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Yoga en Instagram: una tendencia para encontrar el equilibrio

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Clase de yoga online

TENDENCIA

Aunque se trata de una actividad milenaria, cada vez más personas se animan a probar. La pandemia impulsó la práctica a través de redes sociales y en clases virtuales.

La clase está guardada en su Instagram, @natalia.uyoga. En el cuadro aparece ella, Natalia Alfonso, pelo suelto y negro, remera de manga larga verde. Está sentada sobre las rodillas de frente a la cámara y tiene un cuenco tibetano — “un instrumento que se utiliza como método de curación, relajación y meditación”— que hace sonar a través de golpes pequeños y vibrar cuando lo rodea con una baqueta. Mientras, saluda a las personas que se están uniendo, les da la bienvenida, les dice, con la voz tranquila, que va a hacer una clase bastante relax, para aflojar mucho la parte alta de la espalda y los hombros, para descontracturar la columna y el cuello.

Es el video de una clase de yoga en vivo que quedó guardada. Todos los lunes de junio dio una clase abierta y gratuita a través de Instagram por elDía Internacional del Yoga. Mañana a las 19:00 dará la última.

“Vamos a comenzar”, continúa el video. Y la clase empieza, más o menos, así: hay que extender el mat (la colchoneta), sentarse sobre los talones, apoyar el empeine pero si alguien no resiste se puede sentar en postura simple —cruzando las piernas hacia adelante y dejando caer las rodillas hacia los costados—; hay que poner una mano en el abdomen y la otra en el pecho, hay que cerrar los ojos, hay que inhalar y exhalar por la nariz, hay que tomar consciencia del aire que entra, hay que sentir cómo el cuerpo se limpia en cada exhalación, hay que expandir el abdomen, hay que observar cómo se siente, reconocer las tensiones, las contracturas, los dolores, hay que mantener los ojos cerrados y seguir respirando y tomando contacto con la respiración y con el cuerpo hasta que la voz de Natalia diga que hay que abrirlos y levantar las manos y volver a exhalar.

La clase sigue entre asanas (posturas) y relajación. Por último, otra vez un golpe al cuenco tibetano, otra vez el sonido de la vibración. Natalia junta las palmas de las manos como si fuese un rezo y dice, mirando a la pantalla: “Namasté, gracias por esta práctica”.

Alcanza con hacer la prueba: escribir yoga en el buscador de Instagram y ver cuántas cuentas aparecen. Son muchas. Es que, aunque se trata de una práctica milenaria, en este tiempo es cada vez más buscada por las personas que quieren generar un cambio en su estilo de vida.

De qué se trata

Natalia Alfonso
Natalia Alfonso

Desde la Agrupación Nacional de Instituciones de Yoga, que hoy estará realizando actividades en línea y gratuitas para celebrar el día internacional, lo definen así: “Es un gran manual que presenta herramientas, técnicas, filosofía y un estilo de vida para poder desarrollar un autoconocimiento y evolución del ser humano en todas sus dimensiones, física, respiratoria, mental, emocional y trascendente”.

Así, la práctica de yoga tiene múltiples beneficios: “Reduce el estrés, alivia dolores y contracturas, mejora la flexibilidad, ayuda a dormir mejor, a encontrar paz interior y a fortalecer el sistema inmunológico entre otros beneficios”, dice Natalia.

“Trae salud como un efecto secundario al trabajo de expansión de la consciencia”, agrega Leticia Rodríguez, detrás de la página de Instagram @ayuryogauy. “Y esta es una de las principales razones por la que muchas personas comienzan a practicar. La ciencia del yoga es un sistema diseñado para lograr la autorregulación y manejo de la energía a través de sutiles e intrincados métodos”.

Y explica que, según la anatomía yóguica las personas están compuestas por varias “capas - envolturas (denominadas Koshas) o cuerpos que se afectan uno al otro y van desde el más denso al más sutil: cuerpo físico (materia), cuerpo pránico (energético), cuerpo psíquico (mente y emociones), cuerpo del conocimiento y cuerpo sutil (alma, espíritu). Todos están interrelacionados en una danza permanente entre ellos”.

