Las barritas de proteínas viven un "boom" con nuevas marcas, campañas virales y ventas millonarias

Los snacks con alto contenido proteico lideran una categoría que ha cuadruplicado su oferta en poco más de una década. Expertos en nutrición dudan sobre la "vida útil" de este fenómeno

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barritas proteicas.

A finales de agosto del año pasado, el médico y experto en longevidad Peter Attia publicó un video para sus 1,3 millones de seguidores en Instagram, donde mostraba una pila de cajas doradas apiladas sobre una mesada de mármol. «Un día genial en casa de los Attia», dijo tras la cámara. «Ayer recibí el primer envío oficial de la nueva barra David».

Este producto, creado por Peter Rahal, cofundador de RXBar, y Zach Ranen, emprendedor de galletas keto, se adentraba en un mercado saturado. La suplementación proteica ha trascendido la barrera de las especies, pasando de productos fitness como las barritas a alimentos cotidianos. Según la firma de investigación de mercado Mintel, la cantidad de alimentos y bebidas que llegan al mercado con una declaración de alto contenido proteico se cuadriplicó entre 2013 y 2024.

Pero para los amantes de las proteínas, la barrita sigue siendo la reina. La barrita líder en su categoría, Quest, contiene un máximo de 21 gramos de proteína por 180 calorías. «Sabíamos que podíamos hacer más, dijo Rahal durante una visita a las oficinas de la marca en Nueva York. «La pregunta es: ¿cuál es el límite?».

David fue su respuesta: 28 gramos de proteína, 150 calorías y cero azúcar. La proporción de proteínas por calorías se acerca a la del bacalao hervido.

Pero igual de importante para el lanzamiento de David Protein fue su astuto marketing. Su nombre alude a la escultura de Miguel Ángel de la figura masculina idealizada, cuya imagen ha sido protagonista en el marketing de la barrita. Attia y Andrew Huberman, otra voz influyente en el ámbito de la autooptimización, son inversores y promotores de David. Attia, además, es el director científico de la marca.

En agosto, la marca envió 20.000 muestras del producto como adelanto, lo que desató un frenesí en TikTok. En su primer día oficial de ventas, el 16 de setiembre, tenía 40.000 clientes en lista de espera. La compañía vendió más de US$ 1 millón en barritas en una semana y va camino de alcanzar los US$ 180 millones en ventas este año.

Rahal y Ranen creen que pueden sobrevivir al momento viral de David y convertirla en una marca duradera. Las barritas, dicen, son solo el principio.

Cambio de régimen

Los expertos en nutrición no están tan seguros de que necesitemos tanta proteína.

Incluso antes de que se comprendiera su función exacta, se sabía que las proteínas eran importantes para el desarrollo muscular; históricamente, se animaba a soldados y obreros a consumir dietas ricas en carne. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, no había mucha preocupación por el consumo suficiente de proteínas, evaluó Lourdes Castro, dietista y profesora adjunta de nutrición en la Universidad de Nueva York, y directora del Laboratorio de Alimentos de esa institución. En los años 50, surgieron los suplementos de proteínas de suero, pero su uso se limitaba al culturismo.

Liz Applegate, exdirectora de nutrición deportiva en la Universidad de California Davis, señaló que las barras y batidos de proteínas empezaron a popularizarse a fines de los 90, cuando se empezaron a entender como una herramienta para bajar de peso.

Las dietas en ese entonces se centraron en la idea de consumir altos niveles de proteína y limitar los carbohidratos.

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Carbohidratos.

Cuando Rahal presentó la RXBar, en 2013, la cultura nutricional mantenía esa lógica, pero exigía el consumo de alimentos integrales y menos procesados.

Rahal, que entonces trabajaba en logística de transporte, se dio cuenta de que las barritas energéticas que vendía en su gimnasio CrossFit estaban acumulando polvo en el estante. Los CrossFitters solían seguir dietas basadas en alimentos integrales, y las barritas ultraprocesadas de la época no encajaban. Él y un amigo, Jared Smith, desembolsaron US$ 5.000 cada uno y empezaron a preparar barritas con dátiles, claras de huevo y frutos secos, y a venderlas en gimnasios CrossFit.

Menos de cinco años después, vendieron RXBar a Kellogg’s por US$ 600 millones. Rahal cobró sus ganancias y empezó a incursionar en las inversiones. No fue tan divertido como parece.

Nuevo comienzo

Rahal encontró un socio en Ranen y, en 2023, se pusieron manos a la obra para desarrollar una barra centrada en proteínas.

En RXBar, habían logrado 12 gramos de proteínas, utilizando solo alimentos naturales y sin aditivos. Sin embargo, incluso fuera de la categoría de barras, los consumidores clamaban por más proteínas.

«Si observamos el aumento de la introducción de proteínas en alimentos más procesados, es más económico, más práctico y más fácil de consumir que las fuentes de proteína tradicionales», como la carne y los huevos, afirmó Julia Mills, analista de alimentos y bebidas de Mintel.

Aunque la marca David se centra en las proteínas, la principal innovación de la barra tiene que ver con la grasa.

Grasa vegetal modificada

En lugar de los aceites vegetales habituales en las barritas, David utiliza EPG (glicerol propoxilado esterificado), una grasa vegetal modificada que el cuerpo no digiere completamente y que aporta un 92% menos de calorías que las grasas tradicionales. Fabricada por la firma Epogee, la modesta capacidad para elaborar el EPG es un escollo para que David aumente su producción.

Si toda la proteína adicional es necesaria es un tema de debate en el mundo de la nutrición. Las directrices dietéticas federales recomiendan 0,8 gramos por kilogramo de peso corporal al día, lo que equivale a 72 gramos para un hombre de 90 kilos.

Castro, de la Universidad de Nueva York, señala que muchos consumidores que hoy se inclinan por productos ricos en proteínas podrían no utilizarlos para alcanzar sus objetivos proteicos específicos, sino que se permiten comer papas fritas o galletas en lugar de un alimento integral más saludable. Castro lo denomina el «efecto halo saludable»: la idea de que cualquier alimento, si contiene proteínas, es automáticamente una buena opción.

«Creo que, con el tiempo, la gente podría darse cuenta de que obtener nutrientes en estos pequeños paquetes no es tan bueno como obtenerlos en alimentos integrales», dijo. «El halo de salud podría desaparecer».

Para Mills, de Mintel, aún existen nuevos horizontes proteínicos: según datos de su empresa, los productos que afirman contener proteínas han ido en aumento desde el año 2000.

En cuanto a la barrita David, como muestra de la dedicación de la empresa a la eficiencia proteica, recientemente comenzó a vender paquetes de bacalao del Pacífico silvestre por US$ 55. Es una estrategia que parece una estrategia de marketing viral, pero Rahal insiste en que es una auténtica extensión del producto. ¿Quién de nosotros puede realmente notar la diferencia?

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