Movida acapara la costa montevideana

| La principal apuesta de algunos paradores será la variedad en el menú; por entre $100 y $300 se podrá almorzar de malla o bermudas y frente al mar.

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El País

MARÍA INÉS LORENZO

Seis paradores costeros abrieron esta temporada para ampliar las opciones a quienes se queden en la capital. Gastronomía, deportes, música y shows, entre otras propuestas.

Quienes deban permanecer en Montevideo, o lleguen a hacer turismo, podrán disfrutar de la playa, la gastronomía, la música y el deporte, todo al mismo tiempo y a la hora que más guste. Sí, es que se acaban de abrir seis nuevos paradores, ubicados por las zonas de Carrasco, Pocitos, Buceo y Malvín, con múltiples propuestas y actividades para personas de las más diversas generaciones. Y no sólo para los meses de más calor. "La idea es que esos espacios brinden sus servicios también en el resto del año, y durante un tiempo de ocho años", señala Luis Polakof, director del departamento de desarrollo económico de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

Luego de un llamado a licitación realizado por el municipio se concedieron esos locales a empresas privadas por un plazo de tres años, con una renovación por dos más y una prórroga de otros tres si logran una adecuada gestión y buena repercusión en la gente, agrega Rafael Rugnitz, asesor de ese departamento. Algo que para Polakof se va a cumplir sin problema porque la rambla de la capital se ha transformado en un lugar de esparcimiento ineludible para niños, jóvenes y adultos, asegura. Según estimaciones de la propia comuna, más de 340.000 personas frecuentan la zona costera durante todo el año.

"Además, el hecho de edificar comercios con propuestas gastronómicas, culturales y deportivas muy cerca de la naturaleza es algo que atrae cada vez más a la gente. Sobre todo desde que todas las playas de Montevideo están habilitadas para su uso y cumplen rigurosamente con las condiciones sanitarias", dice Polakof.

Vale destacar que, además de los flamantes paradores ubicados frente a la costa, se podrán visitar también los ya clásicos y relevantes paradores-restaurantes como Che Montevideo y El Viejo y el Mar, que ofrecen variadas propuestas culinarias durante el día y la noche, y a veces, música en vivo.

Aquí, apenas una muestra de la movida que acaparará la costa.

en la terraza. En la Rambla O`Higgins, en pleno Malvín, se enclava el parador Salmuera, que se distingue por su diseño minimalista en tonos grises y blancos, así como por su amplia terraza con vista al mar, donde se disponen mesas y sillas de aluminio.

"La idea no sólo fue redescubrir el lugar, porque estaba muy venido a menos, sino también poder mostrarle a la gente que no es necesario irse al Este para disfrutar ni de unas vacaciones ni de un buen paisaje y una buena comida", señala el concesionario del reducto, Federico García (23), también estudiante de Arquitectura, vocación que se ve plasmada en cada detalle del local.

El parador abre sus puertas todos los días a partir de las nueve de la mañana, pero todavía no tiene un horario fijo de cierre. "Puede ser a las doce de la noche, una o dos de la madrugada. Todo dependerá de la cantidad de personas que lo visiten", dice García, a la vez que se ríe, y agrega que ese tema lo planificará sobre la marcha.

La carta de Salmuera incluye mariscos, miniaturas de pescado y rabas, así como chivitos y pizzetas, y el costo promedio de un plato oscila entre $200 y $300. "Tratamos de que en verano los platos no sean tan elaborados porque la gente suele comer más rápido para luego bajar a la playa o caminar por la rambla", señala García, y adelanta que en otoño e invierno la propuesta sí se ampliará, agregando pastas, carnes y postres caseros.

En cuanto a las bebidas, el parador ofrece jugos y licuados frutales, con y sin azúcar, todo tipo de refrescos, cerveza y daikiris. "El objetivo es ser una referencia de la playa Malvín, y que nuestros servicios se caractericen por su calidad", revela el joven.

Los espectáculos musicales se podrán disfrutar dentro de tres, cuatro meses, pero esa demora no será obstáculo ninguno para quienes visiten Salmuera por estos días, ya que habrá siempre un telón de fondo de bossa nova, baladas brasileñas e inglesas.

Kite y windsurf. Otros de los flamantes paradores es el Carrasco Kite Center, ubicado en Rambla de México y Cartagena, que abrió sus puertas en abril pasado y hasta el momento ha sido visitado por más de 4.000 personas.

Se trata de un espacio acogedor donde se funden la tecnología, los deportes acuáticos y la vanguardia. En el ambiente interior del reducto asoma una barra de lapacho con altas butacas de hierro trabajado, mesas y sillas de madera presentadas con copas de vidrio, y manteles individuales de diseño exclusivo. El toque de distinción lo da una enorme pantalla de plasma en la que se visualizan videos sobre todo tipo de deportes y tendencias.

El exterior, en cambio, está más pensado para tomarse algún jugo o refresco natural en amplios sillones de cuero blanco. "Se buscó que el lugar sea cómodo y bien descontracturado para poder disfrutar realmente de la vista de la costa", señala Gerardo Martínez, uno de sus concesionarios, junto a su socio Daniel Caballero.

