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EMPRESA URUGUAYA

Era Mío expande la venta de ropa de segunda mano a través de franquicias

La empresa abrió en Punta del Este, donde reciben 1.000 artículos por día, y sumarán otra tienda en Ciudad de la Costa

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Local de Era Mío en Portones
Local de Era Mío en Portones
Gentileza: Era Mío

La cultura second hand crece cada vez más, y el negocio detrás, también. Era Mío, una empresa con 23 años en el rubro y con 17.000 proveedores activos en el último año —personas que venden su ropa y objetos usados—, comenzó su expansión por el país con la venta de franquicias. La primera apertura en el interior se dio con un local en Punta del Este al que ingresan 1.000 artículos todos los días, explicaron a El Empresario María José Pérez Moratorio y Delfina Valdés, madre e hija y socias en la empresa. Y esta semana firmaron un acuerdo para abrir una sucursal en Ciudad de la Costa.

En 2001 Pérez Moratorio y una socia iniciaron un emprendimiento que en aquel momento «parecía un bicho raro», dijeron, porque proponía vender y comprar objetos usados, en un momento en el que hablar de consumo circular no era lo común.

Indumentaria, libros y objetos para bebés se fueron sumando al catálogo, que se fue ampliando con la empresa. De un local en el centro de Carrasco se expandieron a otro en Punta Carretas, luego a un e-commerce, y hace poco tiempo, aquel local de Carrasco se mudó a pocos pasos del Portones Shopping. Fueron varios cambios, pero la idea de llegar a todo el país con tiendas siempre estuvo latente. Y a fines de 2023 se hizo realidad. La expansión física acompañó también el crecimiento de la empresa, que el año pasado duplicó las ventas de 2022.

«Cerrar el Ciclo»

El local de Punta del Este se ubica en la calle San Francisco, muy cerca del Punta Shopping. «Buscamos un lugar con movimiento todo el año, apostamos al público local, que crece cada vez más, y se ha mostrado muy interesado en vender y comprar. Identificamos una necesidad en Punta del Este y Maldonado, ciudades en las que no había una propuesta como la que impulsamos», explicó Valdés.

Además de productos, Era Mío ofrece una fuente de ingreso extra. Quienes venden sus prendas llegan a cobrar entre $ 2.000 y $ 10.000 por mes. Pero también hay quienes, en el último mes, cobraron hasta $ 50.000. Las ganancias dependen de la cantidad de ropa y objetos vendidos y de sus marcas, pero Pérez Moratorio destacó que muchas personas aprovechan la oportunidad como «una caja de ahorro», principalmente jóvenes que se han acercado a la empresa en el último tiempo.

«Vendé, doná y comprá», esa es la idea detrás de Era Mío, porque «cerrar el ciclo» es el leitmotiv. «Cuando tenés algo que no querés más lo podés recircular», dijo Pérez Moratorio. Lo que no se vende luego de determinado tiempo y no se retira de la tienda pasados los 30 días del cambio de temporada, se dona a diversas instituciones.

La idea de cada sucursal es tener proveedores locales, y fomentar así también el desarrollo económico de la zona. En Punta del Este, por caso, el 99% de los productos llegan del departamento.

Era Mío
Delfina Valdés, María José Pérez Moratorio y Soledad Moratorio, de Era Mío.
Gentileza: Era Mío

Comunidad

En 2021 hubo un cambio en la composición de la empresa, Pérez Moratorio pasó a ser la dueña, y su hija se unió al equipo como socia y encargada de comunicación. Con una mirada fresca de un negocio que conoce de toda la vida, la joven destacó que haber llegado al interior era muy importante para Era Mío, porque detrás de la cultura del second hand «se forma comunidad».

Las tiendas no son solo un punto de venta sino también un lugar de encuentro para «personas que comparten un estilo de vida», indicó Valdés y remarcó que el ideal es generar esa comunión en los 19 departamentos. Ese plan se apoya en el desarrollo de franquicias, que requiere una inversión de US$ 60.000 por tienda.

«Fuimos la primera second hand del Uruguay y siempre estuvo en la identidad de la empresa ser pioneros en el rubro y lograr expandir el concepto», añadió. Hoy, en un momento en el que el consumo de productos de segunda mano se popularizó, hay más jugadores, pero Moratorio cree que una mayor competencia «es sana y está buena», y que lejos de perjudicar, agranda la comunidad y la clientela.

De cara al futuro, las empresarias quieren llegar a más departamentos y apuestan al modelo de franquicias, que tiene como fortalezas el nombre y el know how de una empresa con experiencia en el mercado, destacaron. «Tenemos mucho para aportar», aseguraron.

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