NOMBRES

Mientras en el mundo se habla de vacunas, María Clara, una joven que vive en Montevideo, planea su boda para dentro de dos meses. Su hermana Fernanda ya decidió regalarle el vestido de novia y comprarse otro para ella, para usar esa misma noche.

Fernanda se la ha pasado buscando precios en el mercado local y le han parecido “imposibles” de pagar. Pero en China ubicó los vestidos soñados a una tercera parte de lo que valen en Uruguay. Incluso vio en el sitio Alibaba.com algunos que se ofrecen en Montevideo ¡con las mismas fotografías tomadas a modelos asiáticas!

La futura “dama de honor” sabe que no tendrá sorpresas con los envíos por correo, porque tuvo oportunidad de chatear con una persona, ubicada quién sabe en qué lugar del mundo, que le explicó con detalle y sin apuros cómo tomarse las medidas para que el vestido le quede “pintado”.

Este es uno de los pequeños secretos por los cuales Alibaba y su creador, el multimillonario Jack Ma, de 56 años, llegaron hasta la cima.

Como en el libreto de una película hollywoodense, muchos de los que amasaron fortunas con la tecnología emergieron de un pasado sin brillo ni gloria, en el que vivían como nerds persiguiendo quimeras o discutiendo la forma de cambiar el mundo desde las casas de sus padres.

Steve Jobs trabajaba armando computadoras en el garaje de la humilde vivienda de su familia adoptiva y algo parecido hacía con sus libros Jeff Bezos antes de dar vida al sitio estrella de venta online Amazon y transformarse en el hombre más rico del mundo. También Bill Gates y Mark Zuckerberg pasaban horas encerrados en sus cuartos, programando y consumiendo comida chatarra, sin sospechar que algún día serían protagonistas de la revolución tecnológica más importante que ha conocido el mundo. Algo similar sucedió con Jack Ma, quien creó el gigante del comercio electrónico Alibaba en un pequeño apartamento y 15 años después logró transformarse enuno de los hombres más ricos de China (llegó a estar en el primer lugar de la lista), con una fortuna de US$ 52.900 millones.

Ma Yun (su verdadero nombre en chino) reprobó exámenes claves de Primaria y Secundaria, es “malo con los números” y en su juventud fue rechazado en más de 30 empleos, uno de ellos en la cadena de comidas rápidas KFC, según dijo, por no poseer “atractivo físico”.

Sin embargo, su esposa Zhang Ying, quien se casó con él mucho antes de que fuera rico, lo defiende a ultranza: “Hace muchas cosas que los hombres guapos no pueden hacer”.

También le fue negado 10 veces el ingreso a Harvard, algo que sorprende para un extranjero con sus dotes para los negocios y un muy buen manejo del inglés (fue profesor del idioma desde joven y se licenció luego en Letras Inglesas en la Universidad de Hangzhou, su ciudad de nacimiento). Aunque lo que más asombra es el hecho de que lo haya intentado tantas veces, lo que habla a las claras de su personalidad obstinada.

Hace algunos años se declaró fanático de Forrest Gump (Estados Unidos, 1994) por el mensaje que la película le dejó al mundo: nunca hay que darse por vencido.

“La gente cree que es tonto (el personaje que encarna Tom Hanks), pero él sabe lo que quiere”, dijo.

“Yo estaba muy deprimido y luego vi la película. Entonces, dije: ‘Éste es el tipo del que debemos aprender’. Cree en lo que haces, ámalo, aunque a la gente no le guste. Sé simple. Es como la frase ‘la vida es una caja de chocolates’: nunca sabes qué te va a tocar”, declaró el fundador de Alibaba en una disertación de 2017 frente a un reducido auditorio, en la que recordó que llegó a cobrar US$ 12 por mes cuando trabajaba como profesor.

“Le dije a mi equipo en mi departamento hace 15 años: ‘Chicos, tenemos que trabajar duro, no solo para nosotros. Si podemos ser exitosos, el 80% de los jóvenes de China pueden serlo. No tenemos un padre rico o un tío poderoso; no tenemos un dólar en el banco’”, agregó Ma en esa charla que no demoró en viralizarse y llegar a los celulares de millones de personas en el mundo. E inmediatamente expuso lo que le inquieta: “Me preocupa que muchos jóvenes pierdan la esperanza, la visión y que empiecen a quejarse. No se siente bien que te rechacen tantas personas. Nosotros también nos deprimíamos, pero por lo menos luego descubrimos que el mundo ofrece muchas oportunidades”, indicó.

Según el multimillonario, uno de las claves del éxito de Alibaba es que hay muchas mujeres en la compañía.

“Me siento muy cómodo trabajando con ellas. Si quieres ganar en el siglo XXI, tienes que asegurarte de empoderar a los demás, asegurarte que los otros sean mejores que vos. Descubrí que las mujeres piensan en los demás más que lo que piensan en ellas mismas. Piensan en sus hijos, sus maridos y sus padres mucho más que los hombres”, destacó.

Pero así como ha prodigado elogios hacia el sexo opuesto, también ha realizado controvertidas declaraciones respecto a los trabajadores en general. En abril de 2019, por ejemplo, dijo que para crecer en Alibaba es necesario trabajar 12 horas al día, seis días a la semana.

Actualmente el grupo empresarial, con sede en Hangzhou, posee 18 subsidiarias dedicadas al comercio electrónico en internet, incluyendo portales de ventas business-to-businessy ofertas al por menor, como las de los famosos vestidos. También ofrece servicios de pago en línea, un motor de búsqueda de comparación de precios y almacenamiento de datos en la “nube”.