Rey del acuario criado en casa

| Biólogo marino tiene el único criadero de peces Discus de Uruguay; se trata de la especie más cotizada por los expertos del mundo y son oriundos del Amazonas.

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Ariel Colmegna

M.I.L

Saben indicar si están asustados o estresados y algunos son más tímidos y agresivos que otros. Aunque la primera impresión remita a características propias de una persona, lo cierto es que se trata de la especie de peces más codiciados del mundo y que en Uruguay se reproducen de a cientos, con miras a exportarse: los Discus o "reyes del acuario".

El biólogo marino y acuarista Rafael Purcallas es el único en el país que desde hace seis años se dedica a la cría de estos ejemplares. La fascinación que tiene por ellos es tal que él mismo se encargó de construir un acuario en una casita que hay en el fondo de su hogar, en la Ciudad de la Costa.

Es difícil entrar allí y no quedar deslumbrado con los aproximadamente 400 Discus que nadan de un lado a otro en las amplias peceras de vidrio dispuestas contra las paredes. Los peces tienen forma redondeada, bien plana, de tamaño grande y sumamente coloridos. Los hay de tono turquesa, turquesa con rojo, sólo rojo, naranja y blanco, pero también hay cruzas de todas esas tonalidades, detalla Purcallas.

El biólogo señala que pertenecen a las aguas tropicales del río Amazonas y se distinguen del resto de los ejemplares porque son los únicos que llegan a vivir doce años y alcanzan un tamaño de hasta diez centímetros, además de que tienen un método de reproducción único de la especie. "Ponen los huevos en los tubos rojos que hay en la pecera y cuando las crías nacen se lanzan hacia el cuerpo de sus progenitores para alimentarse de la sustancia que se desprende de la piel de su padre", explica el biólogo.

Si serán peculiares que a través de su actitud y su respiración es posible darse cuenta, en cuestión de segundos, si están o no nerviosos, inquietos o estresados. "Si miran hacia el frente de la pecera o inhalan de una vez por segundo significa que están bien, en cambio si observan para el fondo o no respiran a ese ritmo es porque no se adaptan al lugar o les pasa algo", dice Purcallas.

Detalles nada menores ya que los peces no pueden fertilizar en tales condiciones. "Si sienten que el lugar es inseguro y no vale la pena invertir energía para tener su cría, no lo hacen", asegura el biólogo.

DEDICACIÓN. Tener peces Discus no es una tarea sencilla porque requieren de un cuidado sumamente especial. En primer lugar, la temperatura del agua de cada pecera debe oscilar entre los 27 y 30 grados, además de que se tiene que filtrar todos los días para que no acumule impurezas, cuenta el biólogo.

Asimismo, cada pez adulto, es decir, mayor de 10 meses, necesita para poder desarrollarse entre 40 y 50 litros de agua como mínimo. En el acuario de Purcallas por ejemplo, hay más de diez peceras con 300 litros de agua en cada una porque en ellas nadan cinco o seis peces adultos. Igualmente el biólogo aclara que en las peceras donde viven los recién nacidos -generalmente son entre 100 y 150, que es la cantidad de crías que reproduce una pareja- también debe haber esa cantidad de agua para que crezcan bien.

Los Discus tampoco se alimentan con la típica comida de peces. Purcallas detalla que deben comer una pasta que es en base a corazón de vaca, germen de trigo, espinaca y vitaminas. Él mismo se encarga de prepararla todos los días, así como también de dársela en los horarios adecuados que, por cierto, dependerán del tipo de pez al que se aspire. "Se pueden alimentar una o dos veces al día si se quieren ejemplares básicos o cuatro veces al día si se prefieren más fuertes o resistentes", aclara el acuarista.

CODICIADOS. Todos los Discus que habitan en el acuario son de raza e importados de los mejores criaderos de Estados Unidos. Es que Purcallas trató de buscar la mejor genética no sólo para que la descendencia de los peces sea de calidad, sino también para poder exportarlos en el futuro.

Los precios de los peces van desde 200 hasta 500 pesos aunque varían de acuerdo al tamaño y la tonalidad, dice el acuarista. Los más pequeños y color azul por ejemplo cuestan 200, los turquesa con rojo 250, los amarillos 300, los naranja 400 y los rojos y blancos 500. En el exterior, en cambio, son más caros y valen unos 50 dólares.

Si bien Purcallas siente un especial cariño por cada uno de sus peces, admite que difícilmente comercialice los más grandes porque son sus únicos reproductores. "Eso es algo complicado a veces ya que la gente quiere peces grandes para adornar su pecera porque los pequeños son pálidos", dice.

Por lo general, atraen más a las personas los turquesa, y quienes los compran son aquellos que ya conocen sobre acuarismo y tienen ideas básicas de cómo cuidarlos. "Igualmente siempre aconsejo cómo alimentarlos y criarlos", finaliza Purcallas.

Por más info: 696 6241 o www.discusuruguay.com

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