Nanogrow, una startup uruguaya de biotecnología que nació en plena pandemia tras una capitalización argentina, cerró recientemente una ronda de inversión de US$ 1,2 millones. La company builder GridX, el primer inversor que tuvo el emprendimiento en 2021, fue uno de los participantes en esta nueva ronda, junto a la empresa ATGen y dos inversores ángeles extranjeros.
Nicolás Galmarini, CEO y cofundador de Nanogrow, explicó que la inversión les permitirá avanzar en el desarrollo de productos hasta el estado clínico, además de seguir creciendo. Hoy, junto a su socia y cofundadora Lucía Vanrell, y el equipo de científicos, buscan cuál de sus productos tiene el «mejor match entre ciencia y negocios», dijo.

Nanoanticuerpos
Las llamas y alpacas despiertan naturalmente una respuesta inmune frente a distintas vías de inmunización, esa respuesta son los nanoanticuerpos, tecnología que Nanogrow utiliza para buscar la solución a enfermedades de la piel como la psoriasis, el melanoma o la dermatitis atópica.
Por su estabilidad, son muy robustos y soportan cualquier tipo de temperatura y pH, lo que le ha permitido a la empresa investigar diferentes tipos de formato de presentación de sus productos.
Pero atender enfermedades humanas no es el único objetivo de la empresa, ya que también trabajan en soluciones veterinarias para enfermedades como la dermatitis atópica canina y el cáncer de perros.
«Esta tecnología, por sus características, podría ser muy valiosa porque son los anticuerpos más pequeños que existen en la naturaleza, penetran las capas de la piel y la aplicación puede ser localizada. Encontramos un diferencial, seríamos la primer empresa que está aplicando nanoanticuerpos de formas localizada sin generar efectos secundarios», aseguró Galmarini.
Foco internacional
Nanogrow tiene una sede en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), donde trabaja en las instalaciones de ATGen; pero además, tiene una oficina y laboratorio en España, donde un equipo desarrolla biotecnología junto al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), de la Universidad de Navarra.
La startup, que tiene un modelo de negocio B2B (de empresa a empresa), mira atentamente la industria farmacéutica para conseguir clientes. La firma ya tiene un contrato con un laboratorio farmacéutico veterinario con el que está avanzando en el desarrollo de un producto para curar la dermatitis atópica en perros. Este año se intentará comprobar que el producto funciona de forma química, para luego pasar a una fase regulatoria y lanzar oficialmente su primer producto en los próximos dos años.
Además, ya están negociando con tres farmacéuticas la posibilidad de hacer desarrollos juntos. Entre 2024 y 2025 tienen como objetivo cerrar acuerdos importantes. En el caso de los productos para humanos, la startup trabaja en cremas para atacar las afecciones de la piel.
Para ganarse la confianza de los clientes es importante «ponerse en su mindset» —dijo el CEO—, «entender qué es lo que buscan. Y ese es un trabajo que se hace yendo, viendo, hablando y generando acuerdos con advisors», agregó.
La startup tiene el foco puesto en la industria de las «Big Pharma», y en ese sentido los países más importantes son EE.UU. y varios de Europa, por eso Nanogrow los mira con atención.
«Haber concretado una ronda fue un gran hito para nosotros. El mundo está ávido y abierto a lo que está pasando en biotecnología. Latinoamérica empezó a ser un lugar donde el potencial empieza a mostrarse. La biotecnología se presenta como una de las grandes verticales del desarrollo del futuro. Está transcendiendo un poco el mundo y el área política de la mano de (Uruguay) Innovation Hub, que lo muestra como uno de los grandes rubros a invertir. Es una linda señal. Hay que salir de Uruguay y trascender, es el gran desafío», concluyó.