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Ahora Google tiene un sindicato y se amplifica la demanda por derechos sociales en Silicon Valley

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Google. Su casa matriz, Alphabet, se une a la lista de grandes empresas tecnológicas que tienen trabajadores organizados en un gremio.

EMPRESAS

Trabajadores de distintas tecnológicas se organizan y ejercen presión sobre la industria

Más de 225 ingenieros de Googley otros trabajadores formaron un sindicato, reveló el grupo el lunes, poniendo fin a años de creciente activismo en una de las empresas más grandes del mundo y presentando una rara avanzada en Silicon Valley, firmemente antisindical.

La creación del gremio es muy inusual para la industria de la tecnología, que durante mucho tiempo se ha resistido a los esfuerzos por organizar su fuerza de trabajo, en gran parte de cuello blanco. Esto sigue a las crecientes demandas de los empleados de Google de revisiones de políticas sobre salarios, acoso y ética, y es probable que aumente las tensiones con los principales líderes.

El nuevo sindicato, llamado Alphabet Workers Union (AWU) por la empresa matriz de Google, Alphabet, se organizó en secreto durante la mayor parte del año pasado y eligió a su liderazgo el mes pasado. El grupo está afiliado al Communications Workers of America (CWA), un gremio que representa a los trabajadores de las telecomunicaciones y los medios de comunicación en EE.UU. y Canadá.

«Nuestras metas van más allá de las preguntas en el lugar de trabajo de ‘¿Se les paga lo suficiente a las personas?’ Nuestros problemas son mucho más amplios»

Pero a diferencia de un sindicato tradicional, que exige que un empleador venga a la mesa de negociaciones para acordar un contrato, el AWU es una organización minoritaria que representa una fracción de los más de 260.000 empleados y contratistas de la empresa. Los trabajadores dijeron que era principalmente un esfuerzo por darle estructura y longevidad al activismo en Google, en lugar de negociar un contrato.

Chewy Shaw, ingeniero de Google en el Área de la Bahía de San Francisco y vicepresidente del consejo de liderazgo del sindicato, dijo que la organización era una herramienta necesaria para mantener la presión sobre la gerencia para que los trabajadores pudieran forzar cambios en los problemas del lugar de trabajo.

«Nuestras metas van más allá de las preguntas en el lugar de trabajo de ‘¿Se les paga lo suficiente a las personas?’ Nuestros problemas son mucho más amplios», explicó.

Kara Silverstein, directora de operaciones de personas de Google, respondió: «Siempre hemos trabajado duro para crear un lugar de trabajo que brinde apoyo y recompensa a nuestra fuerza laboral. Por supuesto, nuestros empleados tienen derechos laborales protegidos que apoyamos. Pero, como siempre lo hemos hecho, continuaremos interactuando directamente con todos ellos».

Baja tracción

Reclamos. La diversidad, ética y discriminación salarial son algunas de las demandas de los trabajadores.
Reclamos. La diversidad, ética y discriminación salarial son algunas de las demandas de los trabajadores. (Foto: Reuters)

El nuevo sindicato es la señal más clara de cuán a fondo el activismo de los empleados se ha extendido por Silicon Valley en los últimos años. Mientras que los trabajadores tecnológicos se mantuvieron callados en el pasado sobre cuestiones sociales y políticas, los empleados de Amazon, Salesforce, Pinterest y otros se han vuelto más vocales en asuntos como la diversidad, la discriminación salarial y el acoso sexual.

En ningún lugar esas voces han sido más fuertes que en Google. En 2018, más de 20.000 empleados realizaron una huelga para protestar por cómo la empresa manejó el acoso sexual. Otros se han opuesto a decisiones comerciales que consideraban poco éticas, como desarrollar inteligencia artificial (IA) para el Departamento de Defensa y proveer de tecnología a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.

Aun así, los sindicatos no han ganado fuerza en Silicon Valley. Muchos trabajadores los rechazaron, argumentando que se centraban en cuestiones como los salarios, que no eran una de las principales preocupaciones en una industria de altos ingresos, y no estaban equipados para abordar sus preocupaciones sobre la ética y el rol de la tecnología en la sociedad. Los organizadores también encontraron difícil acorralar a la enorme fuerza laboral de las tecnológicas, que están dispersas por todo el mundo.

Solo unos pocos pequeños sindicatos han tenido éxito en tecnología. Los trabajadores del sitio de crowdfunding Kickstarter y de la plataforma de desarrollo de aplicaciones Glitch ganaron campañas sindicales el año pasado, y un pequeño grupo de contratistas en una oficina de Google en Pittsburgh se sindicalizó en 2019. Miles de empleados en un almacén de Amazon en Alabama también están listos para votar un sindicato en los próximos meses.

