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Inicio de la dinastía

| Se editó una biografía sobre Lorenzo Batlle, expresidente y padre, abuelo y bisabuelo de presidentes de la República.

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En 1868, la muy joven República Oriental del Uruguay tenía 385 mil habitantes. El mismo año, el muy convulsionado país vio como dos expresidentes, Venancio Flores y Bernardo Berro, morían asesinados. En ese contexto, asumía como presidente Lorenzo Cristóbal Manuel Batlle y Grau.

Lorenzo Batlle fue presidente de Uruguay; su hijo José, su nieto Luis y su bisnieto Jorge, también lo fueron. Pese a ser la piedra fundamental de semejante dinastía, única en el mundo, el escritor y doctor en historia Marcos Cantera Carlomagno sostiene que es el menos conocido de los cuatro. El paso del tiempo y, al decir del historiador, "el intenso brillo de su hijo José Batlle y Ordóñez, quien elevó el apellido a ideología política y modelo de país", son los argumentos esgrimidos para que ello sucediera.

Para escribir Lorenzo. El mundo íntimo del primer Batlle presidente (Fin de Siglo, $ 590), Cantera Carlomagno accedió a miles de documentos del archivo familiar de los Franzini Batlle. La correspondencia de Lorenzo con sus hijos José y Luis, así como con otros parientes, fechadas entre 1879 y 1887, son la materia fundamental de este trabajo, que el propio autor describe como un "autorretrato de letras que nos legó".

Nacido en Montevideo en 1811, Lorenzo Batlle fue comerciante, exportador de carne, y molinero. También fue militar y como tal tuvo una actuación destacada en la Guerra Grande. Paralelamente inició su actividad política y fue elegido para la Cámara de Representantes en 1843. Cuatro años después, era nombrado por primera vez en un cargo ministerial. Su Presidencia transcurrió entre 1868 y 1872, en la que sufrió dos revoluciones de caudillos colorados (pese a haber excluido a los blancos de su gobierno), la Revolución de las Lanzas del caudillo blanco Timoteo Aparicio y una grave crisis financiera. Al terminar su gestión su situación financiera estaba sumamente maltrecha. Fallecería en 1887, viudo, y con su hijo José ya convertido en una figura a nivel nacional. "Catorce días hacen hoy que mi pobre padre dejó de existir -escribió Luis Batlle y Ordóñez a su primo Rómulo Pueyrredón, el 21 de mayo de 1887-, catorce días que ya nos falta el apoyo de aquel querido viejo, tan bueno como desgraciado en su vida pública".

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