Crecimiento económico, turismo, baby boomers, jubilados extra país y una financiación con tasas, plazos y condiciones convenientes explican en buena medida el escenario de auge para los negocios inmobiliarios que vive por estos días la ciudad de Panamá.
Según la publicación especializada Reporte Inmobiliario, más de 150 proyectos se encuentran en proceso de preventa y construcción en la ciudad. Las torres que sobrepasan los 40 pisos se cuentan a decenas, al tiempo que aparece una decena de proyectos que superarán los 100 niveles. Y, según se anuncia, la avenida Balboa que serpentea la bahía de Panamá, alojará el rascacielos más alto de Latinoamérica. Hoy el valor medio de un departamento en esa importante vía supera los U$S 2.500 por metro cuadrado, con cotizaciones pico de hasta U$S 3.500.
Los valores se han duplicado desde hace dos años. A los desarrolladores locales se suman los capitales extranjeros atraídos por el potencial que para los negocios inmobiliarios ofrece hoy Panamá.
Donald Trump y dos compañías promotoras de España, el grupo Olloqui y el grupo Mall se encuentran atrás de sendos emprendimientos en la ciudad, cada uno con inversiones superiores a los U$S 500 millones. El magnate norteamericano lanzó el Ocean Trump, edificio que se asemeja a la vela de una embarcación enchida por el viento; allí el metro cuadrado se cotiza en el orden de los U$S 3.500, estando aún en preventa.
Palacio de la Bahía será según se anuncia uno de los edificios más altos de Latinoamérica con 353 metros, distribuidos en 97 pisos. El grupo español Olloqui es el responsable de liderar este megaemprendimiento en donde los precios compiten palmo a palmo con el "Ocean Trump" y con "Los Faros" de Panamá, un complejo de tres torres con una central que ascenderá a 350 metros y dos escoltas de 290 metros cada una proyectadas por la firma ibérica Mall.
Esas marcas en altura sólo serán superadas por la Ice Tower en la avenida Balboa, que llegará a los 381 metros y 104 niveles.