Desde un pequeño paraje rural en el oeste de Uruguay, entre campos y tranquilos senderos de Colonia Larrañaga (Soriano), hasta la pasarela más influyente del mundo, Yianina Bugani ha recorrido un camino que combina sueños, perseverancia y talento. Nacida en una familia dedicada a la agricultura y la ganadería, y docente de inglés de profesión, Bugani transformó desde niña su fascinación por la moda en un proyecto que hoy la lleva a ser la primera uruguaya en presentar su colección de zapatos en la Fashion Week de Nueva York.
“Siempre diseñé desde que era muy chica”, recuerda. Recortaba prendas y accesorios de las revistas, creaba vestidos para sus muñecas -cose desde los 4 años-, buscaba reproducir looks que veía en galas televisadas y pedía a su madre que le confeccionara prendas a su medida. La influencia de su madre, siempre impecable y atenta a los detalles, marcó su visión: la moda no solo es estética, sino también una herramienta que transforma cómo nos sentimos.
Para la diseñadora, hoy radicada en Playa Fomento (Colonia), el desfile que se realiza hoy en el SUMMIT One Vanderbilt de la Gran Manzana, en el marco de la Fashion Week de Nueva York -la pasarela que cada año marca tendencias y concentra las miradas de la industria global-, es la expresión de un sueño de toda la vida. “Es como jugar un Mundial para un futbolista”, dice a Domingo. Un sueño que combina su orgullo por ser mujer, por ser uruguaya y por mostrar al mundo que los talentos de un país pequeño -incluso aquellos que nacen en el llamado interior profundo- pueden alcanzar escenarios globales.
De las aulas a la pasarela.
Mientras trabajaba como docente, combinando hasta 60 horas semanales en distintos liceos del departamento de Colonia, Bugani comenzó a estudiar diseño. Su sueño siempre fue tener su propia marca, y su lema -“voy por el sí porque no pierdo nada con probar”- la impulsó a intentar sin miedo. “Yo soy de las personas que me animo”, resume.
Así, en 2018 creó Nina B, su marca de calzado femenino, comenzando con 16 pares producidos en un taller uruguayo. Con paciencia y dedicación, entregaba los primeros zapatos personalmente a sus clientes, hasta que la demanda creció y abrió su propio local en Nueva Helvecia, consolidando su marca y su estilo único.
Llegar a la pasarela más influyente del mundo no fue un golpe de suerte. Bugani explica que el acceso a la Fashion Week requiere un proceso riguroso de selección: aplicaciones, entrevistas por videollamada (“unas 20”), análisis de portafolios y bocetos, y evaluaciones de lo que el diseñador quiere transmitir a través de su trabajo. “Estuve todo el año haciendo pruebas, diferentes instancias, hasta que llegó el día de una de las tantas entrevistas donde me dijeron: ‘vas a estar en la Fashion Week’”, recuerda.
Para Bugani, este logro tiene un significado doble: representa su propio esfuerzo y el de su país. “Es un orgullo enorme ser la primera uruguaya en presentar su colección en el escenario más grande e influyente de la moda a nivel mundial”, dice. “Nosotros somos un país chiquito, orgullosamente uruguayo, y poder llegar a un lugar así, siendo mujer, es aún más significativo”, agrega.
Sello de identidad.
La colección que presentará esta diseñadora está inspirada en las mujeres de Uruguay y en la tradición de la mano de obra local. Cada par de zapatos busca empoderar a quien lo usa, combinando diseño, comodidad y calidad. “Todos los calzados que verán en el desfile están hechos a mano con materiales uruguayos. El 80% de las personas que trabajan conmigo son mujeres; hasta hace poco era el 100%”, cuenta.
Su hija también fue fuente de inspiración: transmitirle a la próxima generación la fuerza de perseguir los sueños y valorar el talento local fue uno de los motores del proyecto. Los talleres, la selección de cuero vacuno y la atención a la comodidad de cada modelo reflejan un trabajo minucioso: cada par es probado, ajustado y reprobado por ella misma hasta garantizar que quien lo use pueda pasar el día y la noche con ellos sin perder estilo ni confort. “Una puede estar toda la noche con una sandalia sin desear sacársela, o salir a las 7 de la mañana de tu casa -como mujeres que somos, que trabajamos, que llevamos a los niños al colegio- y llegar a las 9 de la noche sin sentir que estuviste todo el día en botas de charol. Eso se logra con buenos materiales”, explica.
La colección de Bugani es puramente de caña alta y con mucho taco, un sello que para ella imprime carácter y confianza. “Siempre les digo a las clientas: tenés que usar lo que te haga sentir cómoda, porque eso se transmite. Es el estilo de cada uno”, dice a Domingo.
Además del desfile, la preparación durante la semana fue intensa: fittings con modelos, reuniones con otros diseñadores y la coordinación de cada look para que cada par de zapatos se vea impecable sobre la pasarela del Summit One Vanderbilt, con la ciudad de Nueva York como telón de fondo. Un escenario imponente para una historia que empezó en un rincón rural de Uruguay y que ahora pisa fuerte en el centro de la moda mundial.