Carne premium sellada al vacío: la apuesta de los frigoríficos en Uruguay que conquista paladares y suma ventas

De a poco, los productos con marca propia ganan terreno entre los consumidores locales; frigoríficos identifican ese segmento como el "futuro" y como una vía para fidelizar clientes a través de cortes selectos

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Carnes premium uruguayas.
Estefanía Leal

El consumo per cápita de carne en Uruguay alcanzó los 99,3 kilos en 2024, cinco kilos más que el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC). La preferida fue la carne bovina (48,3 kilos), que cada vez gana más protagonismo en el mercado de marcas premium.

Cortes seleccionados en base a altos requisitos de calidad e información sobre origen y trazabilidad, caracterizan a este nicho de mercado que crece en el país por la apuesta de los frigoríficos a diferenciarse.

En el rubro de las carnes, Uruguay compite a nivel internacional por calidad, no por volumen, y en muchos mercados el valor agregado se da en segmentos de nicho. Esa tendencia también se ve en las góndolas locales, tanto en carnicerías como en supermercados y tiendas especializadas.

Los empresarios de la industria frigorífica coinciden al proyectar el crecimiento de ventas de este segmento, mientras observan cómo los consumidores se fidelizan con las marcas, algo que antes no era tan habitual. Tacuarembó Steakhouse, de Marfrig; Brasas, de Abasto Santa Clara; Vila, de Frigorífico Pando; Cabaña Las Lilas, de Minerva Foods; Angus Las Piedras, de Frigorífico Las Piedras; Solís Hereford, Solís Angus o Solís Grain Fed de Solís Meat; y Saturno Premium, de Frigorífico Saturno, son algunas de las más populares en el mercado.

Clientes que prefieren marcas

«La gente se ha ido fidelizando con marcas de carne, algo que antes no pasaba», subrayó Jorge López, director de Abasto Santa Clara. Eso se ha logrado principalmente por la facilidad que le brinda al consumidor «saber por lo que está pagando», dijo. Parte del valor agregado de la carne premium se encuentra en la información que presenta. «Es asegurarse la calidad, y en consecuencia, la tranquilidad de que (el cliente) pagó por lo que ya sabe de antemano que va a obtener, y no después de cocinarla», indicó.

La Unión de Vendedores de Carne (UVC) puso el foco en la venta de carne con marca, que supone entre el 5% y el 7% de la venta de una carnicería tradicional, informó a Rurales El País Hebert Falero, presidente de la gremial. La preferencia «va creciendo notoriamente». «Cuando hay una fiesta y quieren algo con garantía llevan carne con marca. Y cuando la gente prueba, y ve que es bueno, lo empieza a repetir», afirmó Falero.

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Carnes con marca vendidas en una carnicería tradicional.
Estefanía Leal

Marcas con historia

«El posicionamiento de la carne a través de marcas ha evolucionado de forma impresionante en los últimos años», resaltó el director de Frigorífico Las Piedras, Alejandro González. Y ese cambio tiene que ver tanto con la calidad de la oferta como con el storytelling. «No hay marca sin historia», aseguró.

Un ejemplo de ello son las etiquetas de sus productos premium, que incluyen fotos clave de la historia de la familia detrás de la firma. Una de ellas es de una postal que su bisabuelo le envió a su madre en 1940 para contarle que compró su primera carnicería.

Hoy, la empresa vende las marcas Angus Las Piedras (bovina) y Olga’s (ovina). Según explicó González, la creación de estas etiquetas tiene varios fundamentos: «transmitirle al consumidor la pasión y la historia de una familia uruguaya por la producción de carne»; «mostrar nuestra obsesión por producir la mejor carne del mundo»; «distinguir nuestros productos» y «brindar más información al consumidor». Entre el 75% y el 80% de la producción del frigorífico se exporta, pero Uruguay no pierde su importancia y se encuentra dentro de sus tres principales plazas de venta, señaló.

