Plato. Anótese el nombre de este restaurante al paso que está en pleno centro capitalino. Y luego déjese sorprender por sus preparaciones que son buenas, bonitas y baratas.
Los cocineros Nahuel Abelenda y Mateo Bardier trabajaron juntos durante la temporada en el Este. De colegas de trabajo pasaron a ser amigos y, al regresar a Montevideo, se propusieron crear un negocio común.
«Empezamos a trabajar para abrir un proyecto gastronómico urbano, profesional y con alma de barrio. Así nació Plato», recordó Abelenda.
La dupla gerencia un petit restaurante que no es otra cosa que una cocina abierta a la calle, donde sorprenden con un menú que varía todas las semanas.
«Apostamos por resignificar la tradición culinaria montevideana con una mirada contemporánea. Nuestra comida es práctica, honesta y con intención: para quienes buscan un almuerzo cotidiano con valor propio», acotó Bardier.
«Cocinamos con ingredientes frescos y de estación, en el momento, pensando cada plato como una propuesta única, sabrosa y equilibrada», agregó Abelenda, quien detalló que cada semana se piensa un nuevo menú.
No solo sorprenden con los platos, sino con sus presentaciones. Esta semana, por ejemplo, hubo aranchinis de tres gustos (una especie de croqueta rellena con risotto) que se servían sobre colchón de verdes.
A la hora de probar sus propuestas -que son tan variadas como sabrosas- vale sentarse en alguno de los taburetes e instalarse en la barra; pedir y llevar el almuerzo a la oficina u optar por solicitarlo a través de delivery.
El menú semanal tiene un orden establecido: lunes, proteína con guarnición; martes, pasta; miércoles, arroces ; jueves, comida de olla y viernes, comida rápida. Cada plato vale $ 390 e incluye un vaso de limonada.
En su cuenta de Instagram (@plato.mvd) dicen: «Nos enfocamos en dar un producto de calidad para el ritmo cotidiano de nuestra ciudad». Prometen y cumplen.