El actor estadounidense Macaulay Culkin, que protagonizó la película Mi pobre angelito en los años 90, uno de los films de la temporada navideña más vistos de la historia del cine, recibió recientemente un reconocimiento tan merecido como tardío: una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. La ceremonia se realizó en el conocido Hollywood Boulevard y tuvo la presencia de la actriz Catherine O’Hara, quien dio vida a Kate McCallister, madre de Culkin en la ficción.
La intérprete se encargó de otorgar el reconocimiento a Macaulay, por lo que destacó su talento actoral y afirmó que Culkin es “la razón por la que familias de todo el mundo no pueden dejar pasar un año sin ver y amar” la película. “Macaulay, felicidades. Mereces una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood”, dijo O’Hara. “Gracias por incluirme a mí, tu mamá falsa que te dejó solo no solamente una vez, sino dos, en este momento tan feliz”, añadió.
Al recibir la distinción, Culkin, de 43 años, mostró su entusiasmo por el reconocimiento, agradeciendo a sus padres, hermanos y esposa, la también actriz Brenda Song con quien tiene dos hijos. “No solo eres la mejor mujer que he conocido, eres la mejor persona que he conocido”, aseveró Culkin a Song.
Una infancia diferente
Culkin y Song se conocieron en 2017, en el set de la película Changeland, en Tailandia. En esta relación, el actor parece haber encontrado la estabilidad, tras años de idas y vueltas provocadas por sus adicciones y la mala relación con su familia de origen.
Después de la primera parte del film que lo lanzó a la fama con solo 10 años, la presión del trabajo se convirtió en rutina. Tras sus múltiples compromisos laborales, se cansó de la vida que llevaba y decidió hacer frente a sus padres, que parecían estar más preocupados por el dinero que por el bienestar de su hijo. Cuando conoció a Song, encontró a alguien que sabía por lo que había atravesado: ella también forma parte de la industria del entretenimiento desde la infancia. “Los niños actores no podemos hablar de lo que fue. Nos miramos a los ojos, asentimos y, simplemente, lo sabemos”, confesó alguna vez la actriz.
Ricky Ricón fue la última película protagonizada por Macaulay Culkin antes de su despedida temporal del cine cuando tenía 14 años. La historia de un niño que tenía de todo no distaba mucho de la vida real del actor. Se había convertido en el primer niño en cobrar US$ 1 millón por una película y a partir de la producción Mi primer beso el monto fue mayor. En ese entonces se calculaba que su fortuna ascendía a unos US$ 50 millones.
Una crónica del diario El País de España por su cumpleaños número 40 dijo: “Era predecible que se convirtiera en un juguete roto de Hollywood en cuanto su fama, ganada gracias a comedias familiares en las que explotaba su encanto angelical, se nublara a medida que crecía”.
¿Qué pasaba con su familia?
Todo lo malo tuvo que ver con su padre, Kit Culkin, quien intentó triunfar como actor y al no conseguirlo proyectó su frustración en sus hijos, en total ocho. “Todo lo que él intentó conseguir en su vida yo lo conseguí antes de tener 10 años”, declaró Macaulay durante una entrevista en el programa WTF, en la que habló del abuso psicológico que sufrió a lo largo de su infancia: “Yo le pedía un descanso, quería irme de vacaciones por primera vez en mi vida, y él no dejaba de firmar contratos para más películas. Nadie me escuchaba. Mi padre tenía una cama tamaño gigante y una televisión enorme y a mí me hacía dormir con mi hermano en el sofá”.
En el programa de Ellen DeGeneres confesó: “Rara vez estaba en casa, a menudo faltaba a la escuela... soñaba con otra cosa. Necesitaba crecer y desarrollarme como persona”. Durante su adolescencia dio un portazo y no volvió a hablar con su padre.
Alejado de la meca del cine, se compró un apartamento y vivió libremente con el dinero que había ganado. Lo gastó a su antojo y con 17 años se casó con la actriz Rachel Miner, de la que se divorciaría dos años después. A partir de ahí poco se supo de Culkin hasta 2004, año en el que fue arrestado en Oklahoma por posesión de drogas. Por aquel entonces salía con la actriz Mila Kunis, quien reveló otro problema en la vida del actor: el personaje icónico del que no se puede desprender y por el que es perseguido por sus fans.
“Tener la misma cara que entonces es una maldición y una bendición al mismo tiempo”, reconoció Culkin en una ocasión. De vez en cuando retoma su mítico papel de Kevin para anuncios, siempre que detrás haya una suntuosa cifra, pero el actor intenta ahora elegir papeles que se alejen del dulce niño que fue en los 90.
A pesar de ser algo reacio con su pasado artístico no le importa hablar de él durante las entrevistas. Sí prefiere ser más discreto cuando le preguntan por su gran amigo Michael Jackson, con el que se llevaba 22 años. Culkin llegó a testificar a favor del cantante durante el juicio por abuso a menores del que la estrella del pop quedó absuelto. Contó que compartió cama con el cantante y nunca se sintió incómodo. A pesar de su muerte en 2009, el actor mantiene relación con la familia de Jackson, pues es el padrino de los tres hijos del artista. (Con información de El Comercio, La Nación y El País de España).