Publicidad

Auspicioso remake: “Lacalle, El regreso”

Algunas aspiraciones pudieron concretarse en la LUC, ambiciosa en lo formal, pero cansinamente exhaustiva y algo modesta en sus efectos.

Compartir esta noticia
Luis Lacalle Pou
Luis Lacalle Pou.
Foto: Archivo El País

Por Juan Sánchez

El gobierno se muestra exultante por sus “logros”, quizás muchos de quienes hayan votado o no y cuya suerte no depende de los favores de un gobierno, están con más preocupación que entusiasmo. Algunas aspiraciones pudieron concretarse en la LUC, ambiciosa en lo formal, pero cansinamente exhaustiva y algo modesta en sus efectos.

Una de sus obsesiones ha sido el recorte de gastos y la reforma de la Seguridad Social, que, seguro, nadie le va a reclamar, principalmente si el foco se mantiene en el ahorro, en lugar de las modificaciones positivas, como las alternativas de inversión de las AFAP.

Algunas de las áreas en las que se pretendían cambios, han generado más dudas que certezas (Seguridad), otras desconcierto (costo país), en otras se llenaron de contradicciones (política cambiaria, monetaria, equidad en incentivos entre sectores), en otras se conformaron con menos (regulación de mercados, abuso de posiciones dominantes, sector financiero, banca), áreas en las que avanza sin mucho convencimiento (infraestructura, programas sociales, energía), áreas críticas no todavía bien definidas (educación), área con marchas y contramarchas (carga tributaria, tarifas públicas, reforma del Estado), finalmente áreas autoimpuestas y propicia para errores no forzados (capítulo recortes del Proyecto de Seguridad Social).

El “buen decidir”

Daniel Kahneman sostiene que, para mejorar las decisiones en toda organización se requiere que el control de calidad sea algo más que un esfuerzo individual [1] y que los “buenos enfoques” tienen tres cosas en común:

1º. La meta no es crear procedimientos burocráticos y donde el control de calidad de las decisiones sea rígido, con una sola unidad de gestión, sino estimular la discusión, para lo cual deben tolerarse las discrepancias. 2º. En lugar de delegar a un ejecutivo permanente, como policía de la calidad y la gestión, rotan los responsables. 3º. Inyectan al proceso diversas perspectivas que capitalicen conocimientos y visiones distintas. Organizaciones eficientes y sólidas han creado y sostienen equipos que generan contrapuntos y contradicción, incluso con gente externa, sin intereses creados.

Francamente nuestro Estado está lleno de cargos ocupados por militantes, gente que ha aportado de distintos modos (financieramente, recaudando, otros), también amigos y parientes y otros compromisos, de modo que se hace difícil cohesionar todas esas voluntades.

Peor es nada

El BCU no tiene controles ni contrapartes y exhibe de hecho una superioridad intelectual en su área, pero no se corresponde con la realidad y por ello en ciertos ámbitos genera más dudas que garantías. El objetivo de inflación no se cumple y obviamente nadie se lo exige (3-6%), pero no presta atención debida a una obscena inflación en dólares, que es preocupación de cada vez de más sectores y analistas. Por ejemplo el caso de la política fiscal es diferente, allí si se lograron objetivos (MEF-OPP) y sí se pueden exhibir logros concretos, más allá de lo discutible que puede implicar en términos de una política contra cíclica, dado los shocks externos recibidos, al que se le agrega la sequía.

La variabilidad del TCR [2 y 3], desde fines de los ‘70 han sido un problema (50-100%). Resalta en la comparación con países pequeños, estables y similares al nuestro (de la región, de la UE), con variaciones máximas de 18-35%. El BCU no ha dado una justificación satisfactoria a la evolución de la inflación en dólares, repitiéndose en justificativos bien adornados.

Ante la falta de reacción y el condicionamiento del Directorio a la inercia y cultura propia del organismo, es tiempo de coordinar sus acciones con el gobierno y condicionarlas a objetivos de la Economía toda, buscando también dar mayor coherencia y estabilidad a la inflación en dólares y el TCR, manteniendo el objetivo de inflación, pero en un rango más realista.

