Jesica Cirio no había protagonizado algo más grande que algunas peleas con colegas o romances fugaces en más de 20 años de carrera artística, pero finalmente le ha tocado un escándalo de proporciones mayúsculas. Se supo que su exesposo, también ex jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, pasó unos días a puro trapo en Marbella junto a la modelo Sofía Clerici y desde entonces lo investigan por enriquecimiento ilícito, acusación de la que no se escapa la conductora de La peña de morfi, a quien le endilgaron que habría recibido US$ 20 millones por su separación.

Tras la difusión de esta información, Cirio rompió el silencio en una entrevista que ofreció para el noticiero de Telefe y negó haber recibido esa cifra de dinero y que está dispuesta a declarar ante la Justicia. “Empezaron un montón de especulaciones y certezas respecto del origen de los fondos y cómo un funcionario estaba haciendo esa vida. Aparecieron registros de más de 200 viajes en los últimos años, algunos habrán sido con vos”, expresó Germán Paoloski al inicio de la conversación. Respecto de estas declaraciones, Cirio aseguró: “Hay cosas que las tiene que explicar él y sus personas jurídicas, yo puedo hablar de mis cosas, de mis viajes, que es la vida que llevo antes de conocerlo a él. Trabajo en los medios desde los 10 años, tengo 38, nunca dejé de trabajar, esa es la realidad”.

Foto: Captura de Instagram @jesicacirio.

Al ser consultada sobre el acuerdo que tuvo con su exesposo y padre de su hija Chloe (5) por su separación, negó haber recibido algún tipo de dinero. “Realmente no entiendo de donde salió, es absolutamente mentira, nunca hubo un arreglo con esas cifras, nunca vi esa cifra toda junta tampoco. Eso no es real”, aseguró.

Insaurralde y Cirio se conocieron en una nota. Ella como notera, él como entrevistado. Así lo recordó ella en una charla con Guido Kaczka en su programa de La 100: “A Martín lo conocí hace más de seis años. Le hice una entrevista porque yo trabajaba en el programa de Chiche (Gelblung) en Canal 9. Fui y dio la casualidad de que era de mi mismo barrio”, repasó ella. Si bien en un principio ambos se negaron al acercamiento -por “prejuicios”, contó, por tratarse de un político, todavía casado y con hijos-, se reencontraron años después en un evento. “A partir de ahí todo empezó a suceder de manera muy natural. Al otro día yo me tenía que ir a la costa por un tema laboral y Martín, muy caballero, se ofreció a llevarme y así empezamos, con un piquito muy tímido”, relató en una entrevista a La Nación. Tras algunas idas y vueltas se casaron el 8 de noviembre de 2014. Tres años después, el 5 de noviembre de 2017, llegó Chloé.

La relación duró hasta mediados de este año cuando la propia exvedette confirmó el fin del amor en un video que publicó en su cuenta de Instagram. “La realidad es que sí”, señaló. “La realidad es que, después de 10 años de relación maravillosos, decidimos tomar caminos diferentes, decisiones diferentes en la vida; que eso no tiene nada que ver con dejarnos de querer o dejarnos de amar como familia”, expresó. En la reciente entrevista en Telefe dio a entender que la separación se debió, entre otros motivos, a las infidelidades de Insaurralde.

El nombre completo de la modelo, conductora e influencer es Jesica Wanda Judith. Lo reveló su propio padre, Horacio Cirio, en el programa AM, bastante molesto porque su hija no pensaba invitarlo a su boda con Insaurralde.

Ella nunca había hablado de la mala relación que mantenía con su padre o de lo que calificó como una infancia “traumática”. En 2019 reveló a Revista Gente que la incursión de Horacio en los medios le detonó un cuadro de angustia que le provocó alopecia areata y antropofobia. En esa misma nota dijo: “No creo en eso de que ‘hay que aceptar a la familia como es’. No todo es perdonable. Tenemos una sola vida y a la gente tóxica hay que hacerla a un lado. Esa fue mi habilidad: tener la fuerza y la percepción para lograrlo. De no haber sido así, hoy sería una mujer enferma y enroscada”.

Contó que a los 4 años la madre la llevó a aprender ballet, luego asistió a clases de circo, teatro y tap. Ahí comenzaron las presiones por ser delgada. Confesó que lo único que comía eran arvejas y arroz. “Quería ser raquítica, para ser la pluma en el viento de la que nos hablaban tanto. Porque las profesoras inculcaban la delgadez como parte del talento (...) Muchas veces me dijeron: ‘¡Con esa cola no podrías saltar jamás sin caer como una bolsa de papas!’ A los 9 años, esos comentarios lastiman hondo”, señaló. Con el tiempo abandonó su sueño de ser bailarina del Teatro Colón y empezó a trabajar en discotecas. A los 16 abandonó el hogar familiar. En retrospectiva no fue una buena decisión. Se instaló en la casa de un novio y vivía más de noche que de día. “Fui perdiendo el foco. Perdí el contacto con mamá y me perdí yo”, reconoció a la revista.

Una de las primeras apariciones públicas fue a los 11 años en Las Trillizas; fue parte de Pasión Tropical, Polémica en el bar, Bailando y Patinando por un sueño. Comenzó a subirse al escenario como vedette hasta que se consolidó como conductora en televisión. (Con información de La Nación)