se está acercando a convertirse en la primera compañía de automóviles extranjeros en tener una operación de fabricación totalmente de su propiedad en China, un acuerdo que pondría a prueba las normas de relación entre un fabricante de autos extranjero y el gobierno chino.

Para Tesla y otros fabricantes, las opciones de producción están limitadas por el gobierno chino. Una opción es establecer una empresa conjunta con un socio chino, compartiendo gran parte de su tecnología y beneficios. La otra es fabricar en una zona de libre comercio en China protegiendo sus secretos y ahorrándose tarifas abruptas. Por lo general, los fabricantes de automóviles terminan optando por la primera, y formando una compañía conjunta.

En el caso de Tesla, logró un acuerdo preliminar con el gobierno municipal de Shanghai que le daría la propiedad de sus instalaciones. La operación se ubicaría dentro de una zona de libre comercio y la compañía espera completar el trato antes de fin de año, dijeron dos fuentes.

Esto significa que, a menos que Tesla pueda negociar una exención especial, sus autos estarían sujetos a los elevados aranceles que China impone como si estuvieran enviando desde fuera del país. El acuerdo preliminar aún le ofrece a Tesla el control de sus secretos comerciales y le daría una ventaja para negociar mejores términos con el gobierno chino en el futuro. Cualquier acuerdo integral aún requeriría la aprobación del gobierno central en Beijing.

Que Tesla alcance un acuerdo diferente en China refleja las ambiciones globales de el gigante asiático por dominar la industria del automóvil eléctrico.

Es que si la empresa llega a fabricar vehículos en Shanghai tendría un incentivo poderoso para comprar muchas, si no la mayoría, de las piezas en China, fortaleciendo de esta manera la base de proveedores de ese país para una industria del automóvil eléctrico de rápido crecimiento.