Otro dato importante es que Carrasco Kite Center es el único parador en el que las personas podrán desarrollar distintas actividades acuáticas. "Se podrá practicar kite, windsurf, y andar en motos de agua", asegura Martínez. "Lo que se busca es nuclear a todos los deportistas de la capital. Hay un número importante de gente que practica kite, por ejemplo, y por eso contamos aquí con una escuela que lo enseña y además incluye vestuarios y duchas", detalla Caballero. Nota para desprevenidos: el kite consiste en navegar en una tabla empujada por una cometa conectada al deportista por cuerdas y un arnés.

El parador abre todos los días menos el lunes, desde la mañana y hasta las dos de la madrugada, aunque Martínez indica que si se realiza algún espectáculo especial o un desfile -tal como lo planifican para más adelante-, cerrarán sus puertas a las 5 am.

Tanto al mediodía como de noche, las personas podrán elegir para comer entre chipirones, rabas, todo tipo de ensaladas, pastas, chivitos y milanesas con pan de pita. El costo promedio de un almuerzo o cena ronda los $300, detallan.

"Los delfines playa". Así se llama uno de los dos paradores de Pocitos, ubicado en la Rambla y Pagola. A diferencia de los anteriores reductos, toda su estructura está al aire libre y se enclava sobre la misma arena. Ambiente que permite que de lunes a domingos a partir de las nueve de la mañana un profesor de educación física dicte gimnasia aeróbica en la playa, tanto para niños, jóvenes como adultos.

La carta está elaborada con pescado fresco traído de la pescadería del Buceo Los Delfines, motivo por el cual decidieron bautizar el parador con ese nombre, indica el concesionario, que prefiere reservar su nombre.

Bajo las sombrillas de las mesas de madera, se podrá degustar desde empanadas, mejillones y calamares, hasta baguette de pescado frito, merluza, y torta de atún y mariscos. También habrá helado, ensalada de fruta, variados refrescos y dos de los tragos más requeridos, sobre todo por los jóvenes: el Daikiri y el Mosquito.

La propuesta se complementa con shows de bandas de música en vivo de rock, baladas y bossa nova. Los mismos sonarán los miércoles, jueves y viernes a la noche y son aptos para todas las edades, de acuerdo con lo que detallan desde allí.

Y, para los perezosos que acostumbran tirarse al sol en reposeras, no será necesario cargarlas desde casa, ya que el parador ofrece decenas.

Otra característica de Los Delfines Playa es que cuenta con un servicio de seguridad las 24 horas. "Hace casi un mes que abrimos y los vecinos se acercan para agradecernos porque ahora hay más iluminación en la zona y pueden salir a caminar de noche sin temor como antes", revela el concesionario.

También sobre la rambla de Pocitos, pero en la esquina de Avenida Brasil se enclava el parador La Capricciosa, con una propuesta muy similar a la de su vecino de Pagola. Ofrece espectáculos de música en vivo y gimnasia en la playa, pero varía la carta.

"Habrá pizzas artesanales, sandwiches de pan negro, de nuez, parrilla, tostadas con distintos gustos y queso provolone", señala su concesionario, que es el mismo de Los Delfines Playa.

Al atardecer, sin embargo, en La Capricciosa se elaborarán calzones rellenos y pizzas, platos pensados especialmente para los famélicos que suban de la playa a esa hora.

En ambos lugares se podrá comer un buen plato por $100, $150.

GYM para ancianos. Pero no sólo los paradores de la playa ofrecen actividades recreativas este verano. La Intendencia de Montevideo está organizando una agenda estival que promete la práctica de fútbol, volley, tejo y cabeza-gol en las playas de Pajas Blancas, Santa Catalina, Cerro, Ramírez, Pocitos, Buceo, Malvín, Honda y Verde.

A tales planes se le suma el de la Secretaría de Deportes del municipio, que diseñará durante enero y febrero actividades especiales para personas con discapacidades y para los más ancianos. Constan de juegos en el agua y en la arena, y serán guiadas por profesionales.

Con tantas propuestas y actividades que vestirán la rambla de la capital esta temporada, usted, ¿se queda o se va?

Objetivo: recuperar la rambla

Durante más de once años la fundación "Con todos los niños" administró los paradores ubicados entre Pocitos, Buceo, Malvín y Carrasco. Sin embargo, esa organización los entregó hace poco a la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) por problemas de gestión. A raíz de este panorama fue que la comuna realizó un llamado a licitación y concedió los reductos playeros a empresas privadas.

Para ello fue necesario cumplir con determinados requisitos elaborados por el departamento de desarrollo económico de la IMM, como brindar una buena calidad de servicios, una mejora en la reestructura edilicia, y poseer un respaldo económico para hacer frente a la propuesta planteada, detalla Marisa Márquez, integrante de ese departamento.

"Una vez concedidos los locales, los principales objetivos fueron recuperar los paradores de la rambla y la zona en general. Lo que en realidad se buscó es que cada barrio se fuera modificando y creciendo no sólo por las intervenciones del propio municipio sino también por los sectores privados", finaliza Luis Polakof, director del departamento de desarrollo económico de la IMM.

Las cifras

340.000 Es la cantidad de personas que frecuentan la zona costera de Montevideo entre los meses de calor y fríos, según la Intendencia de Montevideo.

70 Es la cantidad aproximada de kilómetros que abarca toda la rambla costera de Montevideo, de acuerdo con cifras manejadas por el municipio.

21 Es la cantidad de playas que posee la capital, las cuales cubren un total de 13 kilómetros, indican las estimaciones de la Intendencia.

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