Publicidad

El renacimiento de los juegos de ingenio

Compartir esta noticia
Juegos de mesa

TENDENCIAS

Los juegos de ingenio -sean de mesa o no- pueden ser excelentes aliados para reunir a la familia en torno a una actividad común. Y hay muchos para descubrir.

Ya vieron todas las películas que querían ver. Ya leyeron todos los libros que querían leer. Además, ya jugaron a la conga, al truco, al robamontón, al ajedrez, las damas, el Monopoly y el ludo. Pero la pandemia continúa y un rompecabezas, una vez completado, no motiva a volver a hacerlo. ¿Qué hacer? A pesar de que los juegos de mesa e ingenio son para mucha gente sinónimos de crucigramas, sudokus o los ya mencionados, hay todo un mundo para descubrir. Y es un mundo que tiene algo para todos. Para jugar en familia, solos, en la mesa o en la computadora.

Diego Melo* es creador de juegos y cuenta que hay bibliotecas enteras de juegos de mesa en otros países, como Canadá (él trabaja para varias empresas internacionales). Melo y sus socios (entre ellos, Alejandro Palmero, Aldo Domínguez y Florencia Forné) en Pow Games acaban de lanzar Pow Robots, un juego de mesa peculiar. No hay que ir a comprarlo a ningún lado. Uno mismo puede construir las piezas del juego con las cosas que tiene a mano en casa (el slogan del juego es Recicla. Arma. Juega.) Y si uno se da maña, puede llegar a armar piezas elaboradas y atractivas. La construcción de las piezas puede llegar a ser uno de las etapas más estimulantes del juego, y desarrollar las habilidades motrices de quienes se animen a ir más allá de lo más básico.

(*Diego Melo, en la versión papel figura, erróneamente, como "Daniel".

Alejandro Palmero y Diego Melo
Alejandro Palmero y Diego Melo de Pow Games. Foto: Difusión. 

El juego en sí, que resultó uno de los proyectos ganadores seleccionados por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) este año, plantea un escenario posapocalíptico: un nuevo virus digital, Coboss, se extiende por todos lados y amenaza el funcionamiento de la ciudad. Los robots deben detectarlo y neutralizarlo para que la ciudad vuelva a funcionar. Se puede jugar en modo jugador versus jugador (hasta cuatro) o colaborativo. En ese caso, hasta tres jugadores pueden unirse contra Coboss. En esa modalidad, uno de los jugadores tiene que ser el villano, lo que puede seducir a quienes quieran dejar salir, al menos un rato, a su costado más oscuro. “Por lo que hemos visto, varios de los que lo han jugado dicen que les gusta más ser Coboss, porque además el personaje tiene un tablero aparte y puede jugar a las escondidas dentro del juego”, comenta Melo.

Antes y durante el transcurso del juego, hay que calcular porcentajes y pensar tanto táctica como estratégicamente para salir victorioso. Las reglas, el tablero, las instrucciones y los tutoriales están disponibles en la web de Pow Games para bajar y empezar a jugar, sin costo alguno. “Además, es un juego ‘abierto’: se pueden adaptar las reglas a los deseos de quien lo juegue. El único límite parece ser la imaginación y el ingenio de quien se involucre. También hay una versión avanzada, para jugadores con muchas sesiones de Pow Robot encima.

Melo, quien tiene una larga trayectoria como creador y desarrollador de juegos de mesa, también recomienda Pandemic (disponible en Uruguay), un pasatiempo a tono con lo que se está viviendo en estos días. Ahí hay que colaborar para encontrar una vacuna. Si eso no se logra, “gana” la casa. O Zombicide (que hay que traerlo desde el extranjero) donde también hay que colaborar para sobrevivir en un mundo infectado de zombies.

Por último, también recomienda otra creación uruguaya: I Need A Sign, de Ariel Seoane. Ahí, los jugadores son una suerte de planificadores urbanos que van solucionando todos los problemas que puedan surgir en una ciudad.

El expertise de Melo es fruto de muchos años en la industria de los juegos de mesa, que en países como Estados Unidos y Canadá mueve mucho dinero. “Yo empecé luego de ver a un youtuber canadiense, que también era fanático de los juegos. Le escribí y le ofrecí mi ayuda. No tenía dinero para ayudarlo, pero sí podía asistirlo en otras cosas, como hacer videos. Se ve que el canal de él era seguido por gente de la industria, porque tiempo después me contactaron”.

En un plan más didáctico y para niños, el Plan Ceibal tiene en su plataforma el juego Matific, que está pensado para alumnos en Educación Inicial y hasta 5° de Primaria. Ahora que las clases están suspendidas, hay una parte del juego que le viene como anillo al dedo a los escolares confinados al hogar: “Misiones en casa”.

Matific
Matific, un juego de matemáticas del Plan Ceibal. 

