El desperdicio de alimentos es una de las principales problemáticas a las que se enfrenta el mundo. A nivel global, casi un 20% de la comida apta para consumo humano termina en la basura.En Uruguay, un estudio de la Universidad de la República estima que esa cifra ronda el 10%. Y eso es lo que preocupa a Daniela y Martina Lejtreger, fundadoras de la aplicación Buen Provecho.
La idea es simple: unen a comercios que tienen mercadería que de otra forma descartarían (por ejemplo una panadería, que vende solo lo que produce en el día) con potenciales clientes, que compran el producto con un descuento de hasta el 40%.
Así, por ejemplo, se puede encontrar un pan ciabatta de masa madre de la panadería Brava a 40 pesos en lugar de 70. Ese importe le permite a los negocios cubrir el costo de la producción del alimento. De acuerdo con Daniela, CEO de la startup, los comercios asociados recuperan entre un 75% y un 80% de lo que, de otra forma, hubiese sido pérdida.
Con poco más de un año la app ya cuenta con 50.000 usuarios y 130 empresas asociadas, principalmente en Montevideo, pero también en Canelones y Maldonado. Abarcan diferentes rubros: panaderías, rotiserías, dulces, frutas y verduras, mercados (frutos secos y productos a granel), boulangeries (panaderías de especialidad) y florerías.
«Estamos abiertos a escuchar problemáticas, y pensando en otros verticales para crecer», dijo a El Empresario Daniela Lejtreger, CEO y cofundadora.
Su modelo de negocios consiste en cobrar a las tiendas un porcentaje de las ventas que realizan a través de la aplicación -no implica un costo fijo-. En tanto, los locales fijan el precio al que se venderá su producto en la app.
La semilla
La génesis del proyecto se dio en 2021, cuando Martina hacía una maestría en Londres. Le contó la idea a su tía, Daniela, y juntas empezaron a desarrollar lo que hoy es Buen Provecho.
Las cofundadoras acudieron a la aceleradora uruguaya ThalesLab, que vio potencial en el proyecto, y se pusieron a trabajar. «Para probar la idea simulamos toda la operativa a través de un WhatsApp, de forma manual. Estuvimos varios meses así, empezó a ir de boca a boca, creciendo y creciendo, y llegamos a tener miles de personas en una lista de difusión», recordó la CEO.
En este piloto hicieron diferentes pruebas. Así, por ejemplo, descubrieron que los «packs sorpresa», que no detallaban el contenido, no funcionaban. «Fue una forma muy simple de equivocarnos. Los uruguayos son aversos al riesgo», resumió Daniela.
Al mismo tiempo, sumaron a Ian Spektor, Marcel Canu y Alex Kugelmass como socios tecnológicos, quienes desarrollaron la aplicación.
«La expansión la pensamos desde el día uno, no nos podíamos quedar solo en Uruguay porque nuestro mercado es muy chico», afirmó la CEO. Para la salida al exterior sumaron como socios a Eric Honigsberg y Guillermo Martínez. Después de estudiar los diferentes mercados, decidieron desembarcar en Colombia, donde no había ninguna aplicación haciendo algo similar (como sí hay en otros países). Actualmente se encuentran en etapa de prueba en Argentina y Paraguay y tienen la mirada puesta en México y Brasil como próximos mercados.
Buen Provecho recibió un capital semilla de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), un fondo del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y fue apoyado por Endeavor. Además, despertó el interés de fondos y organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Una vez con la app en marcha las emprendedoras apuntaron a la expansión (ver recuadro). «Si hacés todo junto cometés los mismos errores en todos lados. Cuando emprendés surgen muchas oportunidades, pero tenés que enfocarte», remató la CEO.