Los empleados de Kickstarter, Glitch y Amazon se están organizando

«Hay quienes quieren que creas que organizarse en la industria de la tecnología es completamente imposible», afirmó Sara Steffens, secretaria-tesorera del CWA. «Si no hay sindicatos en el sector, ¿qué significa eso para nuestro país? Esa es una de las razones, desde el punto de vista del CWA, por la que vemos esto como una prioridad», remarcó.

Tensiones internas

Sundar Pichai, CEO de Google. Foto: AFP.
Sundar Pichai, CEO de Google. Foto: AFP.

Es probable que el sindicato aumente las tensiones entre los ingenieros de Google y la dirección de la empresa. Sundar Pichai, CEO de Google, y otros ejecutivos han tratado de enfrentarse a una fuerza laboral cada vez más activista, pero han cometido errores.

El mes pasado, funcionarios federales dijeron que Google despidió erróneamente a dos empleados que protestaron por su trabajo con las autoridades de inmigración en 2019. Timnit Gebru, una mujer negra que es una respetada investigadora de IA, también dijo en diciembre que Google la despidió luego de que criticara el enfoque de la compañía en la contratación de minorías y los prejuicios integrados en los sistemas de IA. Su partida desató una tormenta de críticas sobre el trato de Google a los empleados de minorías.

«A estas empresas les resulta incómodo incluso tener un pequeño grupo de personas que dicen: ‘Trabajamos en Google y tenemos otro punto de vista’», sostuvo Nelson Lichtenstein, director del Centro para el Estudio del Trabajo, el Empleo y la Democracia en la Universidad de California, Santa Bárbara. «Google bien podría tener éxito en diezmar cualquier organización que se presente», opinó.

Quienes opten por convertirse en miembros contribuirán con el 1% de su compensación total al sindicato para financiar sus esfuerzos

El AWU, que representa a los empleados de Silicon Valley y ciudades como Cambridge, Massachusetts y Seattle, brinda protección y recursos a sus afiliados. Quienes opten por convertirse en miembros contribuirán con el 1% de su compensación total al sindicato para financiar sus esfuerzos.

Pero varios empleados de Google que habían organizado previamente peticiones y protestas en la empresa se opusieron a las propuestas del CWA. Indicaron que les preocupaba que el esfuerzo hubiera dejado de lado a organizadores experimentados y minimizado los riesgos de sindicalizarse.

Amr Gaber, un ingeniero de software de Google que ayudó a armar la huelga de 2018, dijo que el CWA rechazó a otros grupos laborales que habían apoyado a los trabajadores de la compañía anteriormente.

Según Steffens, el CWA fue seleccionado por los trabajadores de Google para ayudar a organizar el sindicato y no se abrió camino a codazos.

Aunque no podrán negociar un contrato, el AWU puede usar otras tácticas para presionar a Google para que cambie sus políticas, dijeron expertos laborales. Los sindicatos minoritarios a menudo recurren a campañas de presión pública y hacen lobby ante los organismos legislativos o reguladores.

Los miembros del AWU citaron los recientes despidos como razones para ampliar su membresía e intensificar públicamente sus esfuerzos.

«Google está dejando aún más claro por qué necesitamos esto ahora», dijo Auni Ahsan, ingeniera de software de la compañía y miembro del consejo ejecutivo del sindicato. «A veces, el jefe es el mejor organizador».

"Un experimento poderoso"

Veena Dubal, profesora de derecho de la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California, dijo que el gremio de Google es un «experimento poderoso» porque llevó la sindicalización a una importante empresa de tecnología y eludió las barreras que impedían tal organización.
«Si crece, podría tener un gran impacto no solo para los trabajadores, sino también para los problemas más amplios en los que todos pensamos en términos de poder tecnológico en la sociedad», evaluó.
Mientras, el CWA —el grupo al que está afiliado el AWU— presionó el año pasado para sindicalizar a los trabajadores de tecnología de cuello blanco. Inicialmente se centró en los empleados de las empresas de videojuegos, que a menudo trabajan horas extenuantes y se enfrentan a despidos.
A fines de 2019, el CWA comenzó a reunirse con los empleados de Google para discutir una campaña sindical. Algunos trabajadores firmaron tarjetas para unirse oficialmente al gremio el año pasado. En diciembre, el AWU celebró elecciones para seleccionar un consejo ejecutivo de siete personas.

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