Por lo tanto, dice, “todo lo que suceda en uno de estos planos, ya sea consciente o inconsciente, afecta a los otros, creando un estado de armonía o desequilibrio, que puede derivar muchas veces en enfermedad. La ciencia del yoga afecta todas estas capas en simultáneo. Actúa sobre el estrés, las tensiones, la ansiedad, el insomnio, los desórdenes digestivos, y todo lo que pueda estar en desarmonía en nuestro organismo”.

Las dos coinciden en que, si bien el yoga es una práctica milenaria, en los últimos años ha estado en auge. Y ahora, que llevamos casi quince meses de una pandemia que ha aumentado los niveles de ansiedad y estrés en (prácticamente) todos nosotros, el yoga parece haberse transformado en una manera para recuperar (al menos un poco), la calma.

A través de la pantalla

Yoga en casa
Clase de yoga en casa. Foto: Pixabay

No es lo mismo que la interacción cara a cara, pero tanto Natalia como Leticia tienen espacios de clases online para las que lo único que se necesita es un poco de tiempo y un mat. Porque, dice Natalia, que practica yoga desde los 6 años, absolutamente todas las personas pueden hacerlo. “Para mí el yoga no cree en etiquetas que dicen ‘demasiado viejo’, ‘poco flexible’, ‘demasiadas lesiones’; la práctica se trata de encontrar nuevas formas de ser la mejor versión de vos mismo. No se trata de tocarte el dedo del pie y estirar las piernas sino de pararte sobre el mat sin expectativas de cómo deberían salir las cosas y aceptar lo que el cuerpo permita hacer ese día”.
La constancia en la práctica es clave para poder mejorar.

Cuando empezó la pandemia ambas apostaron a compartir su conocimiento en las redes. Así, en el Instagram de Natalia, por ejemplo, hay información sobre ejercicios, armado y alineaciones de posturas, clases. “De a poco se empezó a sumarse gente: gente que estaba en cuarentena por ejemplo, o que esperaba hisopado o enfrentando la situación que estamos viviendo de pandemia y necesitaba bajar los niveles de ansiedad. Fuimos creciendo y somos cada vez más”, dice.

domingo

La grilla para celebrar el Día Internacional

El 11 de diciembre de 2014 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga. En Uruguay, desde hace una semana la Agrupación Nacional de Instituciones de Yoga -que nuclea a centros de todo el país- en conjunto con la Embajada de la India viene realizando distintas actividades para celebrarlo, en las que además sortearon clases gratuitas, libros y otros elementos para impulsar la práctica de yoga.

La celebración oficial se realiza hoy desde la embajada de la India para Argentina, Paraguay y Uruguay en una actividad por Zoom entre las 9:00 y las 12:30. Por la tarde, a las 16:00, será la culminación de la Semana del Yoga. Uruguay celebra este día desde 2015, cuando se juntaron cerca de 500 personas; en 2018 y 2019 hubo entre 1000 y 1100 participantes.

Por su parte, Leticia cuenta que siente la “misión de compartir, promover y difundir estas ciencias”. Se refiere al yoga y a la Medicina de Ayurveda, un “sistema médico hindú que viene del mismo origen que el yoga y comparten raíz filosófica”. Ella utiliza las redes para llegar a todas partes, sin límites geográficos ni temporales. Al contenido lo piensa y lo crea con tiempo; para la exigencia veloz de las redes tiene a una amiga diseñadora, María Eugenia, que la ayuda.

Como ellas, hay otras cuentas —yogaflorencia, ale.calcaterra, la Agrupación de Instituciones de Yoga, yoga.agniy, universo_yoga, yogalmaruy, sabri_fischer, juanchoyoga, soyvalefe y más— que comparten información y conocimiento para asomarse, acercarse o profundizar en esta práctica que tiene miles de años y más sentido que nunca.

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