El sueño de la isla propia

Algunos afortunados lo han logrado y son dueños de unas parcelas por la que pagaron varios millones; otros pueden elegir la aventura por una módica suma.

"El día primero de noviembre alcé mi cabaña al pie de la roca; la hice todo lo espaciosa que pude, sosteniéndola con postes que planté y de los cuales suspendí la hamaca, y allí dormí la primera noche". Así relataba Robinson Crusoe su primer día en la isla y su primer día en la vida de náufrago, una peripecia que se extendería por 28 años y que el escritor inglés Daniel Defoe plasmó en una obra inolvidable.

El sueño de vivir en una isla es una realidad para algunos. No sólo para multimillonarios que dólar sobre dólar (o euros, para el caso) han conseguido su isla privada, sino para quienes quieren probar la aventura y no llegan a reunir los fondos suficientes, pero pueden costearse una semana en una isla remota en el Pacífico o del Caribe. La oferta es variada y parece estar al alcance de la mano. Basta visitar la página de Private Islands Online para acceder a una oferta de más de 60 islas desde la bicoca de US$ 250.000 en adelante.

También la misma firma ofrece paquetes de alquiler y estadías por corto plazo en una isla paradisíaca. Otra compañía británica, Docastaway, vende paquetes de turismo en una isla desde cien euros por día y con ello le aseguran ser un náufrago con todas las de la ley.

La oferta de Docastaway —un juego de palabras en inglés, do cast away que podría traducirse por "hacer naufragar"— cotiza como valor principal el nivel de aislamiento que ofrece la isla buscada. Así, por ejemplo, una estadía en la isla Tazi con un nivel de aislamiento medio costará unos cien dólares por día y por persona, el paquete está previsto para dos como máximo. En cambio, una estadía en la volcánica isla del Diablo ofrece un nivel de aislamiento máximo y su costo supera los 300 dólares por día y por persona. En cualquier caso los servicios incluyen traslados en el día, así como comida y alojamiento.

Para algunas celebridades la isla se convirtió en la perfecta excusa para dejar atrás los persistentes flashes de los paparazzi y encontrar la soledad.

Tal vez uno de los más célebres es el magnate Richard Branson, que además de ser propietario de la marca Virgin tiene la isla Necker, que suele alquilar para grupos de 16 a 28 personas. El exclusivo sitio ofrece sobre la costa el Beach Pavilion, un pequeño complejo que cuenta con los servicios de bar, cine y restaurante. Además de la casa principal, la Temple House donde suele quedarse Branson, la isla ofrece otras seis casas como posibilidades de alojamiento.

Pero el multimillonario británico no es el único, ni siquiera el más sofisticado. El emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al Thani, gastó 11 millones de dólares en comprar seis islas griegas en el mar Jónico.

Larry Ellison, el CEO de Oracle Corp (compañía líder especializada en gestión de base de datos) compró el 98 por ciento de la isla Lanai del archipiélago de Hawai. Según medios especializados, Ellison invirtió entre 500 y 600 millones de dólares en la transacción.

En el mundo del cine el sueño de la isla propia se ha encarnado en todo su esplendor. Para muchas estrellas el recogimiento y la soledad en un sitio donde domina la naturaleza en su estado puro es mejor inversión que cualquier mansión en Los Angeles. El actor Johnny Depp compró la isla Little Halls Pond Cay que tiene seis playas, a una de las que bautizó con el nombre de Gonzo en honor al escritor Hunter S. Thompson, cuyo papel encarnó al llevar al cine una de sus novelas (Diarios de ron) y de quien fue amigo.

Otro actor y director de cine, Mel Gibson, es propietario de una de las islas privadas más grandes ubicadas en el Pacífico Sur. Está ubicada en las islas Fiji y es conocida por su vegetación exuberante, un verdadero paraíso tropical. Según se manejó en los medios Gibson compró la isla en 2005 por US$ 15 millones. El cineasta Steven Spielberg invirtió parte de su fortuna en una hermosa isla ubicada en el archipiélago de Madeira, Portugal.

