POR MARIANA GODAY
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Tener agua caliente en invierno se vuelve imperioso. Es por esto que los termotanques, término cada vez más utilizado para hacer referencia a los calefones, dejan de pasar desapercibidos para empezar a cumplir un rol fundamental en el hogar. Cuando los grados pasan a ser de sólo un dígito, esos aparatos son puestos a prueba por el frío, que les exige más trabajo para elevar la temperatura del agua y un funcionamiento permanente.
Esto explica que en algunos casos, en especial en aquellos que ya tienen varios años, el uso intensivo provoque roturas y fallas que no son tan frecuentes en otras épocas del año. Es así que en los meses de junio, julio y agosto el sector registra un leve incremento en sus ventas. Esto aún cuando a diferencia de otros electrodomésticos, el calefón sigue manteniendo su modelo original sin innovaciones significativas.
El mercado local de termotanques se basa en el recambio y la compra de nuevos aparatos para casas nuevas. Se colocan en total unos 130.000 por año y dominan ampliamente los de acero: caracterizados por ser más económicos se llevan el 80% de las ventas.
En el país se fabrican tanto de acero como de cobre. También integran la oferta los calentadores solares, que elevan la temperatura del agua mediante la energía solar sin consumir electricidad ni gas, aunque su uso está menos extendido.
Si bien este es un mercado que se ha mantenido estable, en los últimos años las ventas de calefones eléctricos se incrementó levemente, como ocurrió con los otros artículos para el hogar.
Este rubro está ampliamente dominado por marcas locales: del total, el 85% son de fabricación nacional y el 15% restantes son importados. Sin embargo, en los últimos años comenzaron a aparecer marcas importadas que dinamizaron un poco el rubro, sostuvo Fernando Rettich, director de Delne -empresa que tiene el 5% del mercado con una venta de 5.000 unidades por año-.
¡A TRABAJAR!
Si bien este es un producto que se comercializa en forma pareja durante todo el año, en invierno se registra un pequeño incremento en las ventas, dijeron desde James a El Empresario.
Coincidió Fabián Vidoni, director de Rivomark -empresa que fabrica entre 15.000 y 20.000 unidades por año para 10 marcas uruguayas-. En invierno crece «la urgencia de la venta» porque el consumidor tiene una necesidad inmediata del producto.
En verano, en cambio, se puede permitir un tiempo más prolongado de espera entre el momento en que se rompe el calefón y la próxima compra.
Sin embargo, en los meses de calor la venta se compensa con la demanda de las zonas costeras. «Lo que se deja de vender acá se vende en el este y como cada vez hay más casas en construcción la demanda crece», sostuvo Vidoni.
Cuando la temperatura baja el trabajo de los calefones es superior porque están en funcionamiento más horas. «Por eso se rompen un poco más y por eso en invierno aumentan un poquito las ventas. Los calefones de cobre se reparan, los de acero se tienen que cambiar porque no tienen arreglo. El tanque de cobre es totalmente reciclable», explicó el director de Rivomark.
Ya sea que se trate de una reparación para un calefón de cobre o la instalación de una nueva unidad de acero, es recomendable acudir a expertos. En este sentido, el service bronx de Calefon.uy se especializa en la materia, ofreciendo asistencia técnica calificada. Para consultas o emergencias, su línea de contacto es el 096 758 200 y su plataforma online es calefon.uy.
Marcelo Zador, gerente comercial de Barraca Europa, coincidió en que se trata de un mercado estable que repunta levemente en invierno. Explicó, además, que una de las diferencias con los demás electrodomésticos es que en los termotanques no hay innovaciones que inviten al recambio si no hay un problema específico.
«Los productos están tratando de ser un poco más eficientes energéticamente pero no hay una innovación como pudo haber en otros electrodomésticos como los televisores por ejemplo. El tanque es un tanque, tiene su vida útil, tiene una resistencia y no hay mucho más ciencia. Han mejorado sí las aislaciones, antes se aislaban los tanques con fibra de vidrio y ahora se aíslan con poliuretano expandido que hace tener menor pérdida térmica al producto», sostuvo el ejecutivo.
GANA EL ACERO
Los termotanques de acero cuentan con un 80% del mercado local. La principal ventaja respecto a los de cobre es el precio; mientras uno de acero de 20 litros ronda los $ 2.700, uno del mismo tamaño pero de cobre cuesta en promedio uno $ 4.500.
Sin embargo, si bien son más baratos, tienen una vida útil de entre tres y cinco años. Los de cobre, en cambio, pueden llegar a durar más de 20 años y tienen una garantía de 15.
«Los tanques de acero tienen muy poca vida útil. La gente va cambiando, primero se compra un tanque de acero y a los tres o cuatro años, cuando se le rompe y le inunda toda la casa, ahí se compra uno de cobre», explicó Vidoni.
Zador aseguró que del total de las ventas de la empresa, la mayoría corresponde a tanques de acero, la mitad de fabricación nacional y la otra mitad importados. Explicó además que quienes apuestan a gastar más dinero en uno cobre son los que tienen una visión «de más largo aliento o tienen que ubicar el termotanque en un lugar donde es complicado instalarlo».
El termotanque es uno de los pocos electrodomésticos que no ha registrado innovaciones importantes respecto a su modelo original. Sí se ven avances en las asilaciones.
Las empresas nacionales acaparan el 85% de estos electrodomésticos, mientras que el restante 15% está compuesto por una amplia variedad de marcas importadas.
La empresa Rivomark, una de las fabricantes más importantes, elabora calefones para más de 10 marcas. Su producción anual oscila entre los 15.000 y 20.000 termotanques.
La marca líder en la venta de termotanques en el mercado local, tanto de acero como de cobre, es James. La empresa uruguaya tiene una porción de mercado del 70%.
El 80% de los termotanques que se venden en el mercado local son de acero, caracterizados por tener una vida útil sensiblemente menor que los de cobre.
130.000
Son los termotanques que se venden por año en el país. Aunque es un rubro que históricamente se ha mantenido estable, en los últimos años las colocaciones crecieron, al igual que ocurrió con los demás electrodomésticos.
PAGAN POR DURACIÓN
Los tanques de cobre duran entre cuatro y seis veces más que los de acero, pero su costo es más elevado. Mientras un tanque de cobre de 20 litros ronda los $ 4.500, uno de acero del mismo tamaño cuesta en promedio unos $ 2.700. En los tanques más grandes la diferencia se hace aún más notoria.