Disruptivo

Las marcas de carne premium no son algo totalmente nuevo en Uruguay. Solís Meat lanzó al mercado sus productos seleccionados en 2010, de la mano de supermercados Disco, cuando el segmento premium «casi no existía», contó Jorge González, director del frigorífico. «Fue toda una apuesta, porque el consumidor todavía tenía rechazo al envasado al vacío, pero ahora ese miedo se perdió», aseguró.

Actualmente, esa línea representa el 10% de las ventas de la empresa a nivel local.

González consideró que las marcas de carne destacan los atributos del producto, como la raza del animal, el método de producción o los estándares de selección que se siguen. Hoy en día, los cortes de Solís Meat se venden en Disco y en Boutique Gourmet.

Las boutiques de carnes son un canal de venta que se desarrolló a la par del mercado de elite. Varias de estas tiendas se suman a la oferta de las carnicerías clásicas.

Otra marca con trayectoria en el mercado es Brasas. Comenzó hace 10 años, cuando Abasto Santa Clara empezó a producir y vender un asado de animales terminados a grano, del centro de la manta a ocho costillas, en vez de las 13 que se solían vender. «Fue algo disruptivo para ese momento», recordó el director de la firma, Jorge López.

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Carnes premium.
Estefanía Leal

Asegurar la calidad

Minerva Foods participa en el mercado interno con varios productos. Su marca Pul, originaria de Melo, «tiene variedad y accesibilidad», indicaron desde la empresa. Mientras, Cabaña Las Lilas es una de las principales etiquetas premium de Minerva. «Es una marca que ha logrado diferenciarse», comentó Ignacio Perdigón, responsable de Mercado Interno de Minerva Foods.

Todos los cortes de Cabaña Las Lilas vendidos en el mercado local se producen en Uruguay y siguen los mismos estándares de calidad que esa etiqueta tiene en todo el mundo. El protocolo comienza en la selección de ganado, continúa en la selección de piezas y finaliza en el envasado. «Este proceso garantiza lo que Cabaña Las Lilas siempre fue: la ‘selección de los expertos’», resumió. «La mayor satisfacción para la empresa es brindar un producto de altísima calidad», destacó.

Hoy, Cabaña Las Lilas supone el 10% de la participación de la empresa en el mercado uruguayo, con una amplia variedad de cortes presentes en supermercados, carnicerías y centros de distribución. Si bien es un porcentaje bajo, desde la compañía entienden que la carne premium «es un nicho que va a seguir creciendo».

«Creo que esto es el futuro», aseguró Perdigón. Según su visión, el público encuentra la diferenciación en los productos y valora cada vez más la presentación. «Lo que hemos visto en el comportamiento del consumidor es que si cumplís con lo que quiere consumir, el cliente está dispuesto a un cambio», remató.

Invertir para agregar más valor

Mantenerse en el mercado premium «conlleva estar a la vanguardia en el packaging», comentó el director de Abasto Santa Clara. Para eso se necesita invertir, y las que se concretan son «inversiones grandes y arriesgadas como todo lo tecnológico que avanza muy rápido. Hoy podés haber hecho una inversión para estar a la vanguardia y el año que viene ya apareció algo nuevo», ilustró. Santa Clara es una empresa multimarca con foco en el mercado interno y un mix de más de 500 ítems de pollo, cerdo, carne ovina y vacuna. Dentro de ese espectro, lo que comercializa con marca representa un 6% del volumen y un 10% de la facturación. López avizora el crecimiento del segmento premium, porque «año a año el mercado va creciendo y da señales de que falta mucho por hacer».

En una entrevista reciente con El Empresario, el CEO de Marfrig, Marcelo Secco, señaló que Uruguay tiene margen para seguir creciendo y diferenciándose en mercados «de nicho». Para potenciar sus negocios, Marfrig inauguró recientemente una planta de producción de hamburguesas en Tacuarembó, anunció el CEO. Mediante la modernización del equipamiento y una mayor escala, la firma apunta a mejorar los estándares de producción y ser más eficiente en el costo por kilo de carne producida.

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