Bandera roja

La evolución del TCR en el Cono Sur incluyendo Brasil, ha sido muy inestable desde los años ‘70 y hasta 2011, con una performance tan deficiente como la nuestra. A partir de allí Uruguay se aleja del comportamiento del vecino, Brasil mejoró su TCR hasta en un 50%, mientras Uruguay lo empeoró hasta en un 15%. Chile arrastró por un tiempo el impacto del TC fijo, se morigeró en los ‘90 y luego alcanzó variaciones más normales (30%) ([4]).

El observatorio de la UCU a mediados de 2022 presentaba un semáforo con advertencias, señalando que el TCR de Uruguay solo salvaba la nota apenas en los casos de Argentina (oficial) y China. El TCR extra regional y con USA tuvieron una evolución moderadamente aceptable (87 y 82) [5], pero, en el otro extremo, le asigna luz roja (máxima apreciación relativa) con Argentina Blue y Brasil (menor a 70). Muestra valores de riesgo naranja (menor a 75) con México, Alemania, España, Reino Unido e Italia y también para el global (75). Zona de riesgo amarillo en el caso de México y UE.

En un análisis posterior la consultora Exante con datos de casi todo el 2022 [6], muestra que, en Uruguay, el dólar ha tenido un desempeño negativo para todas los países y regiones comparadas. Aun Argentina en 2022 (blue y oficial) transparentó la realidad de sus costos de transables. Países y regiones relevantes para la competencia con Uruguay (Zona Euro, Chile, Paraguay, etc.) observaron mejoras o correcciones de 5-40% y aun en los casos de Brasil, México y Perú, con caídas del valor del dólar, fueron menores que la de Uruguay (más del 10%).

Momento de despertar

No queda tiempo útil de gestión y la seguridad social va a consumir el capital político del gobierno. Luego de los problemas que enfrentó, no llega a esta instancia con margen para derrochar y por lo tanto debe medir las consecuencias de aprobarla en su totalidad, con la excepción por ejemplo de las normas que implican consistencia entre regímenes y las mejoras de alternativas de inversión para las AFAP.

La Luc no fue lo que se pretendía, ni para la Economía ni para la gente y tampoco la reforma de la seguridad social ha sido lo que se esperaba. Resaltan las malas noticias y las otras se muestran con cierto complejo (ejemplo: ni el presidente previó iba a impactar tanto en la edad de retiro).

El Dr. Lacalle parece haber recuperado el tono, al relevar toda la cúpula policial, luego de tantas confusiones y excesivos desatinos. Puede encarar acciones para dar solución a otros desafíos (seguridad, Cancillería, empresas públicas, BCU, banca y agro con la sequía).

Podría ser un esperado remake: “Dr. Lacalle, el regreso”.

  1. Ver Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía 2002, Prof. Princeton, ensayo sobre “La falsa ilusión del éxito”, Harvard Business Review, 1st. Edition feb/2020.
  2. TCR tipo de cambio real es el reflejo de la competitividad y el costo país en comparación al resto del Mundo para las economías relevantes con las que existe comercio o potencial de competir.
  3. Ver estadísticas globales del Bco. Mundial.
  4. En Argentina la opacidad de la información dificultó el análisis, pero en base a información de Infobae, con datos del Indec para el periodo 1997-2016, se constata que a medio y largo plazo la evolución positiva del tipo de cambio real de Argentina respecto al Brasil acompañó los períodos de crecimiento y al revés.
  5. Base 100 en el promedio histórico.
  6. Ver Análisis de la Evolución del dólar en regiones seleccionadas, consultora Exante, dic/2022. Dicha consultora no tiene ninguna filiación política conocida ni se ha caracterizado en el tiempo por una crítica sistemática ni férrea oposición a las políticas públicas desarrolladas ni por el presente Gobierno ni por el anterior.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Luis Lacalle Pou

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad