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¿Cuánto tarda cambiar un hábito?

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Constancia y disciplina son los requisitos principales.

Según un estudio británico, aprender algo nuevo y automatizarlo en la rutina toma un promedio de 66 días. Solo se requiere tiempo, motivación y mucha paciencia.

Hace seis años, Pablo Arango (42, consultor de empresas) se dio cuenta de que tenía que cambiar sus hábitos. En esa época pesaba 108 kilos y se agitaba cada vez que se ataba los cordones de los zapatos. "A los 24 años, tuve una lesión importante de ligamentos y meniscos jugando fútbol. No pude practicar deporte de la misma manera y, sin embargo, seguí comiendo igual y los kilos empezaron a aparecer", recuerda. "Vino el nacimiento de mi hija y yo decía ‘¿cómo voy a enseñarle a comer saludablemente si yo lo hago de esta manera tan desastrosa?’. Ahí fue cuando tomé la decisión de empezar".

Lentamente, Arango aplicó varios cambios en su rutina diaria. Como ya no podía practicar deportes que le exigieran cambios de dirección, retomó el ejercicio a través del ciclismo, el trote y las pesas. Y luego mejoró su alimentación, que fue lo que más le costó. Hoy pesa 80 kilos y todavía le faltan tres para alcanzar su peso ideal. "Muchas veces queremos arreglar las cosas inmediatamente y buscar resoluciones mágicas", dice. "Empecé a leer libros sobre nutrición y ejercicio, y pude entender cómo funcionaba el asunto: básicamente es ir paso a paso. Cuando cumplo una pequeña meta, me voy motivando más".

Si usted es de los que piensa que su vida está sentenciada por la profesión que eligió o una rutina agobiante de trabajo, eso no es más que falta de motivación. La edad tampoco es una excusa para cambiar hábitos: los estudios indican que el cerebro se estimula durante toda la vida, por lo que no hay una edad límite en la que no podamos aprender algo nuevo. Solo se necesitan tres cosas para modificar nuestro comportamiento: elegir un cambio que sea coherente con nuestra escala de valores, darle un espacio suficiente y entrenarlo hasta que se convierta en un hábito. Poco más.

"Un hábito es un comportamiento que se repite regularmente y que se desarrolla sin que la persona tenga que razonar o meditar sobre él. Si reflexionamos sobre esta definición, veremos que tanto una persona de 50 como de 20 años podrían incorporar nuevos hábitos", señala Mery Viñas, psicóloga, coach y fundadora de Beecome. "Muchísimos jubilados incorporan nuevas rutinas y nuevos hábitos saludables que, gracias a disponer de más tiempo libre, pueden desarrollar desde la pasión, el interés y la predisposición. El cerebro es plástico a cualquier edad".

Un buen ejemplo es How are habits formed: modelling habit formation in the real world (2009), un estudio liderado por investigadores y psicólogos de la University College de Londres y que indagó en el proceso de formación de una conducta. Para eso, 96 voluntarios debían elegir un comportamiento saludable —que, hasta ese momento, no practicaban— y mantenerlo diariamente, en el mismo contexto, y durante 12 semanas. Estas nuevas pautas incluían comer una fruta en el almuerzo o correr quince minutos después de cenar.

Según el estudio, el tiempo que tomó a los participantes automatizar esta nueva acción varió de 18 a 254 días, con una media de 66 días. El amplio rango se explica por el nivel de dificultad de cada conducta. Aunque los participantes estaban motivados para crear una nueva rutina saludable, casi la mitad de ellos no realizaron el comportamiento de manera consistente para que este alcanzara la condición de hábito.

"Los hábitos son el procesamiento por defecto del cerebro. Si no tratas de hacer intencionalmente algo más, los (viejos) hábitos se activan automáticamente", señala el estadounidense Steven Stosny, experto en comportamiento humano y autor de numerosos libros sobre el tema. "Al principio se siente incómodo cuando vas en contra de un hábito. Dependiendo de la frecuencia en que este nuevo hábito se ve reforzado, se necesitan decenas, y a veces centenares de repeticiones de un nuevo comportamiento, para reemplazar al viejo hábito".

¿Por qué cuesta tanto instaurar un hábito? Según los expertos, las personas pasan por cuatro etapas interrelacionadas para formar una nueva rutina. "Primero, deben tener la intención de formar un hábito; segundo, contar con los recursos y habilidades necesarias para que estas actúen sobre sus intenciones; y tercero, repetir la acción en un nivel consistente", señala Benjamin Gardner, profesor de Psicología en el Kings College de Londres. "La cuarta y última etapa requiere que las personas permanezcan motivadas el tiempo suficiente para formar el hábito". 

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Constancia y disciplina son los requisitos principales.

Comportamiento El Mercurio /GDA

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