En el cine Marlon Brando fue un precursor en esta materia. El recordado ícono de Hollywood se enamoró de la Polinesia luego de rodar Motín a bordo, en 1962. De este modo se hizo de la isla Tetiaroa, que forma parte de las islas Sociedad, un atolón situado a unos 50 kilómetros de Tahití. El mago David Copperfield, y los actores Nicholas Cage, Eddie Murphy, Julia Roberts y Leonardo Di Caprio son dueños de sus propios pequeños paraísos.

Otros magnates, como el naviero griego Aristóteles Onassis, fueron pioneros en tanto que dueños de islas privadas. El multimillonario y exmarido de Jacqueline Bouvier, que llevó los apellidos de Onassis y de Kennedy, fue el propietario de la isla griega Skorpios, en el mar Jónico.

La inmobiliaria Private Islands Online tiene una oferta variada. Se puede elegir entre más de 60 opciones distribuidas entre Estados Unidos, Canadá, Caribe, Pacífico Sur, Centroamérica, África, Europa y Sudamérica.

En el Cono Sur la exclusiva firma especializada en islas privadas ofrece ofertas en Brasil y Chile. En el caso de la costa brasileña algunas ofertas alcanzan precios similares al Caribe o a las islas europeas.

La firma ofrece una docena de islas de distintas dimensiones ubicadas en la enorme costa de Brasil. Los precios van desde 1,3 millones de dólares (Isla de Magallanes) hasta los 20 millones en que está avaluada la exclusiva isla de Pirichill, una extensión de casi 400 hectáreas cercana a Maceió. Algunas de estas islas poseen además infraestructura básica como para ocuparlas en un breve plazo.

En la costa de Chile la inmobiliaria ofrece cuatro islas de alto valor. La más costosa es la isla de Los Leones, valorada en unos US$ 4.7 millones.

Private Islands Online completa su catálogo con más de 60 posesiones ubicadas en América del Norte, el Caribe, América Central, África, Asia y Europa.

En el viejo continente Grecia encabeza la lista, seguida por Italia, Polonia y Croacia, el pequeño país que ofrece una naturaleza exuberante.

El récord de precios lo tiene Asia, donde una pequeña y hermosa isla ubicada sobre Tailandia, la isla Rangyai, ha sido avaluada en unos US$ 160 millones.

La geografía uruguaya también ofrece algunas islas, que si bien no son numerosas sí exhiben una gran belleza natural. Las islas de Flores, de Lobos, de la Coronilla, Verde, del Marco y de Torres son algunas de estas ubicadas en los departamentos de Montevideo, Maldonado y Rocha. Por su proximidad con el principal balneario y su atractivo paisaje sobresale la Isla Gorriti. Pero este trozo de tierra tuvo también un papel en la historia del país, ya que sobre el año 1600 una expedición enviada por el gobernador de Buenos Aires dio con trazas de una antigua y presunta ocupación lusitana, lo que decidió a los españoles en favor de ocupar la Banda Oriental.

Algunos de estos pequeños territorios son asimismo reservas naturales. A diferencia de las ubicadas en los países vecinos mencionados antes, ninguna de las islas uruguayas se encuentra en venta. Por ahora pertenecen a todos los uruguayos.

Llamado "el Rey Midas de Hollywood", el director Steven Spielberg colocó una porción de su fortuna en una isla privada ubicada en el archipiélago de Madeira, sobre la costa de Portugal. Aunque no se sabe si el notable cineasta suele visitarla, la adquirió como un lugar de descanso. Según la revista Forbes, la fortuna de Spielberg está valorada en alrededor de US$ 3.500 millones.

Se cuenta que Marlon Brando descubrió los encantos de la Polinesia francesa durante el rodaje de la película Motín a bordo (1962). Unos años más tarde, en 1966, Brando compró la isla Tetiaroa ubicada a unas 30 millas de Tahití y que representaba para el célebre actor su idea del paraíso terrenal. Por entonces ya una estrella de Hollywood, Brando invirtió en su isla secreta la suma de 200.000 dólares, una pequeña fortuna para la época. El lugar se convirtió en un exclusivo resort.

RENZO ROSSELLO

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