Diseñado como un videojuego en el cual es cada vez mayor la dificultad conforme se van superando etapas, Matific puede ser un complemento lúdico a las convencionales clases de matemáticas. Quien tenga una nutrida biblioteca también puede consultar algunos de los muchos títulos del matemático argentino Adrián Paenza (o ver alguno de sus tantos videos en YouTube) para así también estimular las neuronas.

Rompecocos

Roberto Ramírez-Rompecocos
Roberto Ramírez.

Roberto Ramírez es otro creador y desarrollador de juegos de ingenio. Su emprendimiento, Rompecocos, tiene 20 años de trayectoria y es, también, el resultado de la experiencia de vida de su creador: hacer y vender juegos fue lo que lo sustentó mientras estudiaba Arquitectura (ya se recibió). Ramírez construye sus juegos en dos materiales: metal y madera. “Algunos de los juegos son de mesa. Otros, como muchos de los que construyo en metal, son individuales. Como los laberintos en donde hay que tratar de sacar la pieza atrapada. Ese es un buen juego para llevarse en las vacaciones. También hay rompecabezas en 3D, en en los que, luego de desarmarlos, hay que intentar volver a encastarlos”, explica Ramírez.

Actualmente, dice el creador, el negocio sufre la consecuencia de la pandemia al no poder exponer sus juegos. “Mi trabajo es zafral: de marzo a noviembre me dedico a la producción de los juegos, y desde noviembre o diciembre hasta marzo del año que viene, exposición y ventas”, y agrega que está todos los sábados en la feria de antigüedades de Plaza Matriz, mientras que los domingos es parte de la feria de Parque Rodó, con un stand cerca del castillo.

Pero Ramírez es optimista, porque el confinamiento también abre una oportunidad para, justamente, entrarle a esos desafíos al ingenio, que pueden llevar horas resolver. “Teniendo muchas horas disponibles en casa es una buena chance para redescubrir este tipo de juegos y reforzar los vínculos y la interacción entre los integrantes de la familia. Antes de la pandemia, cuando el padre o la madre llegaban a casa luego de muchas horas de trabajo, no había tiempo para sentarse todos en una mesa a jugar”. 

Melo, por su lado, coincide en que muchas veces se trata de pasatiempos de largo aliento y que constituyen una buena instancia para la interacción familiar. Para ejemplificarlo, narra una anécdota de hace unos años, cuando empezaba el furor por la serie Game Of Thrones: “Ya había leído los libros y me compré el juego por internet. Una vez vino un matrimonio amigo a casa, a jugarlo. La hija de ellos tenía 8 años y como se trata de un juego complejo le ofrecí que se quedara con la consola de videojuegos. Al rato volvió a donde estábamos y dijo que estaba aburrida, que ya había probado todos los juegos que tenía. Le dije que si se aguantaba 40 minutos de explicaciones de las reglas, podía integrarse y jugar con nosotros. No solo se bancó los 40 minutos de explicaciones sino que resultó una excelente jugadora. Le dimos la familia Lannister para que participara y salió segunda. Sus padres quedaron sorprendidos, porque fueron horas de interacción con su hija y todos se divirtieron”, rememora.

Ramírez, por su parte, añade que a menudo hay que ser un poco mayor para poder disfrutar plenamente del juego, y estar a la altura del desafío planteado. “Las más de las veces, se trata de desafíos que hay que tener no menos de 6 años. Ese es el nivel mínimo. Depende, claro, de cada caso y de cómo han estimulado los padres a sus hijos, y si los más pequeños tienen hermanos mayores que por ahí puedan ayudar". Pero mucho va en el tema de la paciencia. A menudo pasa que se quiere todo ya, que la inmediatez es lo más codiciado. Y estos juegos no son así. Al contrario, son útiles para justamente cultivar la paciencia. Uno de los rompecabezas 3D que construí (foto secundaria), por ejemplo, no es nada fácil de resolver. Ese rompecabezas es para adultos, no para niños. Tiene 24 piezas y lleva tiempo completarlo. ¡Hasta a mí se me complica!”, comenta Martínez y añade que es un buen regalo para ingenieros y arquitectos, porque hay un tema de “espacialidad” que le viene bien a ese tipo de profesionales. Pero también es apto para cualquiera que quiere encarar un peliagudo desafío.

Puzle 3D-Rompecocos
Uno de los puzles 3D de Rompecocos.

Ya sea de temática futurista, posapocalíptica o mágica o se trate de cuestiones más prácticas y didácticas, hay mucho para descubrir en el mundo de los juegos de mesa ingeniosos y maratónicos. La cuestión estará en tener paciencia, saber colaborar, refrescar los conocimientos matemáticos o imaginar nuevos caminos para llegar a la meta: la victoria.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